
La ARMH colocará un Stolpersteine en la memoria de este hombre, que fue deportado a un campo de concentración en el año 1941
Tenía solamente cuatro años cuando consiguió huir a Francia, tras el golpe de Estado. Sus descendientes todavía no saben cuál fue su compromiso con la Segunda República, ni cuál la postura política que le obligó a tomar esa decisión.
No fue hasta los años 50 cuando la viuda, Manuela, conoció el destino de su marido a través de una carta
Fue precisamente a As Nogais donde llegó una carta, ya bien entrados los años 50, del Gobierno alemán. Al parecer, habían intentado ponerse en contacto anteriormente con la familia, pues hay documentos con fecha anterior, pero sin éxito. Fue solamente en ese momento cuando la viuda, Manuela, de Filloval, conoció el destino de su marido. A partir de ese momento, recibió una pensión del Gobierno alemán, con los atrasos correspondientes, por ser su marido una víctima del régimen nazi.
Una víctima doble, del nazismo y del franquismo, pues, además de tener que huir de España, fue Franco quien declaró a los republicanos apátridas en un pacto a tres bandas con Pétain y Hitler en la Francia ocupada.
Por parte del Gobierno español, la confirmación del asesinato en un campo nazi no llegó hasta el 19 de abril de 2019, con su nombre en el Boletín Oficial del Estado (Boe), en el total de los 4.427 republicanos españoles asesinados por el nazismo con el beneplácito del régimen de Franco.
Emigración y exilio
Octavio y Manuela emigraron a Barcelona, donde Octavio trabajó en la fábrica de gas de la ciudad. Tuvieron una única hija, Ángela, que todavía hoy mira la foto de su padre, ese hombre al que adora por sus recuerdos primeros, con cuatro años, y por el relato que, de unos y otros, siempre coincidía en lo bueno que era, en lo mucho que ayudó a otros vecinos del municipio para instalarse en Barcelona.
Durante cerca de dos años, recibieron alguna carta desde allí, en la que indicaba que estaba bien, sin saber si era la verdad o la manera de ahorrar sufrimiento a la familia.
El traslado de Francia a Alemania es todavía hoy un misterio. No se sabe si participó en la resistencia francesa antes de caer en manos de los nazis. Sus cartas dejaron de llegar a partir de 1941. Según los datos del propio campo, ingresó en Mauthausen el 25 de enero de aquel año. En el subcampo de Gusen entró poco después, el 29 de marzo.
Un recuerdo para Octavio
Marisol es una de las cuatro nietas de Octavio. Desde siempre conoció el injusto final de su abuelo, transmitido por la familia, aunque el silencio y el dolor borrasen otros pasos de su historia. Hace menos de un año, en la asociación Portas Ártabras de A Coruña, donde vive, asistió a una conferencia sobre las víctimas republicanas de los campos nazis, impartida por Carmen García Rodeja, responsable en Lugo de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).
Octavio López será uno de los deportados a los que la entidad espera homenajear este año con la colocación de una Stolpersteine, que en alemán significa "piedra que hace tropezar", para recordar, en su lugar de origen, a quienes fueron víctimas del régimen nazi.
"Es terrible ver hoy en día cómo este dolor se repite en otros lugares del mundo", comenta Marisol, en referencia también a Gaza. "No debería suceder nunca más, en ningún lugar", añade.
Buscan a familiares de Octavio Arias
Desde la ARMH hacen un llamamiento para contactar con familiares de Octavio Arias, de Donís, uno de los lucenses asesinados en Gusen, donde hay un retrato con su nombre en el memorial, que tuvo que colocarse en respuesta a una petición.
Fuente → elprogreso.es
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