Declive de la monarquía y ascenso de la opción republicana en España

Declive de la monarquía y ascenso de la opción republicana en España / Isidro Murga:

Crisis sanitaria, crisis económica, crisis política... La pandemia ha puesto a prueba la solidez de las instituciones españolas y la resiliencia de las estructuras del Estado. Ha generado grandes consensos, como el reconocimiento a la labor del personal sanitario, que el pasado viernes recibió el premio Princesa de Asturias de la Concordia por su trabajo infatigable en la primera línea del frente de la lucha contra la COVID-19. Y también ha acentuado diferencias políticas, sociales y territoriales, un cóctel que tensa las costuras de un modelo de Estado con evidentes síntomas de desgaste.
 

Según una encuesta publicada hace exactamente una semana, por vez primera en la historia democrática reciente hay más españoles que preferirían tener una república a la actual monarquía parlamentaria. La pandemia poco o nadie tiene que ver con este vuelco sobre la percepción de la monarquía, según el escritor y analista político Daniel Bernabé, autor de "La distancia del presente":

"Yo creo que lo que esa encuesta refleja es una situación declinante de la monarquía. Declinante por casi diez años, de escándalos asociados a la corrupción, y, sobre todo, en este último contexto, a las fundaciones offshore con las que ha sido asociado directamente Juan Carlos I, e incluso el actual monarca, Felipe VI, hasta abril de 2019. Eso es sin duda alguna lo que ha creado esa desafección entre la ciudadanía española", explica.

El rey Juan Carlos gozó de altas cotas de popularidad dentro y fuera de España antes de caer en desgracia y protagonizar varios escándalosAPTV

Pero mientras que el rey Juan Carlos, hoy en el exilio, fue muy popular durante años, su hijo, Felipe VI, no parece levantar pasiones:

"El anterior rey, Juan Carlos, aunque evidentemente ha terminado su reinado de forma abrupta, con una abdicación a la que le empujaron a que abdicara tras el escándalo de Bostwana, un par de años después, y salpicado por las sociedades offshore, era un rey al que durante una gran parte de su mandato se le quería. Fue profesional en el sentido de que supo labrarse una imagen cercana, popular, y eso le granjeaba cariño por parte de la población. Sin embargo, Felipe VI es un rey que está en un impasse. Desde que llegó, su recibimiento en la coronación fue muy muy frío y ahora no despierta ni grandes antipatías y ni grandes simpatías".

A juicio de Bernabé, el monarca ha sido víctima de la manipulación de su imagen con intereses partidistas:

"Entiendo que su intervención, cada vez más de parte, dejándose de una u otra manera manipular por la derecha, la extrema derecha, manipular su imagen, su figura, ponerle en contra de lo que es por ejemplo este Gobierno, le está empezando a situar en un punto donde para él es muy negativo estar, que es ser un rey de una parte del país, no todo el país", afirma Bernabé.

El rey Felipe VI se dirige a la nación tras el referéndum sobre la independencia de Cataluña en octubre de 2017APTV

Y en este contexto de división tomó decisiones transcendentales, como su mensaje a la nación tras el referéndum independentista en Cataluña, una intervención que enardeció a unos y decepcionó a otros:

"Fue una intervención que yo creo que se pensó como el 23F de Felipe VI. Hubo una parte del Estado que leyó, creo que correctamente, que el choque de trenes con los independentistas les convenía, porque iba a crear un escenario en el que el rey saldría como salvador del país, algo muy parecido a lo que sucedió con el 23F con su padre. Sin embargo, el discurso, la forma de comportarse fue demasiado… Tendió muy pocos puentes, fue, digamos, una intervención muy hostil, muy directa, que fue muy celebrada por una parte de la ciudadanía, la parte más conservadora e incluso reaccionaria, pero que, sin embargo, independentistas aparte, dejó estupefacta a una parte de la ciudadanía más progresista", añade.

En la situación actual de gravísima crisis sanitaria y económica, ¿es concebible la celebración de un referéndum sobre forma del Estado?

"Sin duda alguna plantear ahora mismo el debate republicano es complicado, muy complicado, porque el país es verdad que tiene una serie de problemas graves asociados a la crisis del COVID y la crisis que arrastramos desde hace diez años, porque hay muchas heridas de la anterior crisis financiera que no se restañaron. Entonces, tenemos que tener en cuenta que más que un referéndum o un proyecto únicamente republicano lo que tiene es que estar vinculado a políticas concretas con las que el país pueda mejorar. Ahí creo que será cuando, sin duda alguna, la tercera república española pueda tener posibilidad de éxito", sentencia.


Fuente → es.euronews.com

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