Mujeres Cántabras asesinadas por los franquistas

Mujeres Cántabras asesinadas por los franquistas

El periodista y escritor José Ramón Saiz Viadero y la historiadora y escritora María José Lanzagorta han rescatado del olvido a las mujeres cántabras aniquiladas por el franquismo. Desde 1937 hasta 1952 fueron asesinadas o desaparecidas más de 60 mujeres, la mayoría fusiladas en las tapias del cementerio de Ciriego, en Santander. En 1937, Obdulia Martínez, Eugenia Poo, Dolores Vega, Magdalena Vicente, Manuela García, y Ernestina Enríquez, fusilada esta por falangistas acusada de espía.


El 17 de noviembre de 1937 fueron fusiladas otras 11 mujeres en Ciriego: Pilar Benito, Guadalupe Fernández, Pilar González, Alejandra Bañuelos, Damiana Pérez, de 18 años, la menor de todas ellas, Manuela Pescador y otras 5 mujeres desconocidas; en 1938, Petronila Antonio, Hermenegilda Oria, Pilar Mijares, Justa Moreno, María González, Matilde Zapata, Ricarda Uría y María Hoz. Eran las “rosas rojas de Cantabria”, muchachas de gran juventud pertenecientes a partidos de izquierda.

En 1939 cayeron Felisa Revuelta, Severina Barreda y Encarnación Ochoa, de 64 años, la mayor de todas ellas; en 1941 Rosa Pérez, y en 1942 María Otí, Balbina Fernández, Isabel Abascal, Teresa Ruiz y María Salas. En el cementerio de Torrelavega fue fusilada Josefa Bezanilla. En el frontón de Reinosa Rosa García, Lidia Fernández, Felisa Lasuén, Teresa Ceballos, Felisa Barriuso y Asunción Castañeda. En Miera fue fusilada María Jesús Gutiérrez.

Al menos 3 de esas mujeres estaban embarazadas, hubieron de esperar a dar a luz para sufrir la ejecución. Justa Moreno vivía en San Salvador de Heras (Cantabria). En 1935 se casó con el antifranquista José López Joselón, que resistió emboscado en las faldas de Peñacabarga 10 años desde 1937, hasta que fue abatido por la guardia civil. Justa ingresó en prisión en 1937, dió luz a una niña, y fue fusilada el 11 de enero de 1938 en Ciriego.

Mas de 50 republicanas fallecieron en las prisiones franquistas de Cantabria desde 1937 hasta 1951. Las prisiones fueron auténticas tumbas para muchas detenidas, en las de Santander hubo más de 40 muertas, 7 de ellas eran bebés nacidas en prisión: María del Carmen Cantudo, 2 meses; María Isabel Zapatero, 6 meses; María Ángeles Fernández, 2 meses; Juana Soriano, 3 meses; Elvira Pérez, 3 meses; María del Carmen Llave, 3 meses, y María del Carmen Santander, un mes, fallecidas entre 1947 y 1951 en la cárcel de Las Oblatas, en Santander.

Otras 6 cántabras murieron en la cárcel vasca de Saturraran, cerca de Ondarroa: Jesusa Ríos (1938, 54 años), Visitación Portilla (1939, 29 años), Gloria Bezanilla (1940, 29 años), Balbina Meruelo (1942, 56 años), Manuela Sánchez (1943, 40 años) y Sabina Aja (1944, 49 años). En Saturraran también murieron 2 hijos de cántabras presas, Ángel Palacios (1939, 10 meses) y Ángel López (1944, 18 meses).

Saiz Viadero documenta el asesinato a sangre fría por la guardia civil de Dominador Gómez, su mujer Carmen de Miguel de 55 años, y la hija menor Carmina Gómez de 18, el 20 de octubre de 1952 en su casa de El Coterillu, en Tama, después de que la Guardia Civil encontrara en su morada a varios guerrilleros antifranquistas.

María José Lanzagorta cuenta de “jóvenes muy jóvenes” a las que fusilaban y después entregaban una foto y una cartera a sus madres. Ha estudiado mas de 200 fichas carcelarias, maestras, modistas, amas de casa, criadas, muchas no sabían ni leer ni escribir. Las acusaron con mentiras, sus juicios eran colectivos, rapidísimos, sin defensa. Y poca comida, aunque el pueblo de Ondarroa se volcó con las presas las monjas se quedaban con todo, miraban mejor a las presas que iban a misa.

Placa homenaje a las Presas en la cárcel de Saturraran

Gloria Bezanilla era de Santa Cruz de Bezana, vecina de Renedo de Cabuérniga, casada, 27 años, sus labores, sabía leer y escribir. Ingresada en la Prisión de Santander en 1937, en Consejo de Guerra se le acusó de rebelión, pertenecer a la UGT, hacer propaganda de la causa roja, mofarse de imágenes sagradas, su casa era punto de reunión y propaganda. Condenada a 20 años en Saturrarán, falleció en 1940 de una hemoptisis por la humedad,  el agua marina entraba hasta las celdas, mala alimentación, castigos. Igualmente Balbina Meruelo, acusada de adhesión a la rebelión, condenada a 30 años de reclusión, murió en 1942 en Saturraran por una colitis.

Alejandra Bañuelos, 19 años, obrera, soltera, natural de Aguilar de Campoo, afiliada a UGT. Acusada de ser socia y organizadora de la Casa del Pueblo, asistír a las manifestaciones del Frente Popular, insultar y amenazar a personas de orden, considerada peligrosa. Entregada al piquete de fusilamiento el 17 de noviembre de 1937.

Julia Fernández Mora, una cántabra que no fue fusilada ni asesinada ni desaparecida. En 1947 detuvieron a su padre Benigno, a Julia y a sus hermanos Modesto, Francisco y Melchor, menor de edad. A Julia la torturaron y le propinaron varias palizas. Torturaron a su padre de tal manera que cuando Julia lo vió perdió la razón de por vida. Tenía 28 años. Permaneció toda su vida ingresada por enfermedad mental muriendo en 2006 a los 86 años de edad.