El gobierno español ha comenzado a otorgar la nacionalidad a los descendientes de las Brigadas Internacionales, aquellos voluntarios extranjeros que combatieron contra Franco durante la Guerra Civil (1936-1939). Un último homenaje para los héroes de la guerra, a través de sus nietos.
En un gesto profundamente humano y simbólico, aproximadamente 170 familias ya han sido reconocidas, según el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática. Esto es posible gracias a la Ley de Memoria Democrática, una legislación diseñada para honrar a las víctimas del franquismo y restablecer la justicia histórica.
Un poco de historia: de la lucha a los pasaportes actuales
Entre 1936 y 1939, alrededor de 32.000 hombres y mujeres de más de 50 países se unierón a las Brigadas. Provenían de Reino Unido, Irlanda, Francia, Estados Unidos, Canadá y toda Latinoamérica, llegando para defender la República del levantamiento fascista. Solo el contingente británico contó con unos 2.500 voluntarios; muchos nunca regresaron. Ahora, sus nietos son los que acuden, afortunadamente no para combatir, sino para recibir un reconocimiento.
No se trata solo de un linaje pasivo
El requisito clave no es solo la herencia familiar. El ministerio es claro: los solicitantes deben demostrar una "labor continuada de difusión de la memoria y defensa de la democracia". Es decir, se necesita una prueba tangible de que se ha trabajado para mantener viva esta historia, como por ejemplo:
- Organizar eventos conmemorativos o conferencias.
- Publicar libros, artículos o exposiciones digitales.
- Participar en asociaciones de memoria.
- Tener la historia familiar citada en prensa o proyectos académicos.
Se trata de una memoria activa, no de un linaje pasivo. El ADN no basta; es un pasaporte construído sobre la memoria.
"Un hogar para los brigadistas"
Para el International Brigade Memorial Trust (IBMT) en Londres, este momento tiene un gran peso emocional. Un portavoz declaró a The Guardian que esta decisión subraya la determinación del gobierno español por borrar el legado tóxico de la dictadura, cumpliendo el espíritu de la promesa histórica de la República de ofrecer un hogar a los brigadistas.
Geografia de la memoria: ¿dónde están los descendientes?
Un mapa interactivo en desarrollo mostrará el origen de aquellos voluntarios y los lugares desde donde sus descendientes solicitan ahora la ciudadanía. Los primeros focos se concentran en el Reino Unido, Irlanda, Argentina, México y Estados Unidos. Superponer estos datos da vida a la historia: desde los dockers londinenses que lucharon en el Ebro hasta las enfermeras chilenas en hospitales de campaña. Sus nietos, dispersos por continentes, convierten la historia abstracta en un árbol genealógico global.
La decisión de España no es una política de inmigración; es saldar una deuda moral. Al conceder la nacionalidad a los descendientes de quienes combatieron el fascismo, el Estado español reescribe silenciosamente cómo reconoce la solidaridad internacional que ayudó a forjar su democracia moderna.
¿Estuvo tu abuelo en las Brigadas?
Si sospechas que sí, si guardas una foto, una historia o un poema, empieza a investigar. Consulta la guía oficial en la web del ministerio y reúne las pruebas. Y si tienes una historia que contar, nos encantaría conocerla. Podrías ayudar a preservar un fragmento espectacular de la historia.
Fuente → eldecano.es


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