Mujeres Invisibles: El caso de la periodista y escritora comunista Margarita Andiano, muerta en el exilio
Mujeres Invisibles: El caso de la periodista y escritora comunista Margarita Andiano, muerta en el exilio / Manuel Almisas Albéndiz 

 

Pocas mujeres de tanta valía han permanecido completa y dolorosamente invisibles para la historia de la Segunda República y del Partido Comunista como Margarita Andiano. O quizás ninguna, y sé de lo que hablo. Un caso tan llamativo puede resultar triste y vergonzoso, interpelándonos con severidad ante tanto olvido injustificado, pero es la verdad. Juzguen si no ustedes…

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Margarita Andiano Muñoz nació en Madrid en 1901, hija de María de la Fuensanta Andiano Muñoz, madre soltera (1). Fuensanta había sido una niña prodigio que ya actuaba como actriz en Palencia y Santander en 1884 a la edad de siete años con la Compañía de Wenceslao Bueno, y un año después, actuando en Vitoria, puso al público de pie por su papel en la obra «Hija y madre» de Manuel Tamayo «por el colorido y sentimiento que supo dar a su difícil papel» (2). Esa afición y oficio se lo trasladó a su primera hija Amelia, que nació en Vélez-Málaga en 1897 cuando estaba de gira la Compañía. Ese mismo año, su madre, que se había cambiado el nombre propio también por el de Amelia, trabajaba de primera actriz en el Salón Rouge y en el Teatro Barbieri de Madrid. En los años 20, la hija Amelia Andiano Muñoz era una actriz de provincias muy reconocida.

Para no ser menos, Margarita desde muy joven también va a dedicarse al mundo de las tablas como actriz aficionada -actuando en el El Teatro Español de Madrid o en funciones benéficas en su barrio de Vallecas-, y a la literatura, escribiendo especialmente cuentos y algunos poemas, publicados en varios diarios de provincias (Soria, Palencia, Murcia, Melilla, Almería, Lugo, Valencia…), debido a que desde 1927 va a contactar con El Heraldo de Madrid y será contratada por el grupo «Sociedad Editora Universal» de los hermanos Busquets al que pertenecía. Desde ese momento, Margarita Andiano se convertirá en una prolífica periodista aunque para poder vivir tuvo también que escribir sobre moda y figurines, como casi todas las periodistas de su época, llegando a viajar a París para ponerse al día.

Su vida cambió por completo cuando a finales de 1929 fue contratada como colaboradora permanente por la popular revista quincenal madrileña La Moda Práctica, que pertenecía también a la «Sociedad Editora Universal», y donde, aunque pueda parecer extraño, no escribió sobre moda, sino que se hizo con una sección propia llamada «Cuento rápido», y además, a partir de septiembre de 1932, con la sección de la primera plana «Interviús breves», y en 1933 con «Diario de una sentimental-Hojas de mi carnet». Por estas colaboraciones muchas veces dobles, Margarita comenzó a firmar también como «M. Andiano». Su colaboración en La Moda Práctica con cientos de cuentos y entrevistas, terminó en noviembre de 1936, ya durante la guerra y siendo una militante comunista, al abandonar Madrid y marcharse a Valencia. Después lo comentaremos.

Muy poco antes de la proclamación de la República, Margarita se va a comprometer en una organización civil de tipo regionalista que luego tendrá su continuación, como enseguida veremos: la prensa anunciaba el 21 de marzo de 1931 que Margarita Andiano Muñoz había sido elegida como «bibliotecaria» en la primera Junta Directiva del «Hogar Madrileño» -recién inaugurado- y se decía que era soltera y periodista. Ya había cumplido los 30 años y era sobradamente conocida en Madrid y en provincias.

Margarita también tuvo que traducir textos del francés como medio de subsistencia, y gracias a ello el único libro que firmó en su vida fue una traducción del libro anticlerical original de 1796 titulado «Los jesuitas al desnudo» que publicó la «Editorial Vulcano» de Madrid en febrero de 1932 (3), pero que la prensa madrileña en la publicidad previa solo anunció que estaba prologado por el célebre veterano republicano Rodrigo Soriano, ¡y sin mencionar su nombre!

En abril de 1932 también colaboraba con la revista madrileña Crónica y es conocida la foto de Margarita entrevistando a la veterana republicana federal Belén Sárraga, que había vuelto del exilio unos meses antes.

El primer hecho conocido de sus inquietudes sociales y culturales al comienzo de la Segunda República será su participación en la experiencia impulsada por la Institución Libre de Enseñanza y Manuel Bartolomé Cossío: las Misiones Pedagógicas. Margarita participó en la realizada a mediados de julio de 1932 por pueblitos del sur de la provincia de Ávila (Navarrevisca, Serranillos, Burgahondo…) junto al poeta Luis Cernuda, el dramaturgo Alejandro Casona, el fotógrafo y director de cine José Val del Omar, y la maestra Lucía Úbeda, entre otros (4). El maestro nacional Quiliano Blanco, que también participó en aquella Misión, escribía (5):

Vamos subiendo de Navarrevisca a Serranillos por un sendero estrecho, pedregoso y difícil, de frente siempre la sierra de Gredos… Camina delante el mulo de la impedimenta con el aparato de cine, el gramófono, los discos, los libros de la biblioteca, hincando seguro sus cascos en las piedras. Atrás, rezagada, viene Margarita Andiano que, harta de gritar azorada a cada traspiés de su asnillo, se ha echado al suelo y sube a pie, con paso menudo y rápido, como de perdiz hostigada. Ríe y charla Margarita sin reposo, mientras Cernuda, el poeta, agarrado con ambas manos a la albarda de su jumento, mira la cumbre que se nos acerca y el barranco que se va haciendo más hondo.

Un arriero, que viene en dirección contraria a la nuestra, acabó con la alegría de Margarita Andiano. El arriero complicaba las dificultades de aquel caminar, ya harto difícil, por el estrecho y pedregoso sendero… El arriero nos saludó con efusión simpática y nosotros volvimos a oír las risas y la charla de Margarita Andiano… Subíamos, subíamos, subíamos. La cumbre estaba ya allí, casi al alcance de la mano: a su lado, el boquerón de un puerto hacía más brava la cumbre. Y llegamos a Serranillos, más arriba de los dos mil metros, bastantes metros más arriba.

En una de las fotos disponibles de esa expedición se observa a Margarita rodeada de escolares en Navalacruz contándoles un cuento (¡anda que sabía ella pocos cuentos!) y otra en Navarrevisca con un gramófono rodeado de críos durante una audición de música. Hay que añadir, como curiosidad, y como muestra de su creatividad, que Margarita también compuso letras de canciones, como el tango «Capricho», con música de Luis Ortíz González y el pasodoble «Así se torea» con música de Julia Troncoso de la Torre.

Sobre esta maravillosa experiencia pedagógica escribió en el n.º 3 de la revista La República Española (dirigido por el escritor leridano Juan Guixé) de octubre de 1932, el artículo «Las misiones pedagógicas».

A partir de ese momento, a Margarita la vamos a encontrar junto a Clara Campoamor en la Unión Republicana Femenina: participando en la campaña electoral de noviembre de 1933, firmando el manifiesto de homenaje a Clara Campoamor en enero de 1934, dando la conferencia «La ciudad y los pueblos. La Labor cultural de la República» el 21 de febrero de 1934 en una acto organizado por la Juventud de Unión Republicana Femenina, con la novedad de ilustrar la charla con proyecciones; dando en la «Unión Radio» una charla-reportaje sobre la Casa de Ciegos de Madrid contando con la colaboración de Clara Campoamor, Directora General de Beneficencia, o cuando en un acto de la Unión Republicana Femenina en marzo de 1935 el Cuadro artístico de la Asociación representó su poema escénico «Exaltación a Castilla». Todo ello culminó con la elección de nuevos cargos en la Unión Republicana Femenina (URF) en mayo de 1935, convirtiéndose Margarita en la Vicesecretaria de la organización. No es de extrañar que cuando en junio de ese año la URF inauguró su nueva sede de la C/ Fuencarral n.º 4 con una semana de fiestas con conferencias, música, poesía, etc., la participante en el segundo día fuera ella, pero sí resulta curioso el contenido de su bella charla, en la que «la notable escritora glosó poéticamente el alma andaluza», con la colaboración de una pareja que interpretó el «cante hondo».

Y no solo eso: Margarita va a trabajar en las oficinas de los Patronatos o Juntas que la Dirección General de Beneficencia, dirigida por Clara Campoamor tenía en Madrid,

Además de seguir escribiendo y publicando en diarios y revistas, Margarita va a intervenir a los largo del año 1935 en varias emisiones radiofónicas en «Unión Radio» con reportajes de diferentes casas regionales de Madrid: «El Hogar vasco»; «La Casa Charra»; «La Casa Montañesa»; «El Hogar Extremeño»; «El Liceo Andaluz» y la «Casa de Murcia». En relación indudable con estas emisiones, hay que saber que la prensa en octubre de 1935 la citaba como «directora de la revista Regiones españolas». Y por último, y para no olvidar su faceta como poetisa, el 3 de septiembre de 1935 se pudo escuchar en «Radio Rioja» un «Recital poético a cargo de la señorita Margarita Andiano».

En esos meses Margarita vivía en el n.º 7 del Paseo de Santa María de las Cabezas (Atocha) en Madrid.

¿En qué momento la escritora y periodista republicana se convirtió en comunista? Apenas hay más noticias personales y políticas suyas en esos meses finales de 1935 y principios de 1936, y solo puedo imaginarme que el cambio debió ocurrir alrededor, o como consecuencia, de las elecciones del Frente Popular, cuando las mujeres de la Unión Republicana Femenina, integradas ahora en «Izquierda Republicana», vieron con desagrado y desánimo el total abandono de su líder Clara Campoamor por parte de los partidos republicanos. En su búsqueda de una nueva militancia para sus ideas progresistas, llamó a las puertas del Partido Comunista de España, ¡y con éxito!: en pocos meses se convirtió nada menos que en redactora de Mundo Obrero.

Antes de eso hay que decir que Margarita siguió siendo redactora de Moda Práctica, publicando los días 5 y 20 de cada mes, y por eso, el 20 de julio de 1936, cuando ya había sido derrotado el movimiento golpista de los generales fascistas en Madrid, y las milicias comenzaban a subir a la Sierra de Madrid a luchar y morir en las trincheras, aún se pudo leer una nueva entrega de su sección «Cartas ingenuas», su reportaje «Zamora -el futbolista- se ha retirado» y «El día de los niños» en su sección «Ventana Mundial» firmando como «M. Andiano», ¡nada menos! Todo ello ya estaría en imprenta el 18 de julio, y por eso salió a la calle como si tal cosa. Sin embargo, pronto llegaron los cambios. El 1 de agosto de 1936 se estableció el Comité Obrero de Control en distintas editoras de prensa, entre ellas la «Sociedad Editora Universal» (de los hermanos Busquets), que poseía el Heraldo de Madrid, El Liberal y La Moda Práctica, y el día 16 de agosto se estableció un Consejo Obrero ya votado democráticamente por los trabajadores y Margarita salió elegida para el mismo por La Moda Práctica pero, además, fue elegida Secretaria del primer Comité Ejecutivo del Consejo Obrero de esa importante empresa periodística. Hasta el 5 de septiembre no escribió Margarita un artículo referente a la guerra: se titulaba «Del dolor del presente. Para los niños, sendas de luz», firmando «M. Andiano», y hasta el 20 de septiembre no publicó en «Cartas ingenuas» una fechada durante la guerra y donde le decía a su amiga imaginaria Ketty que he asistido, por pertenecer a un Comité formado en los primeros momentos por compañeros de estudios, a todas las fases de esta magnífica epopeya de nuestro pueblo. Más adelante le contaba que su hermano se había enrolado en un Batallón de Milicias desde el primer momento, que su madre y su hermana trabajaban en un Hospital de Sangre del Socorro Rojo Internacional, y que su padre pertenecía al Comité de Abastecimiento de su Partido. Por último, le confesaba que ella estaba trabajando en una Guardería Infantil para hijos de milicianos donde atendían a cien niños. ¿Todo esto puede ser autobiográfico o solo una parte? No tenía ningún hermano y al padre nunca lo conoció, pero sí se sabe que su hermana Amelia Andiano Muñoz, de 40 años, estaba afiliada a la organización «Solidaridad Internacional Antifascista» (S.I.A.) de Madrid (6), fundada por la CNT en Valencia en mayo de 1937, y era el equivalente anarquista al Socorro Rojo Internacional; por tanto, es creíble que su hermana Amelia colaborara en un Hospital de Sangre las primeras semanas de la guerra.

La realidad es que para esa fecha Margarita Andiano ya se había convertido en la única mujer reportera del órgano central del Partido Comunista, Mundo Obrero (Madrid), en esas primeras semanas de guerra, junto a Ilsa Wolff («I.W.») que había firmado las columnas internacionales hasta el 18 de julio y que después dejó de hacerlo al ser enviada como corresponsal al Frente de Andalucía y publicando su primera crónica el 7 de septiembre de 1936.

La firma de Margarita como «M. Andiano» comenzó a leerse el 8 de agosto de 1936 con su artículo «Cómo se lucha en la retaguardia. El esfuerzo de los obreros corresponde a la organización de los jefes leales en el Parque del Ejército», donde entrevistaba al comandante Flores, jefe de ese Parque del Ejército situado en la calle del Pacífico cerca del Puente de Vallecas, y al capitán Melero en el Parque de Artillería de Retamares (noroeste de Madrid). El siguiente se pudo leer el 17 de agosto de 1936 titulado «La crueldad de los rebeldes. El éxodo de los habitantes del pueblo de Guadarrama. Perseguidos por la metralla, ancianos, mujeres y niños, viven intensas horas de terror». Margarita narraba que hacía unos días tuvo ocasión de llegar hasta el mismo pueblo de Guadarrama, lugar en el que se encontraba el cuartel general de ese frente, y allí vivió un terrible bombardeo sobre el pueblo contando los estragos sobre la población civil indefensa.

El tercer artículo apareció en el ejemplar del 9 de septiembre 1936 donde «M. Andiano» escribía «En el frente de Guadarrama se han presentado varios soldados fugados de las filas fascistas», y en el que entrevistaba a algunos de ellos, todos del Regimiento n.º 1 de artillería franquista. Margarita terminaba con estas frases: Tenemos que regresar a Madrid. En la Comandancia del 5º Regimiento, el valiente torero Miguel Palomino, miliciano desde el primer momento, nos extiende el pase de salida. Tabletea la ametralladora enfilando la carretera que hemos de pasar. Salvamos el peligro en un claro y regresamos sin novedad. Así era la vida y lo que se arriesgaban las periodistas que cubrían noticias en los frentes de batalla.

El 12 de septiembre de 1936, a la vez que Ilsa Wolff publicaba una crónica del frente de Talavera, «M. Andiano» escribía «Ante los ataques aéreos de gases. Cómo se organiza la defensa de la población civil». En dicho artículo entrevistaba a Luis Rodríguez, responsable del Comité del Frente Popular en el Parque Central Farmacéutico. La clave de esta colaboración residía en que estaba ilustraba con una fotografía suya hecha por el fotógrafo comunista Francisco Souza («Foto Mayo»), cuyo pie de foto rezaba: «Los camaradas de uno de los equipos, explicando a nuestra compañera Andiano el funcionamiento de la careta contra los gases». Si alguien -cosa rara- no conocía antes de la guerra que «M. Andiano» era Margarita Andiano, una mujer, ahora quedaba de manifiesto.

Cuatro días más tarde, el 18 de septiembre de 1936, Mundo Obrero publicaba una columna de opinión de «M. Andiano» titulada «¡Las mujeres a la retaguardia!», muy polémico en la historiografía moderna (7), donde decía:

«En los primeros días de la sublevación, las mujeres supieron comprender que en aquel momento lo urgente era acrecentar el entusiasmo de los que se lanzaban a la lucha, y se unieron a ellos, empuñando a su vez las armas, con tanto o más coraje que los hombres.

Los campos de batalla se tiñeron con la sangre de valerosas mujeres, que, enroladas en las Milicias, opusieron su empuje al avance de los traidores fascistas.

En las ciudades, y conforme la lucha se extendía, la actuación de la mujer en los hospitales, cuarteles de Milicias o guarderías, ha sido continuada, entusiasta y de una abnegación que iguala en todo momento a la del hombre.

Las mujeres han cumplido con su deber…

Sin embargo, a continuación de este reconocimiento, Margarita argumentaba que ahora que se sabía que la lucha iba a ser larga, y que se combatía contra tropas bien pertrechadas apoyadas por armamento y soldados italianos y alemanes, que requería de una movilización mayor de los hombres, la mujer debía cumplir su deber reintegrándose a la retaguardia, dedicándose al trabajo de las industrias, del comercio y de las oficinas. Y decía: «Las mujeres campesinas, camaradas de la ciudad, nos dieron el primer ejemplo. Las cosechas han sido defendidas por ellas». Al cumplirse los dos meses de guerra, Margarita señalaba a la mujer el nuevo camino hacia la victoria: a la retaguardia a ocupar todos los trabajos. «A seguirlo y ¡salud!».

El valor de esta columna firmada por ella consiste en la claridad y precocidad del mensaje que semanas más tarde, en el asedio a Madrid, se extenderá y se hará muy popular. En Mundo Obrero es la primera vez que se hacía ese llamamiento, pero es verdad que diez días antes el Comité Nacional de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo ya había lanzado un manifiesto en términos parecidos («Mujeres antifascistas: hay que adiestrarse para la lucha en la retaguardia… Hay que atender con eficacia el frente del trabajo»); y en el ejemplar del 23 de septiembre de 1936, la revista libertaria Mujeres Libres, lo repetía de esta forma: «Los hombres, al frente; las mujeres, al trabajo».

Al día siguiente, en el Mundo Obrero del 19 de septiembre va a ocurrir algo sorprendente, pero que se repetirá en alguna ocasión más. Aparecía el artículo «Hacia la centralización del abastecimiento. En los distintos mercados, el público está abastecido. Las “colas” pueden desaparecer con el racionamiento…» sin firmar, pero estaba ilustrado con dos fotografías y en una de ellas salía Margarita con este pie: «José Guzmán, almacenista de patatas, da su opinión a nuestra compañera». En el texto decía que había visitado con el «camarada Mayo» (el fotógrafo) los mercados más populares de Madrid, entrevistando al comerciante Alfredo del Palacio en la calle de Calatrava, y después a José Guzmán, propietario de una verdulería y almacén de patatas.

El semanario madrileño Estampa del 3 de octubre de 1936 va a contener un reportaje sobre el «Altavoz del Frente» titulado «Nueva cultura para el frente y la retaguardia» que nos va a proporcionar una valiosa información sobre Margarita. El fundador y director del organismo fue el escritor y dramaturgo peruano pero afincado en España, César Falcón, y en el reportaje afirmaba que había sido una iniciativa del diario comunista Mundo Obrero que comenzó a gestarse a finales del mes de agosto. La escritora y periodista comunista Luisa Carnés, autora el reportaje, entrevistaba a César Falcón y éste, entre otros aspectos como el teatro o la pintura, comentaba que habían hecho varios documentales y que con una cámara muy bonita habían filmado películas en el frente y en la retaguardia, y añadía que «los responsables de la Sección cinematográfica de «Altavoz del Frente» son los compañeros Margarita Andiano y Mariano Perla» (éste último también era redactor de Mundo Obrero). La fotografía que ilustraba el reportaje no dejaba lugar a dudas: mostraba a un grupo de responsables del «Altavoz del Frente» en su sede de la calle de Alcalá n.º 62 con César Falcón en el centro, y a su derecha estaba Margarita Andiano.

Y si esto no fuera suficiente para mostrar el enorme protagonismo de Margarita en estos meses de la guerra en el seno del Partido Comunista, cuando el 17 de octubre se inauguró el semanario Altavoz el Frente (Madrid) también va a colaborar ella. Solo se conservan dos ejemplares en las Hemerotecas, pero en ambos escribió Margarita: en el n.º 2 del 24 de octubre de 1936, firmó como «M.A.» el artículo «Las mujeres se manifiestan en las calles de Madrid al grito de «¡Hombres, al frente; mujeres, a trabajar!», y en el n.º 3 del 31 de octubre de 1936, «Las mujeres madrileñas se disponen a ocupar su puesto en los momentos actuales de esta guerra», firmando con su nombre completo «Margarita Andiano».

Esta presencia se manifestará mucho más en el Mundo Obrero del 24 de octubre de 1936 cuando en la sección de «Altavoz el Frente» se publicaba «Alocución a las mujeres madrileñas dispuestas a defender Madrid. Una breve charla de Margarita Andiano». Comenzando la columna de esta forma: Nuestra camarada Margarita Andiano, de la Redacción de MUNDO OBRERO, pronunció anoche ante el micrófono de «Unión Radio», emisión del Altavoz del Frente, la siguiente charla:». Y a continuación reproducían completa su alocución donde abundaba en el mensaje de que las mujeres debían ahora combatir en el frente de la retaguardia, ocupar todos los trabajos era su nueva trinchera para vencer al fascismo.

Mientras tanto, Margarita seguía escribiendo para Moda Práctica, y en el ejemplar del 5 de octubre lo hacía en su sección de «Ventana mundial» con un texto muy poético sobre las sirenas de los bombardeos de la aviación fascista sobre los hogares madrileños, y en el del 20 de octubre, en su «Cartas ingenuas», alejadas ya de frivolidades, entró de lleno en los avatares de la guerra. De nuevo podemos intuir parte de su desconocida biografía en estas líneas:

he estado en uno de los frentes de la Sierra para llevar una expedición de prendas de abrigo… después fue preciso regresar rápidamente… el estruendo de los cañones y el tableteo de las ametralladoras nos fue acompañando un buen rato… hasta yo, que en todo momento he sentido el máximo horror a cuanto significase atuendo bélico, he de llevar una pequeña defensa [pistola], porque la guerra lo exige… Hasta esta carta que te escribo rápidamente, en un descanso obligado de mi ocupación constante, me parece un egoísmo impropio del momento…

El 5 de noviembre de 1936, cuando se avecinaban las grandes batallas del ¡No pasarán!, Margarita escribía en Moda Práctica su última «Ventana mundial», esta vez sobre «Las madres de Rusia piensan en los niños españoles», y el 20 de noviembre en sus «Cartas ingenuas» escribía sobre los terribles bombardeos que sufrió la población civil, mujeres y niños, a partir del 7 de noviembre. Es un canto al Madrid símbolo del antifascismo internacional que había que defender a toda costa: Mi padre trabaja sin descanso y lamenta no tener edad para empuñar un fusil. Mi hermana, mi madre y yo seguimos en nuestros puestos de trabajo, y si fuera necesario -¡cómo te extrañará esto que te voy a decir!- empuñaríamos un fusil. Yo estoy aprendiendo el manejo de las armas, como muchas mujeres, por si acaso…

Moda Práctica dejó de publicarse y Margarita dejó de escribir en Mundo Obrero. El motivo fue que se marchó a Valencia, como había hecho el Gobierno de la República, las instituciones y las direcciones de los Partidos y Sindicatos el Frente Popular.

En Valencia, Margarita se va a convertir en la responsable del Gabinete de Prensa del Ministerio de Agricultura, que dirigía el comunista Vicente Uribe Galdeano, y por eso comenzará desde el 28 de noviembre de 1936, y hasta el final de la guerra, a escribir, sucesivamente, en Verdad (Valencia)-«Diario de unificación de los Partidos Comunista y Socialista», en Frente Rojo (Valencia)-«Diario de la noche- órgano del CC del PCE para el Levante y Cataluña» desde el 21 de julio de 1937, en Verdad (Valencia) «Órgano del Partido Comunista» desde el 28 de julio de 1937, y en Frente Rojo (Barcelona) desde enero de 1938, casi siempre en secciones agrarias como «La Voz del Campo», «El Campo», «La Vida del Campo» o «La Tierra», más de un centenar de reportajes y entrevistas, incluyendo fotos suyas, y firmando como «Margarita Andiano», «M. Andiano», «M.A.» e incluso sin firma pero el tema y alguna foto suya ilustrando el reportaje la delatan. Con esta nueva responsabilidad recorrió casi todos los pueblos de la huerta valenciana, visitando y entrevistando a campesinos arroceros, naranjeros, cultivadores e patatas, etc., y a dirigentes de las cooperativas y dirigentes de sindicatos campesinos, aprovechaba para hacer entretenidos artículos con varias fotografías, principalmente de «Foto Mayo» que viajaba con ella. El tema del campo era, en aquellos meses de la guerra, fundamental para abastecer al frente y a la retaguardia.

Ninguna otra mujer comunista, ni quizás de otras ideologías, tuvo una producción periodística tan enorme durante toda la guerra como Margarita Andiano, y eso sin contar con sus colaboraciones en La Voz del Campo (Valencia), «semanario editado por la Comisión Nacional Agraria del Partido Comunista» (desde el 1º de abril de 1937), en la revista Pasionaria (Mujeres Antifascistas de Valencia) y en la revista Mujeres (Valencia) del Comité Nacional de Mujeres Antifascistas) en los meses que estuvo en Valencia. Además de colaboraciones en periódicos de provincias como Vanguardia (Caspe-Zaragoza- «órgano del Comité Provincial del PCE de Aragón») o Unión (Ciudad Leal- ahora Real)- «órgano provincial de PCE», y seguro que en muchos más que no se han conservado.

Margarita Andiano se trasladó a Barcelona cuando el Gobierno y todos los ministerios se trasladaron a la ciudad condal y allí escribió su último artículo en Frente Rojo el 15 de Enero de 1939 en la Sección «Mujeres» titulado «Atención al campo» y firmando «Margarita Andiano».

Ante el avance incontenible de las tropas franquistas, el Gobierno de la República abandonó Barcelona el 22 de enero de 1939 y se dirigió hacia la frontera francesa. El 1 de febrero de 1939 se celebraba en la localidad gerundense de Figueras el último pleno de las Cortes donde el Presidente Negrín estuvo presente y pronunció su último discurso en suelo republicano.

Margarita se exilió en Francia el 8 de febrero de 1939 atravesando los Pirineos y siendo enviada como refugiada primero a Lauzet (cerca de Suiza) y después a Sisteron. Posteriormente tuvo la suerte de ser una de las favorecidas por el gobierno francés que alojó a un gran grupo de escritores y artistas españoles en el Albergue juvenil (Auberges de la Jeunesse, un palacio rehabilitado del siglo XVIII) de la localidad de Roissy-en-Brie (próxima a París). Muchos de ellos eran literatos catalanes como Mercè Rodoreda o Armand Obiols. En dicho palacio o castillo, hoy Ayuntamiento del pueblo, se colocó en 2019 una placa recordando a los exiliados republicanos que se refugiaron allí.

Después de cinco meses Margarita partió con destino a México en la tercera expedición organizada por el Gobierno del presidente Lázaro Cárdenas a bordo del vapor «Mexique» que zarpó de Burdeos el 17 de julio de 1939 con destino al puerto de Veracruz con 2.200 republicanos abarrotando sus camarotes. Entre los datos facilitados por ella al embarcar figuraban algunos ciertos, como su soltería, su militancia en el Partido Comunista o que al abandonar España residió en Francia en Roissy-en-Brie. Sin embargo, su edad de 25 años era falsa, así como que nació en Murcia, y en su cargo durante la guerra declaró que fue «directiva de la Unión General de Trabajadores» (quizás de temas agrarios), de lo que no hay constancia ninguna, aunque no es de extrañar, pues recordemos que a ese Sindicato pertenecían también los miembros del Partido Comunista. Margarita partió sola al exilio. Su hermana quedó en Madrid, y a su madre de 60 años le había perdido la pista cuando abandonó Madrid en noviembre de 1936.

De su vida en México DF se conoce muy poco, apenas nada. Por sus conocimientos de francés y de taquimecanografía le ofrecieron trabajos administrativos y de telefonista, profesión ésta que sí desempeñó. Trabajó desde diciembre de 1939 en la revista Amiga (México DF) publicada por «Edición y distribución iberoamericana de publicaciones, S. A.» (E.D.I.A.P.) (8) fundada por el escritor republicano Rafael Giménez Siles, y cuya revista más conocida fue Romances.

Por la revista España Popular (México DF)-«Semanario al servicio del pueblo español» del 29 de septiembre de 1944 se conoce su última actividad: había impartido una conferencia en la Casa de la Democracia de Guadalajara titulada «La mujer española en la guerra, bajo el terror franquista y en la emigración».

Margarita Andiano Muñoz murió muy joven. Falleció en México DF el 4 de agosto de 1948, a los 47 años de edad de una embolia pulmonar; seguía soltera, sin hijos y de profesión periodista (9). Sus restos descansan en el Panteón Español de la capital mexicana, como los de tantos exiliados republicanos, muchos de ellos en el más absoluto de los olvidos, una derrota más de la Segunda República.

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– Fotografía de la imagen: Margarita Andiano, César Falcón y otros responsables del «Altavoz del Frente», en Estampa del 3 de octubre de 1936.

(1) Datos de su expediente del Comité Técnico de Ayuda a los Exiliados Españoles (CTARE) disponible en el Archivo Digital de la Fundación Pablo Iglesias.

(2) Periquito entre ellas (Vitoria) de 18 de agosto de 1885.

(3) En La Región: diario de la República (Murcia) el 21 de febrero de 1932.

(4) En el siguiente documental de Val de Omar se puede ver la expedición a Burgohondo (1932), con Margarita Andiano: https://www.youtube.com/watch?v=CmwJLHsRj5w

(5) Quiliano Blanco Hernando, «La provincia de Ávila. Libro de lectura para las escuelas primarias de la provincia». Ávila, 1935: Establecimiento tipográfico de Nicasio Medrano.

(6) Ficha A0103681 de la sección político-social del Centro Documental e la Memoria Histórica (Salamanca).

(7) Desde que Carmen Alcalde en su obra «La mujer en la guerra civil española» (Ed. Cambio 16, 1976) criticara este artículo, atribuyéndolo a un hombre, otras muchas autoras mucho más actuales, han seguido repitiendo esa referencia, y algunas fechándolo erróneamente el 8 de noviembre de 1936.

(8) Datos de su expediente del Comité Técnico de Ayuda a los Exiliados Españoles (CTARE) disponible en el Archivo Digital de la Fundación Pablo Iglesias.

(9) Certificado de defunción en México DF. en 1948 (disponible en la web Familysearch).



Fuente → kaosenlared.net

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