Juan Carlos de Borbón jefe del Estado interino y los últimos fusilados por Franco
 
Juan Carlos de Borbón jefe del Estado interino y los últimos fusilados por Franco / Jordi Serrano 
 
Juan Carlos de Borbón asumió interinamente la jefatura del Estado entre el 19 de julio al 2 de septiembre de 1974, y después desde el 30 de octubre hasta el 20 de noviembre de 1975 por la agonía de Franco. Asumió el poder sin ningún escrúpulo moral.

 

Después de julio de 1974 ya nunca las cosas serían como antes. Vicente Pozuelo Escudero, substituto del doctor Vicente Gil, se encargó desde entonces de atender médicamente al Caudillo y utilizó un acientífico “método psicológico” que consistía en lo siguiente: hacer desfilar a Franco con la canción de Soy valiente y leal legionario. El doctor relata «los ojos de Franco brillaron, apretó los labios, echó los hombros hacia atrás y comenzó a sonreír, sintiéndose una vez más como un «novio de la muerte» El cuadro no puede ser más patético. Lo más increíble es que lo cuenta el propio doctor Pozuelo.

En este contexto, 1975, Carlos Arias Navarro, presidente de gobierno dice «Franco es un viejo, aquí no hay más cojones que los míos.” Utrera Molina, que fue ministro de Vivienda y secretario General del Movimiento Nacional, le dice a Franco que Arias es un traidor, Franco se echó a llorar y dijo «Pero que no se entere nadie.» Franco remata a Utrera «No olvide que, en último término, el Ejército defenderá su victoria.» Utrera le juró permanecer en su puesto hasta el último aliento. Le respondió Franco: «una lealtad como la suya no es frecuente.” Y Franco se «quebró, lo abrazó y lloró copiosamente.” Se despidieron así: «Caudillo a tus órdenes ¡Arriba España! con el brazo en alto, Franco responde tembloroso se pone en pie e intenta poner también el brazo en alto.»

Arias era conocido como el Carnicero de Málaga, donde firmó y ejecutó más de 4.000 penas de muerte. De hecho, cuando ETA, en el marco de la Operación Ogro, hace volar al presidente del Gobierno en el año 1973 era ministro de la Gobernación. Cuando Franco se enteró que Carrero había muerto dijo “No hay mal que por bien no venga” y en vez de echarlo porque era el responsable de su seguridad, nombró a Arias Navarro presidente de gobierno, en sustitución del fascista volador. Hay que ver cómo se relacionaban entre ellos, que catadura moral.

Franco aún tiene tiempo y energía de fusilar a más españoles. El 27 de septiembre de 1975. Fueron asesinados tres miembros del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP) José Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz y dos miembros de ETA político-militar, Juan Paredes Manot (Txiki) y Ángel Otaegui. Juan Carlos de Borbón se mantuvo aprobando esta inmoralidad. A Franco le faltaban menos de dos meses para expirar.


Fuente → memoriadelfuturo.eu

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