
“Lo interesante ahora es saber que para el Sindicalismo y Anarquismo aún es tiempo de renovarse espiritual y orgánicamente”, afirmó el militante anarcosindicalista catalán y secretario general de la CNT -en los años 20 del siglo pasado-, Joan Peiró Belis (1887-1942); escribió estas palabras en el libro Problemas del sindicalismo y del anarquismo, publicado en 1930 (durante el denominado periodo de entreguerras); en el citado texto añadió:
“El sindicato es el instrumento para la defensa de clase. Harto se comprende, además, que el concepto general de clase, desde nuestro punto de vista, no admite más que una: la sujeta a la ley del salario”.
Antes de cumplir los 10 años, Joan Peiró empezó a trabajar como vidriero en una factoría de Barcelona; y antes de la veintena, se enroló en la militancia sindicalista (estuvo influido por el sindicalismo revolucionario francés); en esa época, pasada la infancia, Peiró aprendió a leer y escribir; accedió a la Secretaría General de la CNT en 1922, cuando ya había desempeñado tareas de responsabilidad en el sindicato (a partir del congreso de la Confederación Regional del Trabajo de Cataluña, de 1918).
Los pormenores de la biografía de Joan Peiró Belis pueden seguirse en la obra de 598 páginas Juan Peiró, mi padre. Una vida ejemplar, escrita por el hijo del histórico cenetista, José Peiró Olives; editada en 2025 por la Fundación Salvador Seguí, la biografía fue presentada el 8 de octubre en el Centre cultural Octubre de Valencia, en un acto de homenaje organizado por la CGT-València, la Fundación Salvador Seguí y la Fundación Ferrer i Guàrdia.
Joan Peiró murió fusilado por la dictadura franquista el 24 de julio de 1942, en el denominado paredón de España del municipio valenciano de Paterna; había ejercido como ministro de Industria de la II República -durante el Gobierno de Largo Caballero-, y al concluir la guerra española se exilió en Francia; fue detenido por los nazis; la dictadura solicitó la extradición del anarcosindicalista, que se hizo efectiva en febrero de 1941.
Pasó por la prisión y fue objeto de torturas, se le trasladó a Valencia en abril y, en 1942, afrontó un juicio en el que fue condenado a muerte y ejecutado junto a seis militantes cenetistas; la nota informativa de la CGT recuerda las palabras que Joan Peiró dirigió a su abogado, al conocer la resolución judicial: “Con mi muerte, me gano a mí mismo”.
Además de la presentación de Juan Peiró, mi padre. Una vida ejemplar, en la que participaron la nieta del anarcosindicalista, Amapola Peiró, el presidente de la Fundación Salvador Seguí, Emili Cortavitarte, y la secretaria de la Mujer de CGT-València, Carmen Jareño, el acto de reconocimiento al sindicalista incluyó la instalación de un azulejo -en su memoria- en el paredón del cementerio de Paterna.
José Peiró Olives permaneció expatriado junto a su padre hasta que éste fue capturado; el libro de la Fundación Salvador Seguí destaca la vinculación militante de Joan Peiró con la CNT, además de otros aspectos como su labor periodística -ejerció la dirección de Solidaridad Obrera y del periódico libertario Catalunya-; el desempeño del cargo de comisario general de la Energía Eléctrica, en el Gobierno de Negrín y, en el exilio de Francia, la participación en la Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles (JARE), constituida en 1939.
En el verano de 2017 se cumplió el 75 aniversario del fusilamiento de Joan Peiró; por este motivo, el historiador Emili Cortavitarte publicó un artículo en el periódico Rojo y Negro (La forja de un revolucionario), en el que se refería a los últimos días del vidriero y cooperativista nacido en el barrio de Sants (Barcelona):
“En el juicio militar, declararon a favor de Peiró una serie de personas vinculadas a los vencedores. De nada sirvieron, la Falange de Mataró aumentó el tono de las acusaciones y el fiscal incluso le hizo responsable de la Semana Trágica de 1909. La sentencia fue: pena de muerte y no tramitación expresa de propuesta de conmutación”.
En 1989 los restos mortales de Joan Peiró fueron trasladados al Cementerio Viejo de Mataró, donde se hallan actualmente; antes reposaban en el camposanto de Paterna, municipio en el que el anarcosindicalista fue soterrado -tras su fusilamiento- en 1942.
Años atrás, en la época que Joan Peiró ingresó por segunda vez en el ejecutivo republicano -comisario en el ámbito de la Energía Eléctrica (abril de 1938)-, “preparaba un libro sobre la más adecuada gestión de los recursos económicos de España. Sus artículos recogen la crítica a las nacionalizaciones de las empresas, excepto algunas de carácter estratégico, y su defensa de las colectivizaciones (…)”, subraya Emili Cortavitarte.
Los años 20 tuvieron relevancia en la trayectoria de Peiró; fue objeto de dos atentados y estuvo en las cárceles de Soria y Vitoria; ubicado en la Secretaría General de la CNT, tuvo lugar la Conferencia de Zaragoza (1922), en la que se abordó Nuestra posición ante la política y el sindicato se calificó como “un organismo netamente revolucionario”; en 1925, el líder sindical estuvo entre los promotores de la Cooperativa del Vidrio de Mataró; durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) pasó de nuevo por la prisión y se desempeñó, por segunda vez, como secretario general de la CNT.
Asimismo resulta de interés la biografía del autor de Juan Peiró, mi padre. Una vida ejemplar; así, nacido en 1917 en el municipio de Badalona, José Peiró Olives se formó -hasta los 14 años- en la escuela racionalista de la Cooperativa del Vidrio de Mataró; además de trabajar como vidriero, militó en la CNT, compromiso que se prolongará -durante la guerra de España- con el enrolamiento voluntario en la Brigada Ascaso; Joan Peiró participó, en concreto, en el Frente de Aragón.
Finalizado el conflicto de 1936-1939, se exilió con su familia a Francia, donde se implicó en la lucha de la Resistencia contra la ocupación del III Reich, y contra el gobierno colaboracionista de Vichy; en reconocimiento al compromiso, José Peiró Olives recibió la Medalla de la Defensa de París, entre otros galardones.
Su recorrido militante continuó como secretario del comité peninsular de las Juventudes Libertarias y, asimismo, de la Federación Local de la CNT en París; colaboró a menudo en periódicos libertarios, y participó en la lucha antifranquista; su retorno al estado español -desde el exilio- se produjo tras la muerte del dictador; en 1978 José Peiró Olives publicó el libro Juan Peiró. Teórico y militante del anarcosindicalismo español.
Fuente → rebelion.org
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