Dolores Ibárruri: La Pasionaria, voz universal del antifascismo
Dolores Ibárruri: La Pasionaria, voz universal del antifascismo
Jorge Raul Amaya

La voz que no se apagó

En la historia del siglo XX, pocas figuras encarnan de manera tan potente la resistencia contra el fascismo y la lucha por la justicia social como Dolores Ibárruri Gómez, conocida mundialmente como La Pasionaria. Su nombre se convirtió en sinónimo de la resistencia republicana española, de la defensa de los derechos de los trabajadores y de la lucha antifascista internacional. Su vida atravesó las grandes convulsiones de su tiempo: la pobreza minera del País Vasco, la Segunda República Española, la Guerra Civil, el exilio en la Unión Soviética, la dictadura franquista y finalmente el regreso a una España democrática.

Este artículo reconstruye su historia con un enfoque interpretativo-antifascista, contextualizando explícitamente la influencia del franquismo, la Iglesia católica española, los Estados Unidos y la OTAN en los procesos políticos que marcaron su vida, y su legado como ícono cultural y político que trascendió fronteras.

Orígenes y formación: la forja de una militante

La infancia minera

Dolores Ibárruri nació el 9 de diciembre de 1895 en Gallarta, una localidad industrial del País Vasco. Provenía de una familia minera muy humilde: su padre, Manuel Ibárruri, trabajaba en las minas, y su madre, María Gómez, cuidaba de la familia en condiciones de extrema precariedad. La pobreza marcó su infancia, pero también la conciencia temprana de la desigualdad social. Desde joven comprendió que el destino de las personas estaba profundamente condicionado por las estructuras de poder económico y social, y que la lucha colectiva era la única vía para aspirar a justicia.

Primeros contactos con el socialismo

La vida de Dolores cambió tras su matrimonio con Julián Ruiz, minero y militante socialista. Gracias a él, Ibárruri comenzó a involucrarse en los movimientos obreros y descubrió la política como herramienta de transformación. En 1920 ingresó al Partido Comunista de España (PCE), entonces recién fundado, y adoptó la militancia como forma de vida. Fue en esta etapa cuando comenzó a escribir artículos y a participar en mítines, firmando con el seudónimo “Pasionaria”, un apodo que evocaba la pasión religiosa popular pero que transformó en un símbolo de combate revolucionario.

La Segunda República y la radicalización política

El auge de la República

La proclamación de la Segunda República Española en 1931 abrió un escenario político inédito: se legalizó el sufragio femenino, se promovieron reformas sociales y se fortalecieron los derechos laborales. Para Ibárruri, estos cambios eran un primer paso, pero insuficiente: la verdadera transformación requería la organización de la clase obrera y la creación de un Estado socialista capaz de garantizar justicia social y acabar con la explotación capitalista.

Militancia y oratoria

Durante estos años, La Pasionaria se destacó por su capacidad de comunicación. Su oratoria combinaba la cadencia dramática, referencias religiosas populares y lenguaje político marxista. Su voz se convirtió en un instrumento de cohesión y motivación, capaz de electrizar a miles de trabajadores y estudiantes. Comenzó a ser reconocida no solo en el País Vasco, sino en toda España, como una de las voces más firmes del comunismo y del antifascismo.

La Guerra Civil Española: frente al fascismo

El golpe de Franco y la resistencia

El 17 de julio de 1936, un sector del ejército español, liderado por Francisco Franco y con apoyo de sectores conservadores, dio un golpe de Estado contra la República. Ibárruri se convirtió inmediatamente en una figura central de la resistencia. Desde Madrid, su discurso “¡No pasarán!” se transformó en un lema de combate que simbolizaba la determinación del pueblo frente al fascismo.

La Pasionaria denunció abiertamente el apoyo de la Iglesia católica española a la rebelión franquista y la complicidad internacional de poderes como Alemania, Italia y, en menor medida, el alineamiento tácito de Estados Unidos con los intereses conservadores que apoyaban la dictadura en ciernes. Su posición era clara: no existía neutralidad frente al fascismo, solo la resistencia o la sumisión.

El papel del PCE en la guerra

Como dirigente del Partido Comunista de España, La Pasionaria promovió la organización de brigadas populares, fomentó la unidad de la izquierda y defendió la importancia de la disciplina política y militar. A pesar de las diferencias tácticas con otros partidos republicanos, su objetivo era único: derrotar a Franco y asegurar un Estado socialista democrático en España. Su liderazgo moral superaba la esfera del aparato partidario; era la voz que daba cohesión a un frente fragmentado por tensiones internas, intervenciones extranjeras y la creciente represión fascista.

El costo personal

La Guerra Civil tuvo un costo humano devastador para La Pasionaria. Su hijo Rubén Ruiz Ibárruri murió combatiendo en Stalingrado contra los nazis, una pérdida que marcó profundamente su vida. Esta tragedia personal reforzó su compromiso internacionalista: comprendió que la lucha contra el fascismo era un conflicto global y que la solidaridad entre pueblos era esencial.

Exilio en la Unión Soviética: la consolidación internacional

La huida y la vida en Moscú

Con la caída de Madrid en 1939, Ibárruri debió exiliarse en la Unión Soviética, donde permaneció hasta 1977. Moscú se convirtió en su nuevo hogar, pero también en la sede desde la que coordinó la resistencia antifranquista y el trabajo político del PCE en el exilio. Allí, la Pasionaria se convirtió en un referente moral y simbólico, articulando la memoria de la República y la lucha antifascista internacional.

Relaciones con la URSS y Stalin

La relación de La Pasionaria con la URSS fue compleja pero constante. Apoyó la línea del Partido Comunista Soviético, incluyendo el liderazgo de Stalin, considerando que la URSS era el principal bastión contra el fascismo en Europa. Tras la denuncia del estalinismo en 1956, adoptó una postura prudente: no hizo críticas públicas que rompieran la unidad del partido, manteniendo su legitimidad histórica y simbólica como referente del antifranquismo.

Diplomacia y liderazgo internacional

Durante décadas, La Pasionaria fue invitada a congresos, encuentros internacionales y misiones diplomáticas comunistas. Su fama trascendió fronteras: era considerada la voz española del antifascismo, y su imagen apareció en carteles, libros y periódicos de todo el mundo. A través de su labor, logró mantener viva la memoria de la República y la denuncia del régimen franquista ante la comunidad internacional, incluyendo las redes de apoyo en América Latina y Europa Occidental.

El papel del PCE en el exilio

Autoridad moral y simbólica

En Moscú, Dolores Ibárruri ocupó cargos centrales en el PCE, aunque su fuerza no residía tanto en el manejo técnico del aparato, sino en la legitimidad que le confería su historia de combate. Fue Secretaria General y luego Presidenta del PCE, liderando desde la moral y la memoria, manteniendo la cohesión del partido pese a las tensiones internas y a los cambios internacionales, como la “eurocomunización” de Santiago Carrillo en la década de 1970.

La estrategia frente a la dictadura

La estrategia del PCE durante el exilio consistió en mantener viva la resistencia política, coordinar la solidaridad internacional y preparar el retorno a España. La Pasionaria apoyó los canales diplomáticos, el fortalecimiento de redes clandestinas y la formación de cuadros políticos capaces de operar en condiciones de persecución. Su liderazgo fue decisivo para que el antifranquismo sobreviviera institucionalmente y moralmente durante casi cuatro décadas de dictadura.

Retorno a España y la transición democrática

La vuelta en 1977

Tras la muerte de Franco en 1975 y la apertura política de España, La Pasionaria regresó en 1977. Su llegada fue un acontecimiento masivo: miles de personas la recibieron en Madrid, reconociéndola como símbolo de resistencia y justicia histórica. Su retorno coincidió con las primeras elecciones democráticas tras la dictadura, y fue elegida diputada, representando la continuidad histórica del PCE en la nueva España.

Papel en la transición

En la transición, La Pasionaria desempeñó un papel simbólico: articuló la memoria de la República, promovió la reconciliación política desde la legitimidad antifranquista y sirvió de puente entre generaciones de militantes. Aunque el PCE había adoptado estrategias más pragmáticas y moderadas, su presencia recordaba la urgencia de justicia social y el valor de la resistencia frente al fascismo.

Oratoria y frases célebres: la voz que inspiró generaciones

Estilo y estrategia

La oratoria de La Pasionaria combinaba emoción, drama y claridad política. Su voz era capaz de electrizar multitudes, convertir el miedo en determinación y transformar la tragedia personal en símbolo de lucha colectiva. Su estilo no solo tenía efecto motivador, sino estratégico: la moral era parte del campo de batalla.

Frases que marcaron la historia

Entre las más célebres se encuentran:

  • “¡No pasarán!”, símbolo de la resistencia madrileña frente al fascismo.
  • “Es mejor morir de pie que vivir de rodillas.”
  • “La historia es nuestra y la hacen los pueblos.”
  • “El fascismo no es una opinión; es un crimen.”

 

Estas frases trascendieron su contexto histórico y se convirtieron en emblemas del antifascismo internacional, citadas en luchas obreras, estudiantiles y sociales en todo el mundo.

Legado cultural y político

Ícono antifascista

El legado de Dolores Ibárruri trasciende la política española. Es un símbolo de la lucha antifascista global y de la resistencia popular frente a regímenes autoritarios. Su figura inspira movimientos de izquierda, feministas retroactivos y activistas que buscan justicia social y derechos humanos.

Figura femenina pionera

Aunque no se definía como feminista, rompió el monopolio masculino de la política de masas en España y Europa. Su liderazgo demostró que la voz de la mujer podía ser central en la política revolucionaria y en la organización popular.

Memoria histórica

La Pasionaria representa el hilo que une la República, la Guerra Civil, el exilio y la resistencia antifranquista. Su vida es testimonio de la importancia de la memoria histórica y del papel de los individuos que, pese a las adversidades, luchan por principios universales como la libertad, la justicia y la solidaridad.

Dolores Ibárruri, más allá de la historia

Dolores Ibárruri Gómez, La Pasionaria, encarna una vida de resistencia, compromiso y liderazgo moral. Desde la pobreza minera del País Vasco hasta el exilio soviético, desde la Guerra Civil hasta la democracia española, su trayectoria refleja la tensión entre la represión fascista y la lucha por la justicia social. Su voz y sus actos demostraron que la política no es solo estrategia, sino también símbolo y emoción capaz de movilizar pueblos enteros.

En un siglo marcado por dictaduras, guerras y persecuciones, La Pasionaria se mantiene como un ejemplo de cómo la determinación, la organización y la solidaridad pueden resistir incluso ante los poderes más concentrados y violentos. Su legado sigue vigente, no solo en España sino en todo el mundo, como un recordatorio de que la lucha contra el fascismo y la injusticia nunca puede ser neutral y siempre exige compromiso, coraje y memoria.

Fuentes

Centro Documental de la Memoria Histórica (Gobierno de España)

Archivo Histórico del PCE; Fundación de Investigaciones Marxistas (FIM)

Archivo de la Guerra Civil de Salamanca

Discursos de Dolores Ibárruri en sesiones del Congreso de los Diputados (1936–1939) y en Radio Madrid durante el asedio

Conferencias y discursos de Icaza y José Díaz sobre el Frente Popular

Testimonios recogidos en el proyecto Historia Oral del Exilio Español (UNAM, México)

Prensa republicana de la época (Mundo Obrero, Claridad, El Socialista, La Vanguardia republicana entre 1936 y 1939)

Actas del Parlamento Español sobre la represión franquista y los procesos sumarísimos posteriores

Colección exilio español en URSS (publicaciones internas del PCUS sobre brigadistas y refugiados ibéricos)

Declaraciones y cartas de Ibárruri publicadas tras su retorno a España (1977–1985) en Mundo Obrero y El País

Archivos audiovisuales de RTVE sobre Transición y retorno del PCE; Obras y estudios biográficos sobre Ibárruri publicados en España y México entre 1970 y 2010



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