
Memoria y política en ‘Anatomía de un instante’.
Memoria y política en ‘Anatomía de un instante’.David Trueba hizo una película basada en un celebrado libro de Javier Cercas. Me refiero a ‘Soldados de Salamina’. En la película ‘Marco’, el propio Cercas aparece presentando ‘El impostor’, donde trata al personaje que se hizo pasar por tantas cosas a lo largo de su vida. Otro de sus libros ha inspirado una serie televisiva homónima presentada en el Zinemaldia, dentro de la sección oficial y fuera de concurso. Hablamos de ‘Anatomía de un instante’.
A quienes vivimos aquel fallido golpe de Estado nos hace rememorar una noche muy intensa, en la que parecía posible revertir el sistema democrático. Yo vi aparcados los autobuses ante las puertas del Congreso y luego escuché los tiros retransmitidos por la radio. Fue la noche de los transistores. Todavía sigue sin aclararse qué papel pudo jugar el entonces jefe del Estado, a quien parece haber salvado Sabino Fernández Campos, por mucho que agradezca el silencio de Alfonso Armada, el cual no dejó de contactar con políticos como Enrique Múgica para sondear un gobierno designado por la Casa Real.

La serie se concentra en los tres parlamentarios que no llegaron a esconderse: Adolfo Suárez, todavía presidente del Gobierno en funciones; Manuel Gutiérrez Mellado, el militar que fue considerado un traidor por sus pares, como también lo habría sido quien fue ministro del Movimiento; y Santiago Carrillo, el secretario general del Partido Comunista, tenido igualmente por un traidor al aceptar la Corona y la bandera bicolor. La legalización del PCE fue una osadía por parte de Suárez y, a cambio, la matanza de Atocha recibió una respuesta tan pacífica como disciplinada, que favoreció contar con el partido comunista desde las primeras elecciones democráticas.
La serie interesa sobre todo por lo que cuenta, si bien cabe destacar las interpretaciones de Álvaro Morte como Adolfo Suárez o de Eduard Fernández interpretando a Santiago Carrillo, así como quien hace las veces del general Gutiérrez Mellado. Enfrente se destacan como antónimas las figuras de los tres principales golpistas encausados: Alfonso Armada, Milans del Bosch y Tejero. Es una pieza más en un festival donde no han faltado películas y series dedicadas a la historia política de las últimas décadas.
Al parecer Javier Cercas no está descontento con el resultado, que curiosamente sus protagonistas confesaban estar pendientes de ver en el pase vespertino. Sigue habiendo muchos enigmas por despejar y cada vez parece más obvio que Juan Carlos I tuvo una participación bastante turbia en todo este asunto, contrario al mito que lo convirtió en un gran defensor de la democracia, papel con el que se condonaban sus escándalos eróticos y un incremento patrimonial amparado por una execrable impunidad.
Fuente → nuevatribuna.es
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