Memorias del exilio. Los Niños Vascos del 37 Y Habanako Umeak
Memorias del exilio. Los Niños Vascos del 37 Y Habanako Umeak 
 
Para este febrero, traemos dos trabajos bien diferentes, pero que sin embargo tienen tres elementos comunes: el primero es el exilio de las niñas y niños vascos en el 37, el segundo la partida hacia el exilio de estas niñas y niños en el buque Habana, y el tercer elemento común, y a mi juicio el más importante, es que ambos trabajos tienen la categoría de autoediciones; pequeñas publicaciones alejadas de las grandes editoriales y los grandes circuitos de distribución, lo que las da un valor y relevancia mucho mayor, porque suponen un esfuerzo personal y/o colectivo  alejado del interés económico, y centrados únicamente en el interés memorialista y del conocimiento. Son pequeños trabajos realizados, el primero por el interés y el esfuerzo personal de Begoña Garrido, su autora; el segundo está hecho de forma colectiva gracias al esfuerzo de la Asociación Gogoan Sestao Elkartea.
 

Memorias del Exilio. Los niños vascos del 37, nos habla de una experiencia colectiva, del exilio vizcaíno, construido a través de más de treinta entrevistas, con cuyo testimonio se crean tres personajes, dos mujeres y un hombre. Mientras que Habanako umeak se centra en el exilio de las niñas y niños de Sestao, historia que se nos cuenta a través de una mujer y dos hombres como protagonistas. En el primero sus protagonistas se exilian a Reino Unido, Francia y la URSS, mientras que en el segundo lo hacen al Reino Unido, Bélgica y la URSS.

Como siempre que traemos una presentación doble, la misma la hacemos siguiendo el orden de su publicación. Ambos trabajos se presentaron en noviembre de 2024, por lo que el orden seguido ha sido producto del azar, primero Memorias del exilio. Los niños vascos del 37 y segundo Habanako Umeak.


MEMORIAS DEL EXILIO. LOS NIÑOS VASCOS DEL 37.-
 

Autores: Begoña Garrido (guion) y Oskar Gorroño (dibujo). Autoedición. Publicado en noviembre de 2024, tanto en euskera como en castellano. Color. Cartoné. 60 páginas. Contiene un prólogo de Marta Simó-Comas, una Introducción con una breve Contextualización Histórica, y un apartado de Extras.

En el Prólogo, hecho por una de las directoras de la Tesis Doctoral de la autora, nos explica que la investigación de Begoña Garrido se centra en las vivencias de las mujeres vascas de clase trabajadora durante las dos primeras décadas del franquismo, con un importantísimo trabajo de investigación de campo y como, producto de estas conversaciones, surge la idea de este cómic.

La Introducción explica la importancia de dar voz a las niñas y niños que sufrieron el exilio, de forma que los detalles de la guerra quedan en un segundo plano. Cómo se ha preservado el anonimato de los protagonistas entrelazando algunas de sus historias, y cómo la construcción de los tres personajes protagonistas es el resultado de más de treinta entrevistas realizadas a residentes de Bizkaia. 

En el apartado de Breve contextualización histórica nos explica cómo el Gobierno Vasco, en respuesta a los bombardeos sobre municipios vascos, organizó el éxodo masivo de más de 32.000 niñas y niños, así como de la gran importancia que otorgó a la educación y el cuidado de los menores, los desafíos y dificultades de adaptación que supuso para las niños y niñas, y la mención de los países que acogieron a estas niñas y niños.

Begoña Garrido, Doctora en Estudios Culturales por la Universidad de Reading (Reino Unido). Anteriormente su formación se desarrolló en el Trinity College Dublín, en la Universidade do Porto y la Universidad del País Vasco. Su trabajo se centra en la investigación del exilio y del primer franquismo en Bizkaia, así como en la divulgación histórica.

Oskar Gorroño, Licenciado en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco, dibujante e ilustrador para numerosas publicaciones y especializado en ilustración infantil y juvenil. Es autor de: Bolita de fuego (2014), El reino de las cien montañas (2014), Juntos por un sueño (2015), El proyecto Leto (2017), Cuentos para familias imperfectas (2020). También trabaja en su propio centro de dibujo y artes plásticas.

Hasta donde yo conozco, Memorias del Exilio. Los niños vascos del 37 es el primer trabajo de ambos en el mundo del cómic.

La obra está estructurada en 5 capítulos: Miedo (7 páginas), Incertidumbre (7 páginas), Esperanza (13 páginas), Ilusión y desarraigo (7 páginas), Patria (en rojo la presentación, 5 páginas). En cada uno de los capítulos hay una primera página con un texto introductorio. Además, contiene una página para la presentación de los protagonistas y sus lugares de exilio (Martina a Francia, Antonio al Reino Unido, ambos con retorno en junio y diciembre de 1939 respectivamente; y Lucía a la URSS, con retorno en diciembre de 1956).

Los tres relatos que vemos en el cómic son el resultado de las entrevistas que Begoña Garrido realizó en 2019 a más de treinta personas vizcaínas. En estos testimonios aparecía siempre la experiencia del exilio, lo que llevó a Begoña a la conclusión de que había que publicar esas experiencias, darlas a conocer. En ese momento, Begoña llega a la conclusión de que el cómic puede ser el formato ideal para transmitirlas, ya que el mismo permitirá llegar a todos los públicos, especialmente las personas jóvenes, y con ello ser transmisor de la experiencia de esos jóvenes vascos que en el 37 partieron al exilio, y transmitirla a los jóvenes vascos de ahora, para que nunca se borre de nuestro recuerdo y caiga en el olvido, ya que forman parte de nuestra memoria colectiva.

Refleja el miedo que entre la población civil generaban los bombardeos y que sirvió para que las fuerzas políticas y el Gobierno Vasco tomasen conciencia del peligro que suponía para la población civil, poniendo en marcha las operaciones de exilio de las niñas y niños vascos. Vemos la angustia y las contradicciones que para los padres supuso una decisión de esa transcendencia y el sufrimiento de las madres al quedarse solas ya que sus maridos e hijos mayores combatían en el frente. Los niños y niñas son alojados en domicilios particulares o en albergues y campamentos.

Nos presenta el papel del Gobierno Vasco durante todo el proceso, y el seguimiento que hace de esos niños y niñas. Como alguna de estas familias no van al exilio directamente desde Euskadi, sino algunas de ellas, ante el avance de los golpistas, se refugian primero en Cantabria y Asturias, desde donde parten hacia el exilio. El recibimiento con honores que la URSS hace a las niñas y niños refugiados vascos. La doble adaptación que estos niños y niñas sufren, primero cuando se exilian y después a la hora de su retorno a sus lugares de origen, donde se encuentran con cambios muy importantes que les generan un gran estrés.

Vemos el tratamiento diferente que se les da a las niñas y niños vascos refugiados en la URSS, que no son acogidos por familias, sino que es el propio estado soviético quien les acoge, en unos centros especiales, algunos de ellos muy suntuosos. También es el estado soviético el que les proporciona la educación, en muchos casos una educación superior universitaria, o el empleo. Vemos como con la invasión nazi de la URSS sus condiciones empeoran como consecuencia de la guerra, e incluso se ven obligados a desplazarse a otros lugares, viviendo por ello muchas penurias e incluso hambre. Además, con la guerra, estos niños no eran obligados a alistarse militarmente, pero muchos de ellos lo hicieron, muriendo en combate 39 de ellos. Por último, su repatriación a sus lugares de origen es muchísimo más tardía, regresando los primeros a partir de 1956, pero con muchísimos problemas con el nuevo estado franquista que les tenía en el foco de su control e intervención, y que fueron conocidos popularmente como “los rusos”.

El dibujo es bueno, figurativo, muy realista, lleno de recursos, que nos presenta escenas, paisajes y detalles muy reconocibles. Todo él, incluido el color, que también es realista, está hecho con ordenador, formando un conjunto muy visual y de bella factura. Estamos, pues, ante un gran trabajo desde ese punto de vista.

En definitiva, a pesar de ser un cómic corto en cuanto a su número de páginas, es mucha y muy valiosa la información que nos transmite, convirtiendo este cómic en un hermoso ejercicio de síntesis, en el que todos los temas están tratados con gran humanidad, transmitiendo un mensaje de esperanza y solidaridad, algo que se ve a lo largo de todo el trabajo, pero que yo lo he visto especialmente reflejado en el episodio de los hermanos Antonio y Asún, que por fin regresan a su casa, pero no hay nadie para recibirles, hasta el día siguiente que va su madre, y que por lo tanto, algo duro como lo que nos cuenta, se hace de manera muy sensible.

HABANAKO UMEAK

Autores: Gogoan Sestao Elkartea (documentación), y Aitor Urkiola “Brontxe” (dibujo, diseño y maquetación). Rústica con solapas, 20 páginas, blanco y negro. Publicado en euskera y castellano en noviembre de 2024.

Gogoan Sestao Elkartea es una asociación memorialista de Sestao, fundada en diciembre de 2012, cuya actividad se centra en la recuperación de la memoria histórica. Para ello realiza todo tipo de actividades (charlas, exposiciones, conmemoraciones, publicaciones …).

Aitor Urkiola “Brontxe”, ilustrador y dibujante en su tiempo libre, sabe sacar la comicidad de los personajes que dibuja, y al que le gusta cocinar lentamente sus trabajos, sin presión, ya que no es un dibujante profesional, sino que considera el dibujo un hobby. Colaborador de distintos medios locales. Ganador de un accésit al mejor cómic en euskera en el XXVI Concurso de Cómic de Portugalete.  

Habanako umeak es el segundo título de una serie todavía sin terminar, que tiene un primer trabajo titulado Tiempos de guerra. Sestao 1936-1937, publicado en noviembre de 2020. Un cómic que nos sirve para conocer el desarrollo del Sestao industrial y el cambio profundo que el mismo provoca. A través de sus páginas asistimos al comienzo de la Guerra Civil, que se produjo cuando los sestaoarras estaban celebrando las fiestas del Carmen. Un estallido que provoca una reacción voluntarista de rabia y movilización de los vecinos y vecinas, pero que desconocían el auténtico significado de lo que una guerra significaba, y por ello no eran conscientes de la gravedad de la situación. El cómic documenta de una manera muy visual los bombardeos del 23 de mayo, bombardeos dirigidos contra una población civil totalmente indefensa, así como la destrucción que la guerra provoca, la derrota y también la ocupación de Sestao por las tropas falangistas.

Tiempos de guerra. Sestao 1936-1937 termina como comienza el Habanako umeak, con el aitite (abuelo) y su biloba (nieta) sentados muy cerca del único Horno Alto que queda en Sestao como vestigio de su pasado industrial. En ese lugar, tan reconocible y simbólico, se rencuentra con sus amigos, niños de la guerra como él. Una vieja fotografía sirve como vehículo para que sus memorias se despierten y fluyan los recuerdos grabados en sus mentes. A través de los mismos vemos cómo la guerra se acerca rápidamente a Euskadi, cómo los bombardeos sobre la población civil se convierten en una dura realidad cada vez más frecuente, algo que obliga al Gobierno Vasco a diseñar un plan de evacuación de los niños y niñas vascas, para ponerlos a salvo de la barbarie franquista, niños y niñas cuya edad oscilaba entre los 5 y los 14 años. El 22 de mayo de 1937 arribaron a Southampton más de 4.000 niños, 223 de Sestao.

Una magnífica viñeta a doble página nos cuenta cómo fué el embarque de estos niños, los dos barcos principales que participaron en dicha evacuación (el Habana y el Goizeko Izarra) y todo el dispositivo de escolta que se organizó con dichas evacuaciones para protegerlas de los bombardeos del Cervera, el crucero de los insurgentes. En sus países de acogida vemos la recepción, el trato que recibieron y las diferentes fases de su estancia, así como el esfuerzo por mantener las costumbres y la cultura vasca, pero también la nostalgia de estar lejos de sus casas.

Hay un apartado donde vemos a los niños y niñas que embarcan en el buque francés Sontay con destino a la URSS, cómo al llegar tuvieron un recibimiento apoteósico por ser hijos de combatientes antifascistas. Fueron distribuidos en 16 “casas de niños” en las que se permitió juntar a los hermanos. Nos explica cómo vivían, y la educación que recibían, en muchos casos una educación superior, hasta el punto de que, como pasó en Sestao, las tres primeras pediatras del municipio fueron tres “niñas de la guerra” evacuadas a la URSS que hicieron allí sus estudios; y cómo con la invasión nazi tuvieron que volver a ser evacuados, de tal forma que el protagonista, huyendo de la guerra acaba residiendo en Tiflis. Termina contándonos cómo fue su regreso, que se hizo de forma escalonada, la manipulación franquista que el Régimen practicó, y que decía que esos niños fueron robados, y cómo, su regreso no se inició hasta el año 1956.

El cómic está hecho en una edición muy sencilla, pero con un buen tamaño y un papel de calidad. El dibujo de Brontxe es digno de ver. En blanco y negro, totalmente hecho a mano, en concreto dibujado con Rotring, con un dibujo limpio, con unos muy buenos retratos de los protagonistas, muy realista y lleno de detalles. Un trabajo muy visual, que personalmente lamento que no se pueda ver como se merece, pero es que las páginas que se muestran, menos dos, las de mejor calidad, son fotos sacadas por mí mismo ya que en internet sólo he podido descargarme las dos fotos más pequeñas.

Postdata: El buque Habana fue un transatlántico de 10.551 toneladas construido en La Naval de Sestao para la Compañía Trasatlántica Española. Fué botado en 1920 con el nombre de Alfonso XIII. Nombre que se le cambió a Habana con el advenimiento de la II República. Tenía 146 metros de largo, 19 de ancho y 6,3 de calado. Fue diseñado para transportar 2.064 pasajeros y 245 tripulantes. Con el inicio de la Guerra Civil. Este buque pasó de realizar viajes regulares a Nueva York con el itinerario Bilbao-Cuba-México-Nueva York o cruceros de placer de Bilbao a Londres, a acoger refugiados de Gipuzkoa que huían de la guerra, y a servir de buque hospital. Finalmente se encargó –entre mayo y junio de 1937– de sacar de la parte de Euzkadi aún controlada por su gobierno legítimo a más de 16.800 niñas y niños.

Entre estos dos trabajos, los datos de los niños evacuados no coinciden. En Memorias del Exilio. Los niños vascos del 37 nos habla de 32.000 niñas y niños evacuados, mientras que en Habanako umeak nos da la cifra de 20.854 las niñas y niños evacuados, 15.383 a Francia y Bélgica, 3.861 a Gran Bretaña y 1.610 a la URSS. Esta distorsión de datos es producto de las diferentes fuentes consultadas y la dificultad de conocer con exactitud dichas cifras.  

En definitiva, dos grandes trabajos hechos con mucho cariño e interés, y con el único objetivo de dar a conocer un episodio de nuestra reciente memoria, el exilio de miles de niñas y niños vascos para protegerlos de los bombardeos fascistas sobre la población civil, y que espero que os gusten.

Un saludo. Casimiro Castaño.


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