La carta que Primo Levi escribió después de salir de Auschwitz se expone por primera vez: "Estoy vivo de milagro"

"Querida Bianca, finalmente se me presenta la oportunidad de comunicarme con Italia con cierta garantía de llegada a mi destino", escribía Primo Levi (Turín, 1919-1987) a su amiga Bianca Guidetti Serra cuatro meses después de ser liberado, por parte del Ejército Rojo, del campo de exterminio de Auschwitz, donde pasó diez meses que después motivaron su futura y celebrada trilogía autobiográfica formada por Si esto es un hombre (1947), La tregua (1963) y Los hundidos y los salvados (1986), reunidos en catalán en Trilogía de Auschwitz (Ediciones 62, 2005; traducción de Francesc Miravitlles). "Igual que los pocos compañeros italianos supervivientes, soy vivo de milagro", continúa la carta, enviada desde Katowice (Polonia). Levi, que en aquellos momentos tenía sólo 25 años, explica por primera vez cómo se siente habiendo sobrevivido a la experiencia en el campo de concentración nazi.

"Después de varias peregrinaciones, acabé aquí, en un campo de los rusos llamado «de espera» –escribe–. De hecho, todos los extranjeros que se quedaron aquí han sido enviados a sus respectivas tierras. Sólo quedamos los italianos". Y poco después, añade: "De los noventa y cinco que veníamos del campo de Auschwitz, setenta y cinco murieron de hambre y enfermedades, y catorce fueron deportados por los alemanes que huían. No tengo ninguna información veraz sobre ellos, pero hay rumores muy preocupantes sobre su destino. Quedamos sólo los seis restantes”.

La hoja, escrita por las dos caras, que Levi envió a Bianca Guidetti a finales de abril de 1945, ha visto la luz por primera vez en la exposición Giro de puesta. Primo Levi, le Germania, Europa, que puede verse hasta agosto en el Palazzo Madama de Turín. La muestra se centra en el abundante intercambio epistolar entre Levi y sus lectores alemanes, con quienes tuvo una necesidad constante de comunicarse desde la publicación de Si esto es un hombre y hasta el final de su trayectoria. En algunos pasajes, Levi reconoce que no puede perdonarlos y al mismo tiempo admite que no los odia. La correspondencia de Levi incluye más de un millar de cartas, escritas durante casi cuatro décadas, muchas de ellas todavía inéditas.

"Adiós, te amamos": la mala fortuna de los partisanos

Primo Levi fue arrestado por la milicia fascista en 1943, poco después de intentar unirse a la resistencia antifascista italiana. La milicia le entregó al ejército de ocupación alemán cuando se identificó como judío: si hubiera admitido que era partisano, le habrían fusilado de inmediato. Los 650 judíos italianos detenidos por los fascistas fueron a parar primero al campo de Fossoli, cerca de Módena, y desde allí terminaron en Auschwitz III. Un año después, sólo una veintena salieron vivos del campo, entre ellos Levi, que regresó a Turín y ejerció como químico industrial en una fábrica mientras trabajaba en su impresionante trilogía y en libros de cuentos como Historias naturales (1966), Defecto de forma (1971) y Lilit (1981), todos traducidos al catalán por Teresa Muñoz Lloret en el volumen Cuentos (Ediciones 62, 2007).

Poco antes de entrar en Auschwitz, Levi dejó caer una postal sin sello con la esperanza de que alguien la recogiera y la enviara. Con lápices, y en mayúsculas, escribió: "Envíela, por favor". Alguien la encontró y la hizo llegar también a Bianca Guidetti Serra. Está fechada del 23 de febrero de 1944 y lleva impreso el lema fascista Vinceremo [Ganaremos]: "Querida Bianca, estamos viajando a la manera clásica. Saluda a todo el mundo de nuestra parte. Adiós, te queremos. Primo, Vanda, Luciana". Vanda Maestro murió en Birkenau y Luciana Nissim sobrevivió: eran las dos compañeras partisanas con las que Levi fue detenido.