
Cuando se aprobó el 2012 en el Congreso de los Diputados el proyecto de Ley de Memoria Democrática, desde la bancada de las derechas se mostraron totalmente en contra, circunstancia que me parece muy preocupante para una democracia.
Sorprende la actuación de las derechas españolas cada vez que se quiere enseñar a la sociedad española el franquismo. Mejor, no sorprende en absoluto, como veremos. ¿Qué problema hay en que la sociedad conozca la dictadura? ¿Por qué las derechas españolas-VOX y PP- se ponen tan histéricas y furiosas, cuando se quiere condenar esa "larga noche de piedra" tal como la definió el poeta gallego Celso Emilio Ferreiro? Esta actuación de las derechas por la celebración España en libert-50 años-, tampoco es una novedad. Siempre en contra. En contra de la Memoria Democrática. En contra de la exhumación del dictador. Y ahora en contra de los actos, que se realizarán este año para recordar, estudiar y divulgar qué fue la dictadura, que supuso el inicio del camino hacia la libertad. Quizá sea, `porque esas derechas mantienen todavía un cordón umbilical con la dictadura, considerándola como una etapa de modernización y progreso. Estas derechas son hoy intercambiables. Todavía más, esa derecha que ha gobernado en el Reino de España y que está ansiosa en gobernar de nuevo, que si no gobierna es porque no quiere en un acto de generosidad, y que quiere presentarse como moderada, se muestra en alguno de sus dirigentes mucho más extremista que el partido de Abascal.
Cuando se aprobó el 2022 en el Congreso de los Diputados el proyecto de Ley de Memoria Democrática (MD), desde la bancada de las derechas se mostraron totalmente en contra, circunstancia que me parece muy preocupante para una democracia. Nada nuevo bajo el sol. El moderado Feijóo señaló que si llegaba al poder la derogaría. Me gustaría conocer en qué artículos de esta ley de MD está en contra. Tengo la impresión que le resulta irrelevante su contenido, ya que el mismo día de su aprobación se reunió con determinadas asociaciones de víctimas contra el terrorismo, no todas. Objetivo enfrentar las víctimas del terrorismo de ETA con las del franquismo. En definitiva, una excusa para oponerse al proyecto de ley de MD. ¿Qué tendrán que ver las víctimas del terrorismo de ETA con las del franquismo? ¿Desenterrar a los que permanecen en las cunetas para darles una digna sepultura es una falta de respeto a las víctimas de ETA? Ahora con Ley de MD se trata de desenterrar por justicia y dignidad a los "otros" muertos, los enterrados en cualquier sitio, como cunetas, basureros, y que en su momento fueron ignorados e insultados en la historia oficial. Hay otros artículos en la Ley de MD de defensa de los valores democráticos. Realizar un enterramiento digno a las víctimas no es cuestión de ideologías, ni de derechas ni de izquierdas, es cuestión de dignidad, de humanidad y de ética. Y todavía más, profundamente cristiano. ¿Por qué, entonces, para el cristiano es importante una sepultura digna? Por muchos motivos, pero solo mencionaré uno: “Somos templos del Espíritu Santo” (1Cor 6,19). No podemos dejar tirado algo que tiene un valor inmenso. Es verdad que ya no esté el alma en el cuerpo, pero estuvo, y un día llegará la resurrección de la carne.
El defenestrado Pablo Casado calificó de “batallitas del abuelo” la reivindicación de la memoria de los desaparecidos del franquismo
Con anterioridad, como ejemplo de la actuación indigna del PP, son las palabras del desalmado y deslenguado exportavoz, Rafael Hernando “Los familiares de las víctimas del franquismo se acuerdan de desenterrar a su padre solo cuando hay subvenciones”. También comentó en otro momento: “Esto de remover las tumbas…imagínese que, en Europa, que ha habido cien millones de muertos en la II Guerra Mundial, se dedicaran a pedirles a los gobiernos de al lado que levantaran las cunetas, las carreteras, a encontrar los muertos de sus soldados que hayan matado…
El que fue presidente, Mariano Rajoy alardeó en 2016 que, para la Memoria Histórica de Rodríguez Zapatero, destinaba cero euros. Sin complejos. Es decir, que no tenía interés alguno en sacar de las fosas y de las cunetas a muchos de sus compatriotas para darles una cristiana sepultura. Que se pudran. Jordi Evolé, en una entrevista al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le preguntó: “¿Le parece de sentido común que en 2016 miles de españoles todavía no sepan dónde están enterrados sus abuelos?” La repuesta de Rajoy: “A mí me gustaría que todo el mundo supiera dónde están enterrados sus abuelos, pero no, no tengo claro que sea cierto eso que usted dice, ni que pueda hacer nada el Gobierno para arreglarlo”. Y añadió: “Lo que me parece más de sentido común es que intentemos que esas cosas no se vuelvan a repetir en el futuro y no estar dándole vueltas de una manera continuada al pasado”.
El moderado Feijóo señaló que si llegaba al poder la derogaría. Me gustaría conocer en qué artículos de esta ley de MD está en contra
El defenestrado Pablo Casado calificó de “batallitas del abuelo” la reivindicación de la memoria de los desaparecidos del franquismo.
Y ahora mismo el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha despreciado las actividades públicas previstas por el Gobierno para conmemorar en 2025 el 50 aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco e inicio del camino de una España en libertad: “Ellos, a la España con Franco, porque ya son tan pasado como él. Y nosotros, a la España sin Sánchez, que es la España con futuro. Ellos con su amargura a volver a los años 40, 50, 60 y 70. ¡Qué pereza dan! Además, dijo que puede ser un factor "de división". O sea, ¿dar a conocer la dictadura franquista a la sociedad española es un factor de división? De verdad, que no entiendo nada, a no ser que haya todavía muchos nostálgicos del franquismo. En un acto de protesta contra Maduro ha recriminado Feijóo a Sánchez. «¡Qué valiente es con los dictadores muertos y qué sumiso es con los vivos!». ¡A qué viene mezclar a Franco con Maduro! Cualquier excusa es válida para no criticar la dictadura de Franco. Cuesta mucho entender en un partido auténticamente demócrata estas actuaciones. Como dice Santiago Alba Rico: “España es el único país democrático donde se puede ser demócrata sin ser antifascista y donde, aún más, el antifascismo se identifica con posiciones «radicales» y «antidemocráticas». Denunciar el fascismo es, en algunos casos, un delito; defenderlo, promocionarlo o practicarlo no; y donde se considera «revanchismo» enterrar a los propios muertos o borrar del callejero nombres de asesinos notorios”. Dice bien, la derecha española nunca ha sido antifascista. A diferencia de la mayoría de la derecha europea, la española no nace de la derrota del fascismo, sino que es heredera de la evolución del franquismo, por lo que tendría que cuestionar su propio origen. Además, aquí no hubo un Núremberg.
Se ha criticado desde toda la Brunete mediática que la fecha no es adecuada para celebrar estos actos en el 2025. Lo que parce claro que sin la muerte del dictador es difícil pensar con rigor que se hubiesen dado los acontecimientos, que la mayoría deseábamos, de 1977 y 1978. Ley para la Reforma Política, elecciones generales y elaboración de la Constitución. Posiblemente el movimiento de liberarnos de la dictadura era ya imparable, pero se hubiese producido más tarde y, posiblemente, mucho más cruento. Lo que hay que celebrar, para hacer ver algo que hoy todavía algunos no quieren verlo, es que en 2025 se cumplen los 50 años de la muerte de un dictador al que no le importó sojuzgar, dictar numerosas penas de muerte y encarcelar a sus compatriotas como si fueran vulgares asesinos y delincuentes. Por ello, me parece muy oportuna esta efemérides. Razones hay más que suficientes. Sirve para delinear el tablero político de manera clara, para ayudar a la ciudadanía a entender cuáles son las lealtades y las nostalgias de cada partido. Para poner ante el espejo el filofascismo de Vox -y del PP- y sus raíces históricas. Con todo ello está ya más que justificada la conmemoración del 1975 y que, además, rinde servicio y homenaje a todos los que murieron antes y después de esa fecha para traer la democracia a este país.
A diferencia de la mayoría de la derecha europea, la española no nace de la derrota del fascismo, sino que es heredera de la evolución del franquismo, por lo que tendría que cuestionar su propio origen. Además, aquí no hubo un Núremberg.
¿No nos lamentamos amargamente con los datos de las preferencias de un porcentaje cada vez mayor de los jóvenes hacia regímenes autoritarios, e incluso, dictatoriales? Que los jóvenes conozcan sin tapujos la crueldad de la dictadura de Franco, puede servir para reorientar esas preferencias hacia planteamientos estrictamente democráticos. Creo que Vox y el PP no se apuntan, no solo porque Franco está en su misma esencia, sino porque los actos conmemorativos podrán abrir los ojos a muchos jóvenes, que por desinterés o por falta de enseñanza en la escuela, la familia, los medios no saben realmente qué ocurrió en esa negra historia de España y por tanto son carne de cañón de Alvises y voxeros varios, y electorado en potencia del PP.
¿Cuándo es el momento oportuno para las derechas españolas, que alardean de democráticas, para que la sociedad española conozca sin tapujos la dictadura franquista? ¿Acaso tienen miedo a conocer la verdad? ¿Acaso tienen alguna vinculación emocional con la dictadura? Desde cuando el conocimiento es peligroso. En una dictadura sí que es peligroso. En una democracia auténtica no lo es o no debería serlo. Por ende, espero que las derechas me proporcionen una fecha para conocer, juzgar y condenar la dictadura franquista. Si me la proporcionan, yo me apunto el primero.
Termino. Quizá ese desinterés y pereza de las derechas por el conocimiento de la dictadura tenga una explicación muy simple. Gracias al libro de Ángel Viñas, Sobornos. De cómo Churchill y March compraron a los generales franquistas (2016), podemos saber hoy más (o quizá solo algo) sobre el origen de muchas fortunas ilustres de España, lo que me sirve para sospechar que la hostilidad contra la Memoria, quizá no tenga tanto que ver con los innumerables asesinatos de Franco, como de sus robos y expolios. Como dice, Antonio Cazorla, catedrático de Historia Contemporánea de Europa en la Universidad de Trent de Canadá, y autor de otro libro Franco, biografía del mito: «Pues ya se sabe que los hombres pasan y las piedras, erigidas con billetes robados, quedan. A lo mejor también, cuando algunos nos dicen que miremos a Paracuellos del Jarama y nos callemos, lo único que buscan es que nuestros ojos no se fijen demasiado en sus rascacielos de la Castellana o en las fincas de caza en Extremadura».
Fuente → nuevatribuna.es
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