
Que Felipe VI no se atreva a romper con el franquismo —que colocó a su padre como rey— es un síntoma más de la debilidad de esta Transición que tan bien luce en los discursos estériles y los manifiestos esclusos mientras las costras franquistas aquí y allá —atado y bien atado— se resisten a saltar. Y no es sólo el principal partido en votos en España y el jefe de Estado. Tampoco la prensa sabe limpiar. Titular de La Razónde este sábado: "La Moncloa borra la figura de Juan Carlos de los actos antifranco". Escriben antifranco de forma despectiva, como una forma de denigrar los actos organizados por el gobierno Sánchez; de lo que se desprende que echan de menos actos profranco o, como mínimo, comprensivos con la dictadura. ¡Tampoco vivíamos tan mal! Pero esta es una frase que pueden decir unos más que otros. Y algunos no pudieron decir nada.
Fuente → es.ara.cat
No hay comentarios
Publicar un comentario