Víctor González
La tercera república implicará también un cambio en las estructuras económicas, sociales y políticas de una democracia popular y participativa
Desde su aparición en 1930, Mundo Obrero ha prestado especial atención al contexto republicano español, la mayor parte de las veces anhelándolo y, en un periodo de tiempo exiguo manejándose dentro de ese ámbito y en el ideológico con total intensidad para su afianzamiento y desarrollo.
No podemos olvidar por tanto que, aquel periódico que nace como órgano de expresión comunista, forma e informa a las y los comunistas, y que en su condición de publicación cuasi centenaria ostenta principios, defensas y razones de sobra contrastadas en el ámbito republicano. Contamos por tanto con un soporte a la altura de los mejores en la actualidad para hablar de República, y con la única ideología, la comunista, comprometida con el alcance y desarrollo de, tal vez la forma menos imperfecta de relación entre y como iguales, de administración de poder y justicia, de manejo de la economía para que, en consecuencia, sea la más comprometida con el desarrollo sostenible del planeta. Hablaremos pues de la república desde la perspectiva comunista.
La instauración de la tercera república en España ha sido una demanda histórica de la verdadera izquierda española, destacando la militancia comunista. Desde esta perspectiva, el cambio de régimen es visto como una forma de romper con las estructuras monárquicas, que son percibidas por el comunismo como un legado del franquismo y como una institución antidemocrática que viene a representar los intereses de las élites como ejes directrices. La tercera república, desde el ideario comunista, será el paso hacia una transformación más profunda que incluya no solo la forma de gobierno, sino también un cambio en el sistema económico y social.
Para las y los comunistas, la tercera república es un proyecto que debe ir más allá del simple reemplazo de la monarquía por una república. Esta república deberá estar basada en principios socialistas, donde los medios de producción sean verificados por las personas trabajadoras, la economía se planifique para satisfacer las necesidades de la mayoría, y el Estado juegue un papel central en la distribución equitativa de la riqueza. Para el conjunto comunista, la república no puede ser una versión renovada del liberalismo burgués, sino una oportunidad para construir una verdadera democracia popular, en la que el poder esté en manos de la clase trabajadora y no de la élite capitalista.
Desde la ideología comunista, la tercera república en España debe fundamentarse en una serie de principios clave:
La abolición de la monarquía: Para las y los comunistas, la monarquía es una institución no democrática, corrupta, obsoleta que perpetúa los privilegios de una minoría. La tercera república implicará no solo la destitución de la familia real, sino una revisión crítica de los lazos entre el poder político y económico que han sostenido la monarquía en el siglo XXI.
República socialista: A diferencia de otros modelos republicanos que simplemente proponen la eliminación de la monarquía manteniendo el sistema económico capitalista, el comunismo aboga por una república socialista. Esto implica la nacionalización de los sectores estratégicos de la economía, el control obrero sobre las industrias y la colectivización de la tierra en zonas rurales.
Democracia popular y participativa: El modelo republicano comunista no se limita a las formas tradicionales de representación política. En su lugar, busca formas de democracia directa en la que la ciudadanía participe activamente en la toma de decisiones a través de consejos y comités locales. Este sistema de democracia participativa permitirá a la ciudadanía tener un control real sobre las políticas públicas y económicas.
Derechos sociales universales: La tercera república, desde la visión comunista, será garante de los derechos sociales universales. Esto incluye el acceso universal a la salud, la educación, la vivienda, los cuidados y el trabajo. La idea es que el Estado tenga un papel central en garantizar que ningún ciudadano quede desprotegido ante las crisis económicas, sanitarias o los abusos del mercado.
Antiimperialismo y solidaridad internacionalista: El comunismo español ha mantenido históricamente una postura antiimperialista. En una tercera república, la política exterior estará orientada hacia la solidaridad con los pueblos oprimidos y una posición crítica frente a las potencias capitalistas y sus intervenciones en el extranjero. La república socialista defendería la soberanía nacional y la paz, promoviendo alianzas con otros países que compartan su visión de justicia social y económica.
En la actualidad, la demanda por la tercera república sigue siendo un tema recurrente en el discurso político de los sectores a la izquierda del PSOE, aunque las élites se resisten a que alcance la prominencia necesaria para materializarse. En los últimos años, se ha intensificado el debate en torno a la legitimidad de la monarquía, especialmente tras los escándalos de corrupción que han afectado a la familia real y al interesado y muy dudoso papel del ciudadano Juan Carlos de Borbón en la Transición democrática.
El comunismo en España sigue manteniendo la esperanza de que la tercera república no solo sea un cambio de régimen, sino una transformación revolucionaria que dé paso a una sociedad más justa y equitativa. En este sentido, las organizaciones comunistas han trabajado y trabajan para mantener viva esta demanda a través de movimientos sociales y espacios unitarios republicanos como el Encuentro Estatal por la República, del que el PCE ha sido y es uno de los motores fundamentales.
La lucha por la tercera república es parte de una visión más amplia de cambio revolucionario que busca erradicar las estructuras capitalistas y establecer una democracia popular y participativa. Aunque la instauración de esta república pueda significar un sueño para muchos, el comunismo en España sigue trabajando para que este ideal se convierta en una realidad tangible más pronto que tarde.
(*) Miembro de la Secretaría de República PCE Andalucía
Fuente → mundoobrero.es
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