En 1889, los grupos libertarios de España organizan el segundo concurso de obras de propaganda (segundo certamen socialista). Se trataba de obras de sociología popular y se concedían premios a los autores de las obras consideradas mejores. Para este segundo concurso, un himno también figuraba entre los temas que debía examinar un jurado especial compuesto por poetas y músicos. El premio fue concedido a un joven obrero alicantino, Ramón Carratala [*], cuya música fue juzgada de una belleza real y digna de ser comparada con la Marsellesa.
Esta canción revolucionaria pronto se hizo muy popular en toda España. Los obreros de Barcelona durante la huelga general de 1891, y los labradores andaluces que tomaron Jerez en 1892, apoyaron sus movimientos con el canto de estas inspiradas notas. Víctimas de la persecución monárquica, militarista y clerical, los militantes anarquistas detenidos por decenas de miles, encarcelados, torturados y enviados al cadalso bajo el reinado del macaco real Alfonso XIII, por huelga u organización clandestina, o acusados de complots imaginarios (Alcalá del Valle, caso Mana Negra, revueltas populares en Barcelona), soportaron sus sufrimientos y se enfrentaron a la ejecución al son de este himno, prohibido en España.
La revolución de julio de 1936 lo popularizó de nuevo, y las fatídicas y estremecedoras notas del himno libertario de Carratala, Hijos del pueblo, se cantan y tocan en las manifestaciones públicas de la nueva Cataluña, insurgente contra el fascismo sanguinario y liberada de la dominación capitalista, militar y clerical. La traducción francesa que figura a continuación de la letra del himno original data de antes de la guerra y está tomada del Almanach de la Révolution, publicado entonces por nuestro camarada Paul Delesalle.
I
Hijo del pueblo oprimido por cadenas,
¡Este es tu destino, trabajar y sufrir!
Ya que tu vida es una red de penas,
Antes que esclavo prefiero morir.
Nuestros orgullosos tiranos crueles y sanguinarios,
Que quieren esclavizar a la humanidad,
Será aplastado por los libertarios,
¡A gritos de amor, trabajo y libertad!
Estribillo :
Bandera roja, guía nuestros pasos,
Sé nuestro guía en la batalla.
Sacerdotes, banqueros, jueces, tiranos,
Bloquead el camino, rompamos sus filas.
Pueblo oprimido, despierten,
Por tu felicidad lucha con fe.
Para el presente, para el futuro,
¡Sepamos luchar, sepamos morir!
II
Como el grano, siempre los proletarios.
Son aplastados por la piedra del molino por miles;
Estemos unidos y los torturadores
En un instante todos estarán esparcidos.
Trabajadores golpeados por la tormenta,
No te preocupes, sólo mueres una vez.
Levántate, levántate, como el mar rugiente;
¡Los días han huido de los sacerdotes y de los reyes!
El Estribillo .
Notas
[*] Rafael Carratalá Ramos, nota de Partage Noir
Fuente → libertamen.wordpress.com
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