Juan Carlos Borbón ataca de nuevo: un paso más hacia la descomposición definitiva de la monarquía

Juan Carlos Borbón ataca de nuevo: un paso más hacia la descomposición definitiva de la monarquía / Gabi

Pie de foto: Mural Borbón ladrón, de Roc Blackblock

Este pasado mes de septiembre la prensa informaba que Juan Carlos Borbón había montado una fundación en Abu Dabi con el objetivo de reagrupar su fortuna y dejársela en herencia a sus hijas Elena y Cristina. Asimismo, Felipe Borbón, que manifestó en marzo de 2020 su intención de renunciar a su parte, no participa de la fundación. Este hecho, que es alabado por la prensa burguesa como una muestra de coherencia e integridad del jefe de Estado, es, desde un análisis marxista, otra muestra más de la decadencia de la monarquía española.

Para entender las razones que mueven al emérito a crear una fundación hay que remontarse al origen de su fortuna. Aunque durante unos meses se pensó que su grueso provenía de unas comisiones cobradas sobre exportaciones de crudo, actualmente se sabe, tal y como expuso el diario Público, que Juan Carlos Borbón llevaba un negocio de tráfico de armas con Arabia Saudí. Para ello, se apoyó en Manuel Prado y Colón de Carvajal, su administrador privado, y en Adnan Khashoggi, nombrado delegado saudí de Alkantara Iberian Exports por Fahd bin Abdulaziz, rey de Arabia Saudita entre 1982 y 2005. Khashoggi se haría famoso unos años más tarde al ser imputado por participar en la Operación Irán-Contra, que sirvió para financiar el terrorismo de la familia Somoza contra el pueblo de Nicaragua.

Como se puede ver, en materia de estudio de la monarquía española, cada vez que se tira un poco del hilo, surgen abominaciones. Sin embargo, parece que la Agencia Tributaria, capaz de embargar el sueldo de una trabajadora o un trabajador que debe una miseria, es incapaz de encontrar rastro de ilegalidad en la riqueza del emérito.

Esta institución llevó a cabo dos procesos de regularización en 2020 y en 2021 para depurar las responsabilidades del Borbón sobre las cuentas de la Fundación Zagatka y los fondos gestionados por Allen Sanginés-Krause. Solo había dos condiciones: que Juan Carlos pagase 4.4 millones de euros y que se hiciese visible todo el patrimonio que poseía en el extranjero. En marzo de 2021, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró que la regularización era «veraz y completa» y que el Borbón no poseía dinero más allá de las fronteras.

Sin embargo, a juzgar por la creación de esta fundación en Abu Dabi, las palabras de la ministra no parecen ajustarse a la realidad. Además, la legislación de Emiratos Árabes aporta facilidades para la herencia de activos, no solamente por su casi nula fiscalidad, sino también porque el acceso tanto a los estatutos como a la titularidad de los bienes amparados está muy restringido. De esta manera, no se puede conocer la suma real de la fortuna de Juan Carlos Borbón ni tampoco se puede hacer un seguimiento de sus cloacas.

Pero, más allá de los turbios negocios del emérito, ¿qué papel le corresponde a Felipe Borbón en todo este asunto? Aunque la prensa burguesa alabe su no participación en esta nueva fundación, no deja de ser significativo que el actual jefe de Estado escape sistemáticamente de la sombra de su predecesor. Si bien en los años 80 y 90 la monarquía gozó de un respaldo social importante, debido fundamentalmente a la propaganda y a la puesta en escena (23F especialmente), en la actualidad está cada día más cuestionada, incluso dentro de los sectores afines a la socialdemocracia (Sumar-Podemos-IU-PCE), cuyas contradicciones les impide romper totalmente con la institución. De esta manera, Felipe Borbón debe ser muy cauto, mucho más que su padre, si quiere conservar todos sus privilegios.

Sin embargo, la clase obrera no se debe dejar llevar por una falsa dicotomía monarquía-república: nuestra lucha es por el socialismo, el único modelo capaz de dejar atrás el sistema político corrupto que la monarquía lidera en el Estado español.


Fuente → unidadylucha.es

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