El motivo del silencio de la clase política sobre los audios de Joan Carles y el 23-F
El motivo del silencio de la clase política sobre los audios de Joan Carles y el 23-F / Josep Maria Botanch
 
Analistas explican a El Món que el emérito español "articula" las élites y que no se ha generado ningún escándalo porque "actúa como cemento del bloque histórico"
 
El antiguo pacto de silencio sobre la vida privada del rey emérito español Juan Carlos en 90 hace aguas por todas partes. Justo después de anunciarse la publicación de su autobiografía, la prensa holandesa ha publicado fotografías íntimas del monarca y Bárbara Rey, supuestamente filtradas por el hijo de la actriz y vedet española. Desde entonces, le van saliendo amantes de bajo las piedras. Pero es que además se han filtrado unos audios entre los dos que, además de dejar constancia de la relación sentimental que mantuvieron, dejan a cuerpo descubierto los problemas internos y las inquietudes de la casa real en aquella época, como por ejemplo la relación con el jefe de la Casa de Su Majestad el Rey o la discreción que guardó el militar Alfonso Armada sobre el 23-F
 

Las filtraciones de este material, a pesar de estar en boca de todo el mundo desde su publicación y el desgaste que implican para la imagen de la monarquía española, han ido acompañadas por un silencio absoluto por parte del gobierno español y de los partidos políticos, incluso de los independentistas y republicanos. Sin hacer ninguna alusión al emérito español, la única reacción del ejecutivo de Pedro Sánchez ha estado por parte de la ministra de Defensa, Margarita Robles, que lunes trasladó a la reina Sofia el afecto, el apoyo y el agradecimiento de los españoles «en estos momentos». «Nos sentimos muy orgullosos de usted, de su hijo y de la Princesa de Asturias. Ellos siguen y seguirán siempre su ejemplo», le dijo Robles a la reina emérita durante la celebración del 19.º cumpleaños de la creación de la Unidad de Emergencias (UME), de la cual Sofia es madrina.

En los audios jugosos publicados por Okdiario, los dos implicados tocan varios temas delicados de la actualidad de aquel momento y utilizan palabras cariñosas como «vida mía» o «amor mío», que se repiten a lo largo de la conversación. Aun así, el más destacable es que en la conversación hacen referencia a personajes del momento como Luis Roldán, exdirector general de la Guardia Civil, cuando estaba en paradero desconocido tras fugarse, y revela que el instituto armado español «dice que es mejor que no lo encuentren. Mejor encontrarlo muerto». El entonces rey de España, en la conversación con su amante, también trata Sabino Fernández Campo, jefe de la Casa de Su Majestad el Rey desde el 1990 hasta el 1993, de «topo» para filtrar informaciones delicadas sobre la Casa Real y, el más relevante de todo, agradece el silencio de Alfonso Armada después del 23-F. «Palabra de honor, me río, amor, de Alfonso Armada. Este ha pasado siete años en la prisión, se ha ido al suyo pazo de Galicia y el payo nunca ha dicho ni una palabra. ¡Nunca! En cambio, este otro está cotorreando…», expone el rey contraponiendo la figura del militar que participó en el golpe de estado del 23 de febrero con la de Fernández Campo.

Analistas consultados por El Món atribuyen el silencio de la clase política sobre estas revelaciones a la protección con la cual cuenta por parte del establishment y porque Joan Carles es la piedra angular del régimen del 78.

Juan Carlos Monedero, profesor de Ciencia Política de la Complutense de Madrid y fundador de Podemos, atribuye el silencio al hecho que el emérito español es “la piedra angular del régimen del 78”. «Es el que articula las diferentes élites, es el que de alguna manera actúa como cemento del bloque histórico, donde están, por supuesto, las élites, la Iglesia, el ejército, la banca, y también por esta construcción mediática de ocultación y de creación de un personaje mítico», resume.

«Una buena oportunidad» que han dejado pasar los antimonárquicos

El politólogo y profesor de la UPF Toni Rodon, por su parte, cree que las formaciones contrarias a la monarquía española han dejado escapar «una buena oportunidad para marcar perfil» y cree que no se haya generado un escándalo más grande, en el fondo, denota la protección que tiene la monarquía en el sistema mediático y político español». Cosa que no tiene ninguna traslación a la opinión pública mayoritaria en Cataluña, porque la corona española nunca ha logrado los 3 puntos sobre 10 de valoración en Cataluña desde que lo CEO empezó a preguntar por esta institución, en 2014, justo antes de la abdicación del rey emérito Joan Carles y tres años antes del otoño del 2017, cuando el apoyo a la corona todavía bajó más.

Antonio Tejero
El rey español Joan Carles agradece al militar Alfonso Armada su silencio por el golpe de estado del 23-F

La implicación del emérito español en el 23-F
 

Juan Carlos Monedero, por su parte, remarca que, como explicó en su libro La Transición contada a nuestros padres, «el golpe del 23-F se organiza desde la Casa Real». «Hay Armada, que es el jefe de la Casa Militar, hay Jaime Milans del Bosch, que es el padrino del rey Juan Carlos. Hay encuentros… lo reconoce Calvo Sotelo, lo reconoce la misma reina Sofia», señala el politólogo de la Complutense, que ve interés a ocultar toda esta historia para salvaguardar la figura del rey. En este sentido, recuerda que la ley de secretos oficial del Estado español tiene como única finalidad «esconder qué pasó el 23-F y algunas cuestiones vinculadas a la monarquía». «Es un insulto a la altura de una democracia que, como decía, no es más grande porque nunca ha votado si vuelo una monarquía o una república», sentencia.

El fundador de Podemos recuerda que PSOE y PP «siempre han defendido la institución monárquica porque forman parte de este gran acuerdo del 78, pero insiste que los socialistas españoles son los «grandes valedores» de todo esto porque «solo la izquierda puede hacer la política de la derecha», y no al revés. «Y fue el PSOE con Felipe González el que tapó todos los trapicheos, el que legitimó el rey, el que le permitió ocultar toda su responsabilidad el 23-F, y es el que, por supuesto, quién le permite ser inviolable e inmune, y poder robar todo el que ha robado sin que nadie le pida cuentas», expone.

Juan Carlos I y Felipe VI en una imagen de archivo | Europa Press

Pasar cuentas con el emérito para proteger la figura de Felipe VI?
 

Por otro lado, Rodon señala que también puede ser que dentro de este establishment que lo protege «hay alguien que parece que quiera pasar cuentas, porque, si no, estas filtraciones no saldrían y no se publicarían», pero desconoce el objetivo final de estas filtraciones. Una opción, según señalan las malas lenguas, sería que estos audios que malogran todavía más la figura de Juan Carlos I servirían para reforzar la figura de Felipe VI. «Cuanto más mal queda el emérito, algunos deben de pensar que mejor queda su hijo», apunta en este sentido el politólogo de la UPF. «Tengo dudas que esto sea así, pero alguien podría llegar a pensar de este modo», a pesar de que remarca que el prestigio del emérito español «está toca desde hace unos cuantos años».

En cambio, Monedero opina que si los medios de comunicación hicieran presión como hicieron contra Pablo Casado cuando era líder del PP con cualquier de los actos reprobables del emérito, desde su conducta sexual al impulso del 23-F, «la monarquía en España duraría una semana». «Pero es que los medios son de ellos» afirma, y expone que «también hacen sus deberes para intentar legitimar una institución que es la garantía que todas las trampas de la transición se mantienen». «La monarquía es como los toros, si los dejas de financiar se acaban», sentencia.


Fuente → elmon.cat

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