Félix Correia, lo mismo que todos los periodistas portugueses que cubrieron la Guerra Civil, escribían en diarios de una dictadura, el Estado Novo de Antonio Oliveira de Salazar aliada de Franco. La mayoría eran propagandistas que estaban a favor de los golpistas. Al único que podemos salvar es a Mario Neves. Según Francisco Espinosa...
... la prensa portuguesa estaba sometida al discurso anticomunista dictado desde el poder y sometido a la censura. Lucha de historias. Lucha de memorias, Pág, 285
Por eso el artículo que el día 17 Mario Neves envió a su diario fue censurado, pero vio la luz gracias a la pericia investigadora de Herbert SouthWorth. Este artículo censurado de Neves se publicó en 1964, en la obra El mito de la cruzada de Franco. Y más tarde en en el libro que escribió el propio Neves en 1986.
En una página portuguesa hayamos una pequeña biografía de Félix Correia...
... Ingresó a los 17 años en la redacción del periódico A Monarquia y, desde 1922, fue redactor del Diário de Lisboa, después de haber trabajado en el vespertino O Liberal. De 1934 a 1957 se desempeñó como redactor jefe del Jornal do Comércio e das Colónias. En 1940 asumió la dirección de la revista A Esfera, costeada por la propaganda nazi alemana. Inicialmente compañero de António Sardinha, participó activamente en el integralismo lusitano, participando activamente en manifestaciones monárquicas y nacionalistas. Leer más...
En la hemeroteca del ABC, nos encontramos una imagen muy reveladora...
... Foto: Félix Correia junto al embajador español en Lisboa, Nicolas Franco, Millan Astray. Declara al representante de ABC: "de los Viriatos no hay más que decir que son portugueses -y los portugueses han sido siempre los mejores legionarios". Leer más...
Félix Correia iba cubriendo el avance de la columna de la muerte, sobre Almendralejo escribió:
"Entramos en la cárcel y nos dirigimos al patio, donde encontramos un espectáculo horrible: En los muros no sólo estaban bien marcados a fuego, como si fuesen fantasmas negros, los restos de los cuerpos reducidos a cenizas. En los muros también estaban los clavos con los que los crucificaron antes de quemarlos. Empleados de la prisión desinfectaban el patio. Pero el olor del desinfectante no conseguía hacer desaparecer el desagradable olor de los cadáveres carbonizados".
El Daily News (1/9/1936), usando un fotograma que grabó René Brut a su paso por Extremadura, publicó un artículo con un titular espectacular:
Las marcas negras que se señalan en la pared son huellas dejadas después de la crucifixión de algunos de los desventurados prisioneros capturados por los rebeldes españoles en la ocupación de Badajoz...
Esto era propaganda a favor de los republicanos. El Daily News usó una fotografía de la cárcel de Almendralejo y tergiversaron la información de Félix Correia a favor del gobierno republicano. Esa es la batalla de la propaganda de cualquier guerra.
El periodista portugués se inventó tamaña maldad, para dar más dramatismo a unos hechos suficientemente repugnantes, como matar a balazos y quemar a gente presa. Si hubiera sido cierto lo que contó Félix Correia, no solo se hubiera dicho desde la prensa de Portugal, sino que se hubieran guardado las pruebas y en la Causa General de Almendralejo se relatarían tales crímenes.
En la Causa General de Almendralejo registraron los nombres de los 28 asesinados por la vesania roja, con una nota que decía...
...Sus cadáveres se encontraron con múltiples heridas de arma de fuego, metralla y quemaduras en la cárcel de esta ciudad y el convento de monjas donde estaban detenidas.
Y precisaron que...
... Se hace constar que fue en el tumulto a la entrada de las tropas, siendo asesinadas en la Cárcel y Convento de las Monjas de esta ciudad, no pudiendo precisar quienes eran los autores, ya que en el mismo intervinieron muchas personas.
Si en la propia Causa General no hablan de crucifixiones, solo de heridas de arma de fuego y cuerpos quemados, es obvio que no se crucificó a nadie en la cárcel de la localidad. Ni siquiera sabían las identidades de los asesinos. Estos asesinatos fueron dramáticos, barbaros e innecesarios. Son ya hechos bastantes dramáticos como para inventarnos historias sádicas que nunca ocurrieron. Así es como algunos "historiadores" se acercan a lo que pasó en Extremadura, con el relato de propagandistas portugueses.
Estos informes están disponibles en PARES, y son asequibles a cualquier ciudadano. Esta investigación, la Causa General, es de parte y obviamente, si no reconocen unos hechos que un propagandista portugués se inventó para justificar el golpe de Estado, es que esos hechos no ocurrieron y forman parte de la batalla mediática.
Es curioso como ciertos "historiadores", llaman propaganda a todo lo que confirma la matanza de Badajoz y por el contrario no ven propaganda en los diarios portugueses. El sesgo de estos investigadores les ha jugado una mala pasada.
Sabemos que las cifras que ofrecían los propios golpistas eran muy altas, y en este blog hemos enseñado las pruebas pertinentes en infinidad de ocasiones. Por lo que no vamos a redundar enseñando los mismos documentos periodísticos. Pero hoy vamos a utilizar información del libro La Matanza de Badajoz ante los muros de la propaganda (escrito por los que quieren negar la enorme masacre de la capital pacense)...
... Recorremos rápidamente la ciudad y preguntamos a un viejo amigo que sufrió los horrores de la vida en Badajoz durante la última semana:
-Entre asesinados, muertos durante el ataque y fusilados, ¿cuántas víctimas se registraron en esta ciudad?
-Hasta ahora, unos mil quinientos. Están, aún, presos unos trescientos, sospechosos, pero muchos de ellos serán puestos en libertad? La matanza de Badajoz ante... Pág, 164
Esta noticia apareció el 20 de agosto en el Diário de Lisboa. Ni lo escribió Marcel Dany, ni lo hizo Jacques Berthet. Lo hizo un periodista portugués. Más adelante en el libro citado, Pilo, De la Iglesia y M. Domínguez escriben...
... Casi todos los cronistas están de acuerdo en que las bajas directas de los defensores de la ciudad tanto en los bombardeos como en el ataque terrestre, oscilaban en torno a unas quinientas personas, y también casi todos los cronistas afirmaban que en Badajoz hubo unos 1.500 muertos, lo que da una cifra de mil lo que podemos llamar represaliados. Ibidem, pág. 162
Sí es cierto que las cifras oscilaban en torno a las 1.500 y también en 2.000, pero no es cierto que todos los cronistas afirmen que las bajas por la lucha fueran 500 personas. De hecho hay un total desconocimiento de cuantas personas leales a la República murieron en combate. Sabemos que los golpistas sufrieron 45 bajas mortales, de las cuales más de veinte cayeron en la brecha de la puerta de la Trinidad. Unas muertes a todas luces innecesarias, pues el resto de los asaltantes entraron sin muchas dificultades por otros puntos de la muralla. Por eso cuesta creer que 500 leales murieron en la batalla, y los más probable es que la inmensa mayoría de esas 1.500 ó 2.000 personas fueran asesinadas por los golpistas. Francisco Pilo en Ellos lo vivieron, nos informó de que los legionarios y regulares marroquíes no hacían prisioneros y que los asesinaban según se rendían.
El día 18 por la mañana, René Brut se dirigió al cementerio de Badajoz, y en una entrevista en Le Petit Marocain dijo...
Dentro del cementerio me di cuenta entonces de que cien cadáveres amontonados iban a ser quemados de un momento a otro. Ibidem, Pág. 168
A lo que vio René Brut en el cementerio el día 18 por la mañana, 100 cadáveres amontonados para prenderles fuego, se agarran algunos para rebajar la matanza a la más mínima expresión. ¡Llevaban tres días quemando cadáveres!
Quemar los muertos, le dijo un cura a Mario Neves, que era una medida de higiene indispensable, pero esa macabra tarea cumplía dos funciones indispensables: eliminar rastro de la matanza (un cadáver irreconocible no es prueba de nada), y bajar el volumen de los restos de la matanza. Es decir, en una fosa caben más cadáveres carbonizados que cadáveres sin carbonizar, pues los restos quemados ocupan menos volumen en una fosa común.
Y por ahí hay quien pregunta que donde están esos restos de esas 1.500 personas ó 2.000. Lo mismo han preguntado los revisionistas nazis que dónde están las cenizas de esos 6.000.000 judíos exterminados por Hitler. ¿No habría que preguntarle a los propios golpistas que es lo que hicieron con todos aquellos cadáveres?
Brut grabó cuerpos carbonizados el día 18 y dijo que vio otros 100 a punto de ser carbonizados. Neves dos días antes dijo que vio 300 cadáveres incinerados en el cementerio de San Juan. Los dos no tuvieron porqué ver los mismos cuerpos pues habrían transcurrido alrededor 48 horas. Sabemos según el terrateniente Lisardo Sánchez que tres camiones estuvieron llevando muertos al cementerio durante tres días.
En fin, no son serios los negacionistas a la hora de analizar las fuentes primarias, y por eso debatir con estas personas es un tiempo perdido.
Otro día vamos a contar como en Fuente de Cantos y en Villafranca de los Barros, las autoridades del PSOE evitaron en el caso de Fuente de Cantos que se quemaran a la totalidad de los presos (se salvaron la mayoría) y en Villafranca de los Barros se evitó que nadie muriera quemado. O cómo el sargento Balas Lizarraga evitó que unos forasteros criminales asesinaran a los presos de Lobón. También vamos a contar como el alcalde de Zafra, José González Barrero (asesinados por falangistas), salvó a unas monjas de ser asesinadas por una turba descontrolada, y como los hermanos Pla (asesinados por los golpistas) intercedieron por los presos derechistas y en sus hogares escondieron a personas salvándoles la vida.
Fuente → badajozylaguerraincivil.blogspot.com
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