La Ley de Memoria Democrática resulta insuficiente para hacer justicia en el caso de Julio Pacheco
La Ley de Memoria Democrática resulta insuficiente para hacer justicia en el caso de Julio Pacheco / Andrés Prieto

Un año después del inicio de su querella, Julio Pacheco Yepes sufre un nuevo encubrimiento de los crímenes del franquismo. La primera querella tramitada en España contra un caso de torturas policiales durante la dictadura ha sido archivada a causa del Tribunal Constitucional 

El 12 de mayo de 2023, la Jueza titular del Juzgado de Instrucción número 50 de Madrid, Ana María Iguácel Pérez, admitía a trámite la querella presentada por Julio Pacheco, la primera en la historia de España tras haberse desestimado otros más de 100 intentos de afectados y afectadas por torturas. Un año después, la misma Jueza ha archivado la causa a razón del Auto 57/2024 dictado por el Pleno del Tribunal Constitucional.
 

“Te da rabia, te da rabia”, declaraba Julio para Canal Red al ser preguntado por sus sensaciones después de conocer el archivo del caso. “Sabíamos que la situación era muy difícil (…) pero mientras el juicio seguía en activo tenía cierta esperanza, pero, claro, cuando te llega te da bastante rabia.”

Julio fue detenido en agosto de 1975, tres meses antes de la muerte de Franco, y retenido por 7 días. Su pertenencia a la Federación Universitaria Democrática de España y al Partido Comunista sirvieron de excusa para las torturas durante unos interrogatorios presuntamente dirigidos a encontrar a los comandos que habían matado al teniente Antonio Pose. Su entonces pareja, hoy esposa, Rosa García Alcón, fue detenida y torturada frente a él para presionarle a confesar. El tesón con el que los afectados prepararon el caso reuniendo pruebas e informes, las manifestaciones de apoyo que los acompañaron a cada sesión del proceso y la actitud colaboradora de la magistrada Iguácel no fueron suficientes. La decisión del Tribunal Constitucional en el citado Auto sentencia que la Ley de Memoria Democrática “no es suficiente para que las normas de Derecho internacional penal se conviertan en fuente directa o indirecta del Derecho penal para investigar y juzgar hechos que no estaban tipificados en la ley penal estatal entonces vigente”.

En pocas palabras, “que la Ley de Memoria Democrática no sirve para juzgar estos casos (…) que no sirve para juzgar los crímenes del franquismo”

“Sabemos que no va a salir adelante, pero vamos a seguir los pasos jurídicos que haya que seguir. Vamos a movernos. Tengo que hablar con los abogados, pero, por mi parte, vamos a seguir todo lo que podamos”. Habiendo interpuesto un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid, y con esperanzas en las posibilidades de la Querella Argentina, Julio no pierde de vista que la vía judicial continúa limitada por una clara falta de voluntad política. “El poder legislativo y el gobierno tienen que legislar para que esos resquicios por los que salen los jueces no estén, o que la ley esté tan clara que no haya posibilidad de que el Tribunal Constitucional diga estas cosas. Derogar la Ley de Amnistía del 77 y aplicar el principio de legalidad como manda el derecho internacional, eso es clave”.

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La Ley de Amnistía de 1977 es una de las piedras angulares del régimen político de la Transición. Sostiene una narrativa en la que “democracia” era sinónimo de perdón mutuo entre aquellos que protestaban por la falta de derechos y quienes se encargaban de eliminarlos. Casi medio siglo más tarde seguimos comprobando cómo los poderes públicos evitan por activa o por pasiva que las víctimas cuenten su historia negándose a reconocerla judicial o legalmente.

“Después de tanto tiempo que todavía estemos así en el Estado Español sin poder juzgar estos crímenes…” lamentaba Julio al comienzo de sus declaraciones

No obstante, los intentos por reescribir el pasado abren poco a poco una fisura incómoda para ciertos sectores políticos que llevan las injusticias del franquismo en su ADN o directamente defendidas en sus propuestas. Preguntado por la situación actual de la memoria histórica en nuestro país, Julio respondía: “La memoria histórica está sitiada. Desde que el PP y VOX están en ciertas autonomías la están atacando duramente. Se han puesto de acuerdo en derogarla sea como sea porque les hace daño. Recordar la historia reciente y lo que es realmente una dictadura y que se sepa realmente lo que fue yo creo que les ataca en su origen y en su ideología.

La memoria democrática les duele, y les duele mucho, a la derecha y la extrema derecha”


Fuente → diario.red

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