La iglesia oficial española desde el principio del golpe de Estado de 1936, estuvo al lado de los golpistas, justificando en nombre de Dios su actitud bélica contra el Gobierno republicano, legitimado en las urnas por una mayoría absoluta.
El arzobispo Isidro Gomá redactó la carta colectiva del Episcopado español, Justificó teológicamente la Guerra Civil “santa” y la designación de «cruzada» «No puede haber otra pacificación que por as armas, es la única manera de extirpar todo el podridero legislativo laico», afirmó.
La Iglesia española se declaró beligerante en la Guerra Civil y siguió con la misma fobia durante 35 años de franquismo.
El clero no fue perseguido en la zona republicana por sus creencias religiosas, sino por su participación con el enfrentamiento contra el pueblo.
Después de la muerte de Franco se han ido descubriendo hechos graves que la iglesia estaba totalmente implicada. La Conferencia Episcopal no habló de los curas que fueron ajusticiados en la zona sublevada por el Santo Oficio (Tribunal Universal sin Apelación), como el caso de los diecisiete sacerdotes y religiosos vascos juzgados sumariamente por un Tribunal de Guerra, acusados de actividades políticas. Hecho que reconoció el Cardenal Gomá, en un significativo intercambio de cartas en enero de 1937, entre su Eminencia y el presidente José Antonio Aguirre. Haciendo un poco de historia cuando Francia fue ocupada por la Alemania nazi, los niños españoles que se encontraban refugiados en el país galo, a petición de Franco, fueron extraditados a España por el servicio exterior de repatriación del régimen franquista y encerrados en orfanatos administrado por el estado, y sometidos a una disciplina punitiva que no tenían los demás internos. Estaban registrados como niños contaminados por las ideas marxistas de sus padres (el Ministerio de Justicia franquista da la cifra de 12.043 niños que estaban bajo tutela del Estado).
La fundadora Acción Social de Falange, Mercedes Sans y la Iglesia desempeñaron un papel importante para depurar la raza. Fundándose en la teoría del ideologo psiquiatra Antonio Vallejo Najera (primer catedrático numérico de psiquiatría de la universidad española, que había estudiado en Alemania la doctrina nacionalsocialista y racista propugnada por Adolfo Hitler. Fue nombrado por Franco en persona director de «investigaciones psicológicas» para estudiar la superioridad de la raza española, con la intención de purificarla eliminando toda contaminación marxista. Los niños fueron un campo de experimentación ideal. Durante su estancia en la Alemania nazi tiene la oportunidad de conocer algunas clínicas psiquiátricas, experiencia que empleará más tarde en España, con algunas ligeras modificaciones, pero guardando el empaque racista del nacionalismo de Adolfo Hitler. Durante la guerra civil española, con grado de coronel, dirigió los servicios psiquiátricos militares del régimen franquista, sus investigaciones determinan que el marxismo es una enfermedad mental que se trasmite de padres a hijos, y concluye que los rojos no han de tener hijos y, si los tienen, han de ser separados de la madre desde su nacimiento, antes de que sean contaminados. Las ideas de Antonio Vallejo-Najera tuvieron un eco en la política franquista, en particular en la Iglesia, que fue muy activa para practicar el robo de niños. A continuación expongo unas de sus teorías descabelladas propias de un demente.
«La raza es espíritu. España es espíritu. La Hispanidad es espíritu… Por eso hemos de impregnarnos de Hispanidad… para comprender nuestras esencias raciales y diferenciar nuestra raza de las entrañas.
Este espíritu lo definía como “militarismo social, que quiere decir orden, disciplina, sacrificio personal, puntualidad en el servicio, porque la redoma militar encierra esencias puras de virtudes sociales, fortaleza corporal y espiritual”. Y para mejorar la raza era necesaria “la militarización de la escuela, de la Universidad del taller del café, del teatro, de todos los ámbitos sociales”».
Su purificación de la raza incluía el resurgimiento de la Santa Inquisición en contra las personas que consideraba antipatrióticas, anti católicas y antimilitares que corrompían la raza española. Afirmó.
*Una gran parte de este texto ha sido sacado de mi libro Atado y bien atado (Asociación de Presos Políticos del Franquismo en Francia).
J. Busquets. Ex guerrillero Condenado con la Ley de Bandidaje y Terrorismo a la pena de muerte, pena que se le conmutó, cumplió veinte años y seis días de reclusión.
Fuente → cgtberga.org
No hay comentarios
Publicar un comentario