Se publica «Las Olimpiadas populares. Barcelona 1936», con el que Miguel Usabiaga pretende dar a conocer el movimiento que puso en pie la organización de una cita mundial deportiva antifascista, dignidad frente al oprobio de que las Olimpiadas oficiales las organizara la Alemania nazi.
Hace escasamente un mes han concluido en París los Juegos Olímpicos de 2024 cuya organización ha sido incapaz de vetar la participación de la representación deportiva de un país, Israel, que practica una política de apartheid supremacista, terrorista, genocida y asesina sobre la población palestina.
Muchas fuerzas y organizaciones denuncian la vergüenza, el oprobio y la indignidad que el genocidio gazatí supone para la humanidad que aún tiene fe en la razón y el progreso, esa humanidad progresista heredera de los valores del antifascismo y con suficiente memoria para alertar del avance de las fuerzas oscuras del irracionalismo en sus diferentes manifestaciones y lugares, no sólo en Palestina.
Sobre el telón de fondo y el contexto en el que se ha desenvuelto la reciente cita olímpica, acaba de publicarse el libro Las Olimpiadas populares. Barcelona 1936, de Miguel Usabiaga. Con él, “el autor pretende dar a conocer aquel movimiento que puso en pie la organización de una cita mundial deportiva antifascista, del calibre de unos Juegos Olímpicos, para levantar la dignidad frente al oprobio que suponía que las Olimpiadas oficiales de 1936 las organizara la Alemania nazi, con su política criminal, racista, xenófoba, que contravenía todos los principios del olimpismo”.
Las Olimpiadas populares. Barcelona 1936
Miguel Usabiaga
Editorial: La Barba books
Las Olimpiadas alternativas reunieron a 6.000 deportistas de todo el mundo en Barcelona, y fueron abortadas por el golpe militar franquista, perpetrado la víspera de su inauguración, prevista para el 19 de julio.
El autor recuerda las conversaciones con un veterano luchador republicano, Marcelo Usabiaga, “al que le gustaba hablar del movimiento deportivo obrero de los años 30 en el que él se comprometió; le gustaba traerlo a las conversaciones porque, a su modo de ver, era muy poco conocido. Hablaba de su participación en ese movimiento con orgullo”.
“Hablaba con la lucidez y la calma de quien vio llegar el monstruo y avisó de ello”, nos dice el autor, y cita las palabras del veterano antifascista: “Fue muy importante, ayudó mucho para la unión de la izquierda, para la forja del Frente Popular, y para la organización de las Olimpiadas Populares de Barcelona. Organizamos un movimiento enorme, desde Irún al mundo, a todos los rincones. Allá donde hubiera un antifascista, se movilizó. Había que denunciar a Hitler y sus sucios juegos olímpicos. Montamos una buena, fuimos los primeros del mundo en comprender lo que se nos venía encima con Hitler, y nos defendimos”.
Fuente → mundoobrero.es
No hay comentarios
Publicar un comentario