Juan Carlos inició los trámites para regularizar su situación porque quería volver a España y vivir en su Tolosa de siempre. Días antes de su asesinato, llegó la noticia de que ya podía volver. Nunca llegó a saberlo. El 24 de julio de 1987 Juan Carlos García Goena salió de su casa para ir a trabajar y no pudo llegar. Subió al coche, arrancó y se produjo una tremenda explosión. Su mujer lo vio todo desde la ventana, bajó las escaleras a trompicones, pero cuando llegó Juan Carlos ya estaba muerto. Tenía 28 años. Los terroristas habían adosado a los bajos de su coche una bomba que explotó al arrancarlo causándole la muerte casi instantánea. García Goena acabó en la lista de objetivos de los GAL, buscaban a alguien al azar, se dijo que le confundieron, o quisieron confundir, porque apareció en una lista de refugiados. Él no tenía nada que ver con ese mundo. La bomba la colocó el grupo de Jean Louis, un policía francés, con el apoyo de Carlos, un guardia civil miembro del Cesid (actual CNI).
Los autores intelectuales de ese atentado permanecen en el anonimato, aunque José Amedo, uno de los jefes de los GAL puso el foco en ex secretario de Estado del Ministerio del Interior: «Rafael Vera sabe quién ha sido». Amedo y el mercenario portugués Carvalho da Silva declararon en sede judicial en 2011 que el coordinador de los atentados de los GAL en Francia era «Jean Louis, un policía galo». Amedo aportó una foto familiar de finales de Noviembre de 1985, en la que aparecen Juan Carlos, Laura embarazada de su 2ª hija, y su hija Maider. La foto fue utilizada por los asesinos para identificar a Juan Carlos. Laura Martín no se lo creía: «Yo no tengo esa foto. Tengo una parecida, pero esa no». Se localizó al dueño de la tienda de fotografía que no quiso saber nada. Javier Gómez de Liaño, pidió a la Audiencia Nacional la reapertura del caso.
El caso se reabrió en junio de 2012 con el apoyo del fiscal Pedro Rubira. El propietario de la tienda de fotografía resultó ser cuñado de un guardia civil que estuvo destinado en el cuartel de Intxaurrondo, donde se montó el GAL. Unos agentes del CNI trataron de “captar” a las secretarias del despacho de Javier Gómez de Liaño, quien denunció el caso en la Audiencia Nacional, y sorprendentemente el juez Ruz archivó la causa. En Mayo de 2016 la Audiencia Nacional reabrió nuevamente el caso y admitió como prueba las declaraciones de los fotógrafos que trabajaban en la tienda junto con el propietario. Eran 2 y en la actualidad viven fuera de Francia. Un personaje vinculado a los GAL, el letrado José Emilio Rodríguez Menéndez, sancionado, huido, deudor de hacienda, señaló que «en el caso de García Goena participó un guardia civil conocido como Carlos, miembro del Cesid, que se movía entre la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, estuvo involucrado en un tema de tráfico de armas. Carlos era hombre de confianza de Rafael Vera y tras el tema García Goena lo jubilaron y lo mandaron a Málaga como jefe de seguridad de un puerto deportivo y ahora está retirado».
Laura Martín, fallecida en 2022, fue vicepresidenta del Colectivo Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (Covite). Después de cada atentado Laura enviaba un mensaje de solidaridad a cada víctima de ETA. Su hija Maider explica: «Es una de las cosas de las que más orgullosa estoy, nunca he distinguido entre víctimas de ETA y de los GAL. Todas somos iguales. Y eso algo que ella nos ha inculcado, al mismo tiempo que se solidarizaba con las víctimas de ETA siempre luchó por la unidad de las de los GAL para hacer fuerza en sus reivindicaciones. Las víctimas de los GAL siguen estando muy desamparadas, somos otro tipo de víctimas. Duele muchísimo, infinito, la proliferación de declaraciones de políticos exculpando o justificando a los GAL, y lo peor de todo es que no cesa y además no les pasa nada, desde Belloch, a Vera, pasando por Barrionuevo».
Laura demostró una gran fortaleza, nunca se rindió, siempre peleó por conocer la verdad y que se hiciera justicia por aquel asesinato de 1987 que le partió la vida de una manera absolutamente cruel. Laura Martín señaló como auténtico autor intelectual del asesinato de su marido al ex presidente Felipe González: «Han pasado 29 años y la historia de los GAL aún no está escrita, está incompleta y todavía no se puede pasar página». Pero todo ha quedado en nada. ¿Porqué será?
Documentos: Cadena Ser (Eva Domaika). El Confidencial Digital. Gogoan. Gara. Consuelo Ordóñez. Mapa del Terror
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