
85 años del campo de concentración de Gurs
El comunista francés Raymond Villalba preside "Terres de Mémorie(s) et de Luttes", cuyo objetivo es acercar la Segunda República y la resistencia y persecución de los españoles en Francia
Villalba es uno de los guardianes de la memoria de Gurs, presidente de la asociación «Terres de Mémorie(s) et de Luttes», que se encarga de mantener vivo el recuerdo de quienes pasaron por aquel campo, realizando congresos, reuniones, visitas guiadas a centros educativos, luchando en las instituciones de ambos lados de los Pirineos para que éstas tampoco olviden lo que pasó.
A Raymod, el apellido le delata su origen español, como a muchos de los habitantes de esta parte del sur de Francia. Su padre, tras combatir en el frente vasco y catalán, fue una de las cientos de miles de personas que, a principios de 1939, cruzó la frontera gala tras la caída de Barcelona, en lo que ha pasado a recordarse como la Retirada.
Luis, que así se llamaba el padre de Raymond, fue internado primero en Argelès y luego, en abril de 1939, llegó al campo de Gurs. Como muchos de los que fueron encerrados allí en esas fechas, enseguida le buscaron otro destino: fue enviado a una empresa de trabajadores extranjeros, en Labouheyre (Landas), bajo responsabilidad inglesa. Llegó entonces la toma de París por los nazis y la Francia de Vichy. Junto a otros cientos de compatriotas, Luis Villalba fue llevado de regreso a Gurs, donde, como carpintero, se ocupaba del mantenimiento del cuartel. Esta labor le dio ciertos privilegios frente a otros internos, como el poder moverse con cierta libertad por el campo. Así conoció a su futura esposa y madre de Raymond: Carmen Rodríguez.
Carmen y su madre huyeron de Asturias a Santander, de allí a Cataluña y luego a Bretaña. Después de la invasión alemana, los subieron a un tren que se dirigía hacia el sur y que se detuvo en Oloron-Sainte-Marie. Desde allí fueron trasladados al campo de Gurs. En él, en un principio, las exiliadas españolas compartieron barracones con las mujeres alemanas deportadas por los nazis, para luego ser encerradas en barracones propios.
Luis y Carmen se casaron un 14 de abril 1945 en Oloron, honrando a su querida república. Allí comienza la historia de Raymond, a quien como a decenas de niños y niñas de las familias exiliadas, le salieron los dientes en las interminables reuniones políticas de la época. “Mis padres nunca quisieron ser franceses, pero tampoco reconocer el régimen de Franco”, recuerda Raymond, quien ya desde joven marcó su propio camino político y sindical, influenciado por aquellas sesiones en su casa de la rue des Bains de Oloron, donde se juntaban militantes del PSOE, partido al que pertenecían sus padres, llegados de toda Francia.
Sindicalista y concejal comunista. Militante del sindicato CGT desde tiempos tempranos, Raymond se afilió al PCF en 1974. Siempre recordará la tremenda impresión que le causaron sus nuevos camaradas, ex combatientes de la resistencia, exdeportados, que aún luchan contra la injusticia y la explotación. “Conocía el papel esencial del pueblo soviético en la victoria contra el nazismo. Pero me molestaba el partido único, la falta de libertades. ¡No me culpan por expresar estas críticas e incluso me eligieron secretario de la célula seis meses después!», cuenta.
Concejal en su Oloron natal por el Partido Comunista Francés durante varias legislaturas, ha compartido su labor sindical y política con la memorialista. Entregado desde siempre a recuperar del olvido a las víctimas de Gurs, en 2009, al calor de los actos celebrados tanto en Francia como en España por el 70 aniversario de la Retirada, reunió la fuerza y apoyo suficientes para fundar ‘Terres de Mémorie(s) et de Luttes’, cuyo objetivo es acercar la Segunda República Española, la Guerra Civil Española, el exilio, el internamiento y la resistencia de los españoles en Francia.
Visita navarra. Y 14 años después de dar ese paso, a los 78 años que cumplirá a finales de mayo, aquí le encontramos, recibiendo y sirviendo de anfitrión a la delegación navarra que, encabezada por la vicepresidenta Ana Ollo, visitó a finales de abril Gurs. Como en los últimos tiempos, este año también han acudido a este viaje, encabezados por el parlamentario Carlos Guzmán, representantes de Izquierda Unida y del PCE-EPK de Navarra, un partido unido estrechamente al exilio pirenaico y a Gurs, donde estuvieron apresados muchos de sus militantes.
Este 2024, como novedad y con el objetivo de reivindicar el compromiso con la democracia y frente al fascismo, se ha inaugurado un monumento con los nombres de los navarros y navarras que pasaron por el campo de concentración, en un acto en el que también han participado familiares, asociaciones, alumnado del IES Tierra Estella y autoridades de ambos lados de la frontera.
Ahí, entre quienes visitan por primera vez el campo es donde se mueve como pez en el agua Raymond, manteniendo viva la llama del recuerdo de la lucha contra el franquismo y el nazismo de todas las personas internadas. Un guardián de la memoria nacida entre barracones, barro y alambradas de espinos. Un digno heredero de una lucha que, cuando los tambores de guerra sacuden de nuevo la vieja Europa, nunca morirá.
Fuente → mundoobrero.es
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