En concreto, el artículo recupera la idea de la “peste de los indultos” porque “dejaba impunes a las muertes de ciudadanos o de humildes funcionarios y, al mismo tiempo, animaba a los delincuentes a repetir sus actos”. Así centra su investigación en las amnistías de la Restauración Borbónica (1874-1931) y la Segunda República (1931-1936). Dos regímenes, donde considera que "abundaron las amnistías y los indultos, para conspiradores, terroristas, delincuentes políticos y delincuentes sociales, a pesar de los daños y el dolor que hubieran causado". El artículo llega la misma semana que el Congreso debe debatir en plenario el texto de la ley aprobado el pasado jueves por la comisión de Justicia.
La amnistía por los hechos de octubre de 1934
El autor del escrito enfatiza como causa del golpe de estado fascista de julio de 1936, las amnistías de la República, que contabiliza en tres en cinco años. Ahora bien, la que considera definitiva fue la aprobada cuando el Frente Popular recuperó el poder y amnistió a los independentistas catalanes condenados por rebelión a raíz de los Hechos de Octubre de 1934. Así acusa a Manuel Azaña, presidente de la república , de anular las consecuencias penales “ del golpe sediciones de la Izquierda en Cataluña: repuso en sus funciones el Parlamento regional suspendido y Lluís Companys, condenado por el Tribunal Supremo a treinta años de cárcel, en el puesto de presidente de la Generalidad”.
El artículo no evita, al contrario, comparativas con la situación actual. "Un punto en común entre los amnistiados de semillas y los que se preparan para recibirla es la falta de arrepentimiento de los delincuentes", señala. "Los separatistas que pretendieron destruir la Nación y la Constitución en el 2017 han convertido en lema su grito de satisfacción 'lo volveremos a hacer", añade. "De nosotros depende que la historia no se repita", alerta.
Fuente → elmon.cat
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