
Hoy, 22 de febrero, se conmemora uno de los días más tristes de la historia de este país de países. Un día como hoy del fatídico año de 1939 moría algo más que un poeta, si ser un poeta no fuera algo ya mucho más que casi todo.
Un día como hoy la derrota de la dignidad auténtica, no de la sobrevenida e inventada de quienes se apropiaron de la categoría moral de la Segunda República, quedó escenificada en una tumba, en un entierro, en una despedida.
Quedó escenificada en un cadáver con un poema en la mano, en uno de sus bolsillos. Quedó grabada a fuego para siempre, espero que para siempre, en el corazón de cuantos nos sentimos españoles sin miedo al qué dirán y sin el énfasis patriotero de los cerriles ladrones del pasado.
Un día como hoy se conmemora la muerte de quien escribiera algunos de los versos más sinceramente humanos de toda la literatura universal.
Tengo el orgullo de haber estudiado no en las aulas pero sí en el centro docente donde un GIGANTE dio clases, en el Instituto Cervantes. Cuando ANTONIO MACHADO fue trasladado como catedrático al Cervantes, éste se hallaba en el número 3 de la madrileña calle de Prim. Cuando estudié yo la sede había sido trasladada años antes a donde se encuentra ahora, en la calle de Embajadores, muy cerca de la glorieta homónima. Se rehabilitó allí, en mi instituto a tan egregia figura, en los días en los que yo me formaba como el ciudadano que soy.
ORDEN de 31 de diciembre de 1981 por la que se rehabilita a don Antonio Machado Ruiz como Catedrático de Instituto
Ilmos. Sres.: El claustro del Instituto de Bachillerato "Cervantes" de Madrid, con motivo de la celebración del cincuenta aniversario de su creación, ha elevado a este Departamento el acuerdo unánime de solicitar la rehabilitación de don Antonio Machado Ruiz, Catedrático de Instituto, cuyo último destino fue la cátedra de Francés del referido Centro.
Aunque sea a título póstumo, pues según sus palabras "hoy es siempre todavía", es de un alto valor simbólico en el momento histórico que vivimos reincorporar al Cuerpo de Catedráticos de Institutos Nacionales de Enseñanza Media, que tan esclarecidos representantes de las letras y las artes ha producido, a don Antonio Machado Ruiz, patrimonio ya de todos los españoles.
En su virtud, este Ministerio ha tenido a bien disponer:
1.º Quedan anulados el expediente de depuración contra don Antonio Machado Ruiz y la propuesta de la Comisión Dictaminadora de Expedientes de Depuración, de 7 de julio de 1941, sobre su separación definitiva del servicio y baja en el escalafón del Cuerpo de Catedráticos de Institutos Nacionales de Enseñanza Media.
2.º Don Antonio Machado Ruiz queda rehabilitado, a todos los efectos, como Catedrático de Instituto, debiendo considerársele, a título póstumo, miembro de honor del Claustro del Instituto de Bachillerato "Cervantes" de Madrid.
Mayor Zaragoza
Lo que comunico a V V. I I. para su conocimiento y efectos. Dios guarde a V V. I I.
Madrid, 31 de diciembre de 1981
Ilmos. Sres. Directores Generales de Personal y de Enseñanzas Medias
Años antes, bajo el franquismo, en 1970, el Instituto ya le había rendido un homenaje, instalando una lápida conmemorativa que está situada en el muro de la escalera principal:
ANTONIO MACHADO
POETA DE ESPAÑA
SEVILLA 1875 COLLIURE 1939
CATEDRÁTICO DEL INSTITUTO
1935 CERVANTES 1939
EL CLAUSTRO DE PROFESORES LE DEDICA ESTE HOMENAJE
EN EL XXX ANIVERSARIO DE SU MUERTE
"NUESTRAS HORAS SON MINUTOS
CUANDO ESPERAMOS SABER
Y SIGLOS CUANDO SABEMOS
LO QUE SE PUEDE APRENDER"
Lloramos tu indigna muerte de muerto,
la maldecimos por ser un final innecesario,
injusto y con demasiada derrota,
con una torturadora vejez de insecto,
fue un hasta nunca del que ya te rescatamos,
tarde pero a tiempo,
suficiente para hacer mármol de las lágrimas,
un asesinato de patriotas asustados y feroces.
Lloramos tu indigna muerte de poeta expatriado
aunque la veneramos como la de un héroe,
porque lo fuiste, un héroe empapado de versos,
un héroe en tiempos heroicos para la mugre,
para la tierra dolorida de los españoles enloquecidos,
tu indigna muerte de maestro de violetas,
aquella que aún nos duele en el vientre,
aquella que no olvidamos por nuestro bien.
Te lloramos y te amamos, educador de sombras,
horizontal destino del progreso ensangrentado:
Antonio Machado, el de los días azules.
Fuente → joseluisibanezsalas.blogspot.com
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