La Asociación de Mujeres Antifascistas, la II República y Pasionaria
La Asociación de Mujeres Antifascistas, la II República y Pasionaria
Yolanda Rodríguez González

El Comité Mundial de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo, fundado por la III Internacional, encargó a Dolores la creación de la sección española en 1933 

La entrada de las mujeres españolas en el campo político se produce durante la Segunda República. La llegada al Gobierno del Frente Popular trajo consigo avances y conquistas de derechos para las mujeres, así como su incorporación a la vida política y social. Esos avances en derechos y libertades las convierten en defensoras del gobierno y en activistas y luchadoras contra el golpe militar.
 

La Asociación de Mujeres Antifascistas (AMA) se crea en 1933 como sección española de Mujeres contra la Guerra y el Fascismo, organización internacional que es fundada por la III Internacional y se adscribe a ella tras el triunfo de Hitler en Alemania ese mismo año. Mujeres contra la Guerra y el Fascismo había nacido con una vocación unitaria de agrupar a las mujeres contra el fascismo y los planes de guerra de Alemania e Italia. En ese año Dolores Ibárruri Gómez recibió el encargo de crear la sección española, y a lo largo de ésta se extendieron comités por todo el territorio español.

En julio de 1934 celebra su 1º Congreso en España, con la participación de 78 delegadas de los Partidos Republicano, Comunista, Socialista y mujeres sin afiliación política, quedando constituido el Comité Nacional de Mujeres Contra la Guerra y el Fascismo —llamado inicialmente AMA— y siendo elegidas Presidenta, Dolores Ibárruri Gómez y Presidenta de Honor, Catalina Salmerón, hija de Nicolás Salmerón que fuera presidente de la I República, formando parte del Comité mujeres de gran relevancia política como Clara Campoamor, María Teresa León, Lina Ódena o Victoria Kent.

La Asociación de Mujeres Antifascista consideró al fascismo enemigo de la emancipación de las mujeres que consideraba que éstas debían estar subordinadas a los hombres

El Congreso establece su línea de actuación y sus objetivos: organizar a las mujeres para luchar contra el fascismo y a favor de la causa republicana, considerando al fascismo como el enemigo de la emancipación de las mujeres, ya no sólo por su condición de clase trabajadora sino por la propia concepción fascista sobre la mujer, que entiende que ésta debe estar subordinada al hombre por su carácter e inferioridad intelectual.

El 1º Congreso Mundial de Mujeres Contra la Guerra y el Fascismo se celebró en París el 8 de agosto de 1934, la delegación española estaba encabezada por Dolores Ibárruri Gómez.

Durante el Bienio Negro se produce una de las iniciativas más importantes de la Asociación como respuesta a la movilización de reservistas decretada por Diego Hidalgo para su traslado a Marruecos. Aunque no autorizaron la manifestación, ésta se celebró con gran éxito y con una participación destacada de las trabajadoras de la fábrica de tabacos de Madrid. Visto el alto grado de participación, Zaragoza organizó otra manifestación con la misma respuesta.

El mismo año de su creación, AMA pasará a ser ilegalizada por su apoyo a la huelga general de 1934 y a la Revolución de Asturias. Es en Asturias donde demuestran su capacidad de unidad y de acción y constituyen la Asociación Pro-Infancia Obrera con un carácter aparentemente benéfico y por ello semi tolerada por el gobierno. La situación en Asturias, tras la revolución, es de suma gravedad para las familias trabajadoras, más de 600 niños y niñas han quedado abandonados como consecuencia de los fusilamientos, represión y encarcelamiento de sus familias; la asociación, que cuenta con el apoyo del Socorro Rojo Obrero, el Socorro Rojo Internacional y los partidos de Izquierdas se encarga de rescatarlos de ese abandono en el que se encuentran.

El 15 de febrero de 1936 se edita el primer número del órgano oficial de AMA la revista Mujeres cuyo contenido definía con claridad sus objetivos: el compromiso con la clase trabajadora, la liberación de la mujer y la lucha antifascista. En su consejo de redacción figuran, Dolores Ibárruri Gómez (Pasionaria), Aurora Arnaiz, Eveline Kahm, Ilsa Wolf, Encarnación Fuyola, Emilia Pagnon y Lina Ódena.

En su primer número, la revista pide el voto para el Frente Popular y la amnistía para los presos de la Revolución de Asturias. Tras el triunfo del Frente Popular la revista pone en marcha las reivindicaciones que se incluían en el programa: el derecho al aborto, la creación de casas-cunas, el derecho de las mujeres a ocupar cargos públicos.

El estallido de la guerra en forma de alzamiento militar franquista obliga inmediatamente a la asociación a centrar sus esfuerzos en ganar la guerra, defender la II República y al gobierno del Frente Popular.

Fue trascendental el papel asignado a la Asociación de Mujeres Antifascistas durante la guerra; es el propio gobierno quien a través de los ministerios de la guerra y comercio confían a la Comisión de Auxilio femenino, dependiente de AMA, tareas de Estado.

La Asociación de Mujeres Antifascista (AMA) contaba con más de 60.000 inscritas, lo que facilitó la organización de agrupaciones de base en pueblos y barrios

La Asociación de Mujeres Antifascista contaba con más de 60.000 inscritas, lo que facilitó la organización de agrupaciones de base en pueblos y barriadas de las ciudades; estas agrupaciones se convirtieron en casas de mujeres, con dos objetivos, uno la incorporación de las mujeres a la lucha antifascista y el de su  formación como medio adecuado para su emancipación. Para ello los centros y talleres deberían de contar, además de las dependencias de trabajo, un lugar donde las mujeres pudieran reunirse y charlar, bibliotecas, y todas las agrupaciones deberían contar con escuelas tanto elementales como técnicas.

No lo tuvieron fácil las mujeres en un país que había avanzado en su pensamiento político, pero donde el patriarcado estaba muy arraigado en la sociedad. Fue en el II Congreso de AMA celebrado en Valencia en 1937, en el que Pasionaria junto a otras comunistas como María Teresa León, tuvieron un papel destacado. Se plantearon peticiones de carácter feminista al Gobierno:

—Igualdad de salarios por el mismo trabajo.

—Incorporación de las mujeres a todo tipo de industrias y trabajos no sólo las de guerra.

—Creación de escuelas para capacitar laboralmente a las mujeres.

—Protección de la mujer trabajadora.

—Incorporar mujeres a los Concejos Municipales.

Las agrupaciones se convirtieron en casas de mujeres, con dos objetivos:  incorporarlas a la lucha antifascista y formarlas para su emancipación

El Comité Nacional de AMA se traslada a Valencia a la vez que el gobierno de la República se encarga de la coordinación con las organizaciones del Frente Norte, Euskadi, Santander y Asturias, las localidades que han quedado fuera del dominio franquista, que son muchas, y evidencian su gran capacidad de organización y el despliegue de energías desde la retaguardia. Las tareas de agitación y propaganda no se abandonan en ningún momento. Junto con la publicación de Mujeres, nacen nuevas publicaciones como Pasionaria.

Impulsaron el cooperativismo, la formación y la emancipación

El Comité Nacional de AMA instaura el 8 de marzo como jornada de movilización, impulsan el cooperativismo como forma de crear centros de trabajo para el abastecimiento y no menos importante como forma de incorporar a las mujeres al trabajo remunerado y posibilitar e impulsar su capacidad de organización y decisión.

Se ocupan de la distribución de la solidaridad internacional, ropa, comida, juguetes que han recibido del Comité Mundial de AMA. Organizan campañas para acabar con el analfabetismo, esfuerzo compartido por todas las organizaciones del Frente Popular que tanto en el frente como en la retaguardia consideran el analfabetismo como una enorme lacra.

Durante 1938 el Mediterráneo y sus poblaciones costeras son objetivos militares de Franco y sus Aliados y AMA participa y colabora con los Comités de Vecinos en la construcción de fortificaciones y refugios.

Tal y como recogió el Boletín del Comité Ejecutivo Nacional de AMA en 1938: Ante la saña del enemigo, fortaleced la retaguardia.

Durante el exilio siguió existiendo la organización de Mujeres Antifascistas, en Francia se llamó Unión de Mujeres Antifascistas, en 1946 tuvieron su primer congreso en Toulouse donde Dolores Ibárruri fue nombrada presidenta.

Varias organizaciones más de mujeres volcaron sus esfuerzos en la lucha antifranquista, Mujeres Libres de ideología anarquista y Unión de Muchachas, impulsada por JSU. Pero, en esta ocasión, hemos querido centrar nuestro reconocimiento en la Asociación de Mujeres Antifascistas y en su presidenta Pasionaria.

La recuperación de la Memoria Democrática en nuestro país será incompleta si no se recupera la historia de las olvidadas, el 50 % de la población, que desempeñaron un papel decisivo en la resistencia civil contra el fascismo. “Porque fueron somos y porque somos serán”.


Fuente → mundoobrero.es

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