Buñuel en Las Hurdes
Buñuel en Las Hurdes
Pepe Gutiérrez-Álvarez

 
En los convulsos años treinta del siglo pasado, castigados por la Depresión y conmovidos por el enfrentamiento entre fascismo y democracia, no pocos artistas e intelectuales europeos se afiliaron al movimiento comunista, que prometía establecer el paraíso social de un Estado obrero. Algunos militantes surrealistas, entre ellos Luis Buñuel, se afiliaron entonces al Partido Comunista, liderado por la Comintern, que en 1935 trocó sus ideales revolucionarios por la defensa de la Unión Soviética de la amenaza de Alemania y Japón mediante los Frentes Populares interclasistas y antifascistas. Buñuel sirvió a esta causa política hasta su exilio norteamericano en 1938, a causa de la trágica agonía de la República Española.
 

Comprensiblemente, Buñuel siempre eludió reconocer con posterioridad aquel compromiso político, tanto para evitarse problemas como residente en Estados Unidos (pese a ello, los tuvo), como para evitárselos a su familia residente en España bajo la dictadura de Franco y para poder visitar su propio país. Este libro aporta una cuantiosa e inédita información documental sobre las actividades de Buñuel en aquella década trágica, en el cine y fuera de él, y traza un revelador panorama de su paisaje político-cultural. Por qué “Los años rojos de Luis Buñuel”?Porque fueron los años en que Buñuel militó en el Partido Comunista, como muchos de sus compañeros de generación y amigos suyos (Rafael Alberti, Juan Piqueras, etc.).

En el momento en que Buñuel entra en el grupo surrealista, éste se encontraba a punto de comenzar su transición hacia la militancia política en el movimiento comunista. ¿Qué posturas políticas tomaron sus miembros y qué postura tomó Buñuel con respecto a ellos?

Entre 1930 y 1932 el movimiento surrealista vivió una fractura ideológica, pues una parte de sus miembros pasó a militar en el Partido Comunista. Y aunque André Breton había querido convertir a su grupo en un movimiento revolucionario, en sintonía con la Komintern (su segunda revista se tituló

El surrealismo al servicio de la revolución), las posiciones conservadoras en materia de sexualidad, psicoanálisis, arte, etc., en el movimiento estalinista condujo a varios desencuentros y a su alejamiento definitivo en 1935. Buñuel (como Louis Aragon, Georges Sadoul y otros) ingresó en el Partido Comunista en el invierno de 1931-32. Pero lo hizo en Madrid, en el Partido Comunista de España, pero al residir en Francia su militancia en los primeros años fue en el PCF. En mayo de 1932 se decidió a comunicar a Breton por carta su abandono del surrealismo debido a su militancia política.

Cuando se habla del escándalo que causó “L’âge d’or” se acostumbra a reproducir solamente los hechos que sucedieron durante la proyección del 3 de diciembre de 1930, cuando un grupo de alborotadores fascistas interrumpió la proyección y destruyó las obras expuestas en el foyer. En el libro, sin embargo, además de precisar la afiliación política de los atacantes, se recogen las reacciones posteriores de comunistas y conservadores franceses y aún de los fascistas italianos. ¿Podría explicarnos brevemente la historia del que sea posiblemente uno de los mayores escándalos de la historia del cine?

“L’âge d’or” fue un manifiesto audiovisual de las posiciones revolucionarias e iconoclastas del surrealismo, en contraste con el aspecto “privado” y “poético” que había ofrecido antes Un perro andaluz. Su irrupción, sorteando la censura, provocó una reacción violenta de gentes de extrema derecha, con el consiguiente eco mediático en la prensa conservadora. Acabó siendo prohibida y sus copias confiscadas por el prefecto de policía de París. Y Buñuel, ya comunista, se atrevió a montar luego una versión “reducida” de su film, más acorde con su nueva ideología, pero no llegó a ver la luz.

De todos modos, cuando yo residí en París en 1958-59, la Cinemateca Francesa solía proyectar provocativamente “L’âge d’or” el Viernes Santo.

Y sin embargo, Buñuel se encontraba en Hollywood supervisando la producción en lengua francesa de la MGM. ¿Por qué la estancia de Buñuel en los EE.UU. fue un fracaso?. Buñuel se negó a insertarse en la maquinaria comercial conservadora de la MGM, aunque más tarde en España –en Filmófono– y en México tendría que dedicarse a producir o dirigir cine comercial, que él había llamado en su juventud “cine antiartístico”, como un elogio. Otro lugar común de la historiografía buñueliana es que Las Hurdes fue financiado por Ramón Acín después de tocarle un billete de lotería. En el libro se aporta documentación en otro sentido. ¿Cómo se gestó “Las hurdes Tierra sin pan”? ¿Qué reacciones provocó la película?

El proyecto de “Las Hurdes. Tierra sin pan” fue heredado por Buñuel de un intento frustrado de Yves Allégret de realizar un documental en esa región. Y se financió con un billete de lotería premiado que compró Ramón Acín, tal vez con dinero prestado por Buñuel. Tras un pase en Madrid de su copión mudo, acogido con frialdad, el documental fue prohibido por el gobierno conservador durante el “bienio negro”. Resucitó durante el Frente Popular y fue sonorizado en París en 1936, con un texto que servía como arma de propaganda para la guerra antifascista. Fue muy influyente en el movimiento documentalista mundial, incluyendo a Robert Flaherty. Una de las facetas más desconocidas de Buñuel es la de productor de cine popular durante la II República. ¿En qué consistió el proyecto de Filmófono?

Filmófono fue una distribuidora que en 1935 extendió sus actividades a la producción de películas comerciales. El empresario Ricardo Urgoiti, cabeza del proyecto, puso al frente de las tareas de producción a Luis Buñuel, quien se protegió con un riguroso anonimato. Buñuel supervisó estrechamente, y a ratos dirigió personalmente, las cuatro comedias populares que surgieron de la productora, hasta que el estallido de la Guerra Civil yuguló su próspera iniciativa. Aunque fueron comedias comerciales y populares, su ideología era progresista para su época.

Un capítulo especialmente neblinoso en la biografía de Buñuel es el de su papel en la Guerra Civil como agregado cultural en la embajada de París, en la que participó en labores de espionaje y contraespionaje como el episodio “de las tres bombas”. ¿Qué hay de cierto en todo ello. Buñuel fue siempre muy parco al hablar de esta etapa de su vida, como responsable de propaganda en París y agente de inteligencia. En el libro se aportan muchos datos inéditos de tal actividad, gracias a la consulta de archivos oficiales españoles y franceses. Y se aclara su intervención en dos documentales de propaganda realizados en París, el segundo de los cuales fue prohibido por la censura francesa y no exhibido en España.

Los escritores Román Gubern y Paul Hammond retratan en el libro ‘Los años rojos de Luis Buñuel’, editado por Cátedra, la trayectoria del artista, autor ‘Un perro andaluz’, entre los años 1930 y 1938, “los años más oscuros de la vida y obra del cineasta aragonés”. En una entrevista concedida a Europa Press, el catedrático catalán Gubern indicó que la obra nace cuando en el año 2000 aparece en la Biblioteca Nacional de Paris, coincidiendo con el centenario del nacimiento de Buñuel, una carta, firmada del puño del aragonés el 6 de mayo de 1932, dirigida a André Breton, líder de los surrealistas, anunciándole que abandonaba el grupo para ingresar en el Partido Comunista Español. En este sentido, apuntó que cuando se hizo público este documento, los estudiosos de Buñuel vieron alterada su atención, y, de esta manera, Gubern, junto con el escritor y traductor inglés, experto en el surrealismo, Paul Hammond, decidieron investigar la carta. Tras cinco años recorriendo archivos como los de la Prefectura de Paris, el de el contraespionaje francés o la Fundación Max Aub se presenta “un libro que explora la vida de Buñuel entre el año 1930 al año 38, cuando exilia a Estados Unidos”.

Así, según precisó, se ofrecen “muchos documentos e informaciones inéditas de los años 30 en la vida de Buñuel, etapa muy oscura y gris de su vida, con doblajes para la Paramount en Paris y la Warner en Madrid y producción de películas comerciales”. Al mismo tiempo, Gubern y Hammond relatan “los años menos brillante de la producción de Buñuel, pero dicen mucho de la persona de éste, quien, mientras Dalí y Lorca triunfaban, se dedicaba a tareas semiclandestinas y secundarias”, aseguró.

‘Los años rojos de Luis Buñuel’, que se presenta hoy en Sevilla dentro del Sevilla Festival de Cine Europeo, recoge en más de 400 páginas, incluyendo informes del espionaje francés sobre Buñuel cuando trabajaba en la embajada española tras el alzamiento militar de Franco. Gubern, que adelantó que la obra se publicará en Estados Unidos el próximo año, subrayó que ahora se presenta “un Buñuel distinto y desconocido”. Tras su exilio en Estados Unidos a partir de 1938, el artista español comenzó a “ocultar su militancia comunista por distintas razones”.

Por un lado, según precisó, exiliado en 1938, era “suicida llegar a Estados Unidos y decir que era rojo, puesto que además su familia vivía en España”. Así, “no quiso reconocer públicamente su militancia”, destacó, si bien “no era nada escandaloso, pues el grupo de intelectuales de su generación, como Alberti o Cernuda, presentaron la misma tendencia política”.

El libro, según uno de sus autores, refleja como el comunismo influyó en su producción filmográfica. Así, la cinta de ‘Las Hurdes/ Tierra sin pan’ “siempre se había visto como una película de denuncia social, conociéndose ahora que la Internacional Comunista opinaba que la República española era burguesa y había que derrocarla para establecer un régimen bolchevique y por lo tanto el Partido Comunista Español no apoya a la república hasta que llega el Frente Popular”.

Al hilo de esto, Gubern añadió que ‘Las Hurdes’, presentada en 1933, fue “una película de denuncia de la República”. Cuando llegó la Guerra Civil, “Buñuel sonoriza la cinta en París dando un tapiz antifranquista a ésta”, explicó, y “convirtió la película en propaganda de la República”.

Gubern informó a Europa Press de que durante su estancia en la capital parisina tras salir de España, realizó “dos producciones, frente a lo que en un principio se creía que era tan solo una”. Así, rodó ‘España 36’ y ‘España 37’. La primera de ella se finalizó a principios de 1938, pero sufrió la censura francesa que la prohibió”, dijo. El autor indicó que ambas se conservan. Por otro lado, Gubern dijo que Buñuel “siempre tuvo una sensibilidad de izquierdas”, como así se refleja en los trabajos realizado en Méjico. “Hasta el punto de que en Estados Unidos, el FBI vigiló a Buñuel al conocer de su pasada militancia y saber que era un rojo”, apuntó.

Estos hechos provocaron que el artista español abandonara en junio de 1943 su trabajo en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, ante presiones políticas y religiosas, llegando a ser “víctima del pre-macarthismo ya en ciernes”


Fuente → kaosenlared.net

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