Significado y memoria
Significado y memoria
Carmen Garcia Rodeja y Maria Valcarcel

 

Galicia necesita espacios de memoria que recuerden a quienes fueron represalias porque todavía hay muchos enterrados en lugares sin nombre que sus familiares no pueden honrar. El paisaje gallego está lleno de memoria invisible. Al igual que lo están haciendo en otros lugares, aquí necesitamos que se nos dé la importancia esencial que tiene, que se nos recuerde y se marque, que se nos marque como hitos de memoria, de reivindicación y también de descanso.

Sabemos que hubo entierros que nunca fueron marcados. En cementerios, en la montaña y en aquellos donde deba identificarse el lugar y la indicación. Que las familias tengan un lugar visible al que acudir y que sepamos qué pasó. Una carta de Elena Díaz , sobrina de Alfredo Díaz Monteserín , rodada en Lugo, nos dice: "El recuerdo del difunto es un acto fundamental en cualquier sociedad democrática que valore la justicia y su historia".

Desde hace muchos años, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) viene reclamando lugares específicos donde los familiares de los represaliados puedan honrar a sus seres queridos. Es exigir lo correcto. Son espacios de tiempo y espacios de historia que hay que marcar porque una democracia no debe olvidar a quienes lucharon por ella y dieron su vida.

Para comprender la importancia de este reclamo es necesario hacer referencia a lo que significa, y desactivar - con palabras y acciones - tendencias reticentes e incluso contrarias a un trabajo de apoyo y comprensión mutua. Decir es darle valor como también hacerlo visible y también reparar. Hay grietas profundas que todavía no tienen sentido. Una ciudadanía decente no puede permitirse un pasado tan roto.

El 29 de octubre, la ARMH organizó un acto conmemorativo en el cementerio de Lugo y acompañó a las familias que recordaron sus represaliados sin tumba, sus muertos sin lugar. Anteriormente, la asociación había solicitado permiso al Ayuntamiento para realizar una manifestación de protesta y conmemoración el 1 de noviembre. La solicitud fue denegada citando lo siguiente: “El 1 de noviembre se celebra la Fiesta de Todos los Santos, lo que para nuestro cementerio constituye un hito crucial sustentado en la tradición de una cultura funeraria profundamente arraigada en nuestra sociedad. Es un día en el que miles de personas acuden al lugar para honrar a sus familiares fallecidos y es nuestro deber brindar las medidas necesarias para su acogida en un clima de paz y tranquilidad [...] No es, por tanto, el ideal fecha para desarrollar este tipo de actos reivindicativos en el cementerio".

Parecería que las familias de quienes sufrieron represalias, al afirmar exactamente lo mismo que esos miles de personas, rompen la paz y la tranquilidad y dañan la cultura funeraria. Parecería que esos fusilados, aparte de no tener tumba, no significan nada.

El día 29, llevadas a la fuerza, acudieron numerosas familias, de Viveiro, Cervo, Vilaloudriz, Pontenova, Pobra do Brollón, Incio, Xermade, Ribadeo, Lugo e incluso de Asturias. Los que no pudieron venir enviaron cartas de apoyo y presencia. Así se teje la vida de los que ya no están con los que todavía están. Agricultores, alcaldes, boticarios, barberos, mendigos, carpinteros, maestros, todos ellos fusilados y enterrados en algún lugar anónimo que para sus seres queridos sigue representando un vacío negro. En ese acto se realizó una ofrenda floral y se reclamó un monumento, con el objetivo de marcar un contexto y marcar un lugar. Un monolito de significación y memoria que, tras ser solicitado en multitud de ocasiones, el Ayuntamiento de Lugo sigue negando su retirada. La altura humana no puede ni debe tener memoria selectiva.

" Nadie nos ha pedido jamás perdón. Quiero al menos reclamar el honor de nuestros muertos y exigir al ayuntamiento que acepte la propuesta del monolito ", pide Gloria Freije , nieta del fusilado Antonio Freije.

La poeta Anne Carson escribió una vez: "Si no eres la persona libre que quieres ser, encuentra un lugar donde puedas decir la verdad al respecto". Seremos un poco más libres cuando algo tangible, visible; algo que existe; un monumento, un monolito, una placa, marcar la historia y decir la verdad.

« Estoy demasiado lejos en el Reino Unido para traer flores, pero mi corazón está con todos ustedes y estaré allí con ustedes en espíritu mientras lloro a mi padre José María Fernández Rodríguez. Lloro mientras escribo su nombre porque nunca tuvo una oportunidad de abrazarme y amarme -Nací en octubre de 1936 cuando él ya había estado preso. Y ahora sé que él no estaba vivo cuando yo nací porque lo habían ejecutado en agosto del 36. Pero su espíritu y su memoria vivirán con todos esos seres queridos de todos los demás que los recuerdan, lloran y honran hoy ». De Joyce Carrol , filla póstuma de Pepe Fernández.


Fuente → luzes.gal

banner distribuidora