Desde Unión Republicana reivindicamos la figura y legado de Rafael de Riego en el Bicentenario de su ejecución / Ernesto Aguilar López
Rafael
del Riego y Flórez fue un militar y político español del siglo XIX,
conocido por su papel en la historia de España durante el período
conocido como el Trienio Liberal. Nació el 9 de abril de 1784 en Tuña,
Asturias, y murió ejecutado el 7 de noviembre de 1823 en Madrid.
Riego
se unió al ejército y sirvió en diferentes campañas militares en España
y en las colonias españolas en América. Sin embargo, su papel más
destacado se produjo durante el Trienio Liberal (1820-1823), un período
en el que se estableció un régimen liberal en España tras un
levantamiento militar y el retorno de la Constitución de 1812.
En
1820, Riego lideró un pronunciamiento militar en Las Cabezas de San
Juan, Sevilla, exigiendo la restauración de la Constitución de 1812, que
había sido suspendida por el rey Fernando VII. Este levantamiento,
conocido como el "Pronunciamiento de Riego," marcó el comienzo del
Trienio Liberal. Riego se convirtió en un símbolo del liberalismo
español y desempeñó un papel importante en la política de la época.
Sin
embargo, en 1823, se produjo la intervención de las fuerzas
absolutistas europeas, conocida como la "Cien Mil Hijos de San Luis,"
que restauró el absolutismo en España. Riego fue capturado, juzgado y
ejecutado en Madrid, en la Plaza de la Cebada, el 7 de noviembre de
1823. Su ejecución marcó el final del Trienio Liberal y el regreso de un
régimen absolutista bajo el reinado del rey felón, Fernando VII.
Doscientos
años después de su asesinato, Riego perdura en la memoria popular como
una figura icónica en la historia de España ya que dejó una huella
imborrable en la lucha por la libertad y los ideales liberales en el
siglo XIX. Su liderazgo en el levantamiento militar de 1820 y su
compromiso con la defensa de la Constitución de 1812 lo convirtieron en
un símbolo de la resistencia contra el absolutismo monárquico.
Riego
personificó la valentía y el deseo de reformas democráticas en una
época en la que España se debatía entre sistemas políticos opuestos. El
himno que lleva su nombre se convirtió en el Himno nacional de la II
República Española gracias a un decreto de Don Manuel Azaña (Diario Oficial del Ministerio de la Guerra, 1 de mayo de 1931). ¡¡Loor eterno a Rafael del Riego!!
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