Apoyo a los encausados de Pego. Ser antifascista en el Estado español sigue estando perseguido
Apoyo a los encausados de Pego. Ser antifascista en el Estado español sigue estando perseguido
Apoyo a los encausados de Pego. Ser antifascista en el Estado español sigue estando perseguido
Apoyo a los encausados de Pego. Ser antifascista en el Estado español sigue estando perseguido
Imagina que sales espontáneamente junto a vecinos y vecinas en
tu pueblo para protestar ante las salvajadas que una treintena de
neonazis de otra localidad llevan haciendo a sus anchas durante todo el
día en las calles y acabas encausado por haber tomado esa
responsabilidad social frente al fascismo.
Es lo que le sucede a un buen grupo de jóvenes de la comarca de la Marina Alta (Alicante). La Fiscalía solicita hasta nueve años de prisión
para 14 antifascistas de la localidad de Pego, que repelieron a un
grupo hooligan neonazi en su pueblo en el año 2020, acusándoles de
desórdenes públicos, atentado a la autoridad y lesiones leves. La
petición, sin embargo, de la acusación particular de cuatro miembros de
la Guardia Civil es de cinco años.
Durante este otoño próximo, el
17 de octubre concretamente, tendrá lugar el juicio oral, después de que
un Juzgado de Dénia terminara la investigación. Los hechos se refieren a
lo sucedido hace tres años, el 18 de octubre de 2020, cuando decenas de
hooligans neonazis llegaron al pueblo de Pego desde Gandía con motivo
de un partido de fútbol en la localidad alicantina. Desde media mañana
comenzaron las provocaciones a la gente del pueblo, realizaron numerosas
pintadas y plagaron todos los espacios con pegatinas de simbología
nazi. Estuvieron liándola toda la mañana hasta que de manera bastante
espontánea casi tres centenares de vecinos y vecinas de Pego se
organizaron para realizar una manifestación en protesta a las 4 de la
tarde poco antes del comienzo del partido de fútbol. En Pego no había
grada juvenil de fútbol, por lo que la congregación antifascista fue
boca a boca, tras ver el ambiente social que estaban generando los
neonazis en esa jornada. Se decidió actuar para defender el propio
pueblo.
La actitud del ayuntamiento municipal a través de su
policía local fue completamente condescendiente con los grupos neonazis.
Se sabe sobradamente que las instituciones no toman ninguna clase de
medida para frenar las exaltaciones fascistas bajo la excusa del respeto
a toda opinión. Sin embargo, de sobra sabemos también que esa actitud
condescendiente y permisiva es la que genera la expansión del discurso e
ideas de ultraderecha. La manifestación antifascista se vio
criminalizada desde el inicio y, a última hora de la tarde, tras la
llegada de guardias civiles desde otros puntos de Alicante, comenzaron
unas duras cargas policiales contra los congregados, y una total
protección a los fascistas.
En un pueblo de diez mil habitantes
como Pego casi todo el mundo se conoce de la vida cotidiana. No hubo
identificaciones ese día, pero se le advirtió verbalmente a un joven de
la localidad de que se presentase al día siguiente en el cuartel de la
Guardia Civil, sin entregarle una notificación. Decidió ir para aclarar
la situación y le dejaron allí encerrado para pasarle a disposición
judicial. El 10 de noviembre se producen el resto de detenciones,
presentándose en sus casas, y siendo detenidas un total de ocho
personas, que pasaron unas treinta horas en el calabozo. En total 14
personas fueron encausadas, entre ellas un chico menor de edad que ya
fue juzgado aparte por un Juzgado de Menores y que ha pagado la condena
en trabajos sociales.
En general, estos casos represivos
generan una pulsión militante debido a la injusticia colectiva que
sufren las personas encausadas en un proceso judicial. Pego tiene
antecedentes de antifascismo cultural ya que algunos grupos musicales
como la Gossa Sorda, Smoking Souls o Aspencat están vinculados a este
municipio. En Pego también se encuentra la coordinadora de Memoria
Histórica María Cambrils. Es decir, es una localidad donde se tiene una
cultura de largo tiempo en conexión entre la memoria antifranquista y el
antifascismo actual.
Las victorias populares a veces se pagan
caras con represión, aunque en este tiempo desde el procedimiento
abierto ha aumentado la solidaridad en el pueblo con los encausados,
organizando actos para explicar el proceso judicial en distintos
espacios en la comarca. También han participado en actos vinculados a la
memoria antifascista, e incluso este pasado mes de agosto el Comité Antirrepressiu de les Comarques del Sud y el Grup de Suport dels Encausats fueron invitados a presentar su caso en unas charlas en Berlín y Leipzig, consiguiendo así una internacionalización del mismo.
Y
es que en el Pais Valencià tienen una buena cronología de experiencia
de plantarles cara al fascismo. Lo hicieron en el Franquismo y lo han
seguido haciendo durante el régimen monárquico actual. Todas sabemos que
hay un punto donde lo jurídico se torna en político, porque la
alteración de la paz en el pueblo la hicieron los neonazis y no el
vecindario de Pego. También hay que tener en cuenta que la propia
cronología de las instituciones valencianas en las últimas décadas tiene
tintes abiertamente filofascistas, como nos mostró el caso del asesinato de Guillem Agulló
en Castelló en 1993. La denuncia política y social siempre es
necesaria, como lo es también poner de manifiesto la dialéctica entre lo
jurídico y lo político.
Los 14 jóvenes encausados se sienten fuertes por el apoyo que reciben, pero asusta la petición de la Fiscalía y en relación a otras condenas en casos similares. Las abogadas de Alerta Solidària
defienden a la mayoría de los acusados y buscarán la absolución total,
esto es, que nadie sea condenado a prisión. El próximo 23 de septiembre
se celebrará un acto cultural y político en Pego, colofón a tres años
campaña continuada, y seguirán comunicando acciones en vista del juicio
el 17 de octubre donde defenderán que en Pego no pasaron, ni pasarán,
fascistas.
Imagina que sales espontáneamente junto a vecinos y vecinas en
tu pueblo para protestar ante las salvajadas que una treintena de
neonazis de otra localidad llevan haciendo a sus anchas durante todo el
día en las calles y acabas encausado por haber tomado esa
responsabilidad social frente al fascismo.
Es lo que le sucede a un buen grupo de jóvenes de la comarca de la Marina Alta (Alicante). La Fiscalía solicita hasta nueve años de prisión
para 14 antifascistas de la localidad de Pego, que repelieron a un
grupo hooligan neonazi en su pueblo en el año 2020, acusándoles de
desórdenes públicos, atentado a la autoridad y lesiones leves. La
petición, sin embargo, de la acusación particular de cuatro miembros de
la Guardia Civil es de cinco años.
Durante este otoño próximo, el
17 de octubre concretamente, tendrá lugar el juicio oral, después de que
un Juzgado de Dénia terminara la investigación. Los hechos se refieren a
lo sucedido hace tres años, el 18 de octubre de 2020, cuando decenas de
hooligans neonazis llegaron al pueblo de Pego desde Gandía con motivo
de un partido de fútbol en la localidad alicantina. Desde media mañana
comenzaron las provocaciones a la gente del pueblo, realizaron numerosas
pintadas y plagaron todos los espacios con pegatinas de simbología
nazi. Estuvieron liándola toda la mañana hasta que de manera bastante
espontánea casi tres centenares de vecinos y vecinas de Pego se
organizaron para realizar una manifestación en protesta a las 4 de la
tarde poco antes del comienzo del partido de fútbol. En Pego no había
grada juvenil de fútbol, por lo que la congregación antifascista fue
boca a boca, tras ver el ambiente social que estaban generando los
neonazis en esa jornada. Se decidió actuar para defender el propio
pueblo.
La actitud del ayuntamiento municipal a través de su
policía local fue completamente condescendiente con los grupos neonazis.
Se sabe sobradamente que las instituciones no toman ninguna clase de
medida para frenar las exaltaciones fascistas bajo la excusa del respeto
a toda opinión. Sin embargo, de sobra sabemos también que esa actitud
condescendiente y permisiva es la que genera la expansión del discurso e
ideas de ultraderecha. La manifestación antifascista se vio
criminalizada desde el inicio y, a última hora de la tarde, tras la
llegada de guardias civiles desde otros puntos de Alicante, comenzaron
unas duras cargas policiales contra los congregados, y una total
protección a los fascistas.
En un pueblo de diez mil habitantes
como Pego casi todo el mundo se conoce de la vida cotidiana. No hubo
identificaciones ese día, pero se le advirtió verbalmente a un joven de
la localidad de que se presentase al día siguiente en el cuartel de la
Guardia Civil, sin entregarle una notificación. Decidió ir para aclarar
la situación y le dejaron allí encerrado para pasarle a disposición
judicial. El 10 de noviembre se producen el resto de detenciones,
presentándose en sus casas, y siendo detenidas un total de ocho
personas, que pasaron unas treinta horas en el calabozo. En total 14
personas fueron encausadas, entre ellas un chico menor de edad que ya
fue juzgado aparte por un Juzgado de Menores y que ha pagado la condena
en trabajos sociales.
En general, estos casos represivos
generan una pulsión militante debido a la injusticia colectiva que
sufren las personas encausadas en un proceso judicial. Pego tiene
antecedentes de antifascismo cultural ya que algunos grupos musicales
como la Gossa Sorda, Smoking Souls o Aspencat están vinculados a este
municipio. En Pego también se encuentra la coordinadora de Memoria
Histórica María Cambrils. Es decir, es una localidad donde se tiene una
cultura de largo tiempo en conexión entre la memoria antifranquista y el
antifascismo actual.
Las victorias populares a veces se pagan
caras con represión, aunque en este tiempo desde el procedimiento
abierto ha aumentado la solidaridad en el pueblo con los encausados,
organizando actos para explicar el proceso judicial en distintos
espacios en la comarca. También han participado en actos vinculados a la
memoria antifascista, e incluso este pasado mes de agosto el Comité Antirrepressiu de les Comarques del Sud y el Grup de Suport dels Encausats fueron invitados a presentar su caso en unas charlas en Berlín y Leipzig, consiguiendo así una internacionalización del mismo.
Y
es que en el Pais Valencià tienen una buena cronología de experiencia
de plantarles cara al fascismo. Lo hicieron en el Franquismo y lo han
seguido haciendo durante el régimen monárquico actual. Todas sabemos que
hay un punto donde lo jurídico se torna en político, porque la
alteración de la paz en el pueblo la hicieron los neonazis y no el
vecindario de Pego. También hay que tener en cuenta que la propia
cronología de las instituciones valencianas en las últimas décadas tiene
tintes abiertamente filofascistas, como nos mostró el caso del asesinato de Guillem Agulló
en Castelló en 1993. La denuncia política y social siempre es
necesaria, como lo es también poner de manifiesto la dialéctica entre lo
jurídico y lo político.
Los 14 jóvenes encausados se sienten fuertes por el apoyo que reciben, pero asusta la petición de la Fiscalía y en relación a otras condenas en casos similares. Las abogadas de Alerta Solidària
defienden a la mayoría de los acusados y buscarán la absolución total,
esto es, que nadie sea condenado a prisión. El próximo 23 de septiembre
se celebrará un acto cultural y político en Pego, colofón a tres años
campaña continuada, y seguirán comunicando acciones en vista del juicio
el 17 de octubre donde defenderán que en Pego no pasaron, ni pasarán,
fascistas.
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