Unión de Hermanos Proletarios: Andoni Baserrigorri entrevista a UHP Asturies
Unión de Hermanos Proletarios: Andoni Baserrigorri entrevista a UHP Asturies

«Somos un espacio de reflexión, opinión y también formación con el que complementar la actividad militante que muchas personas honestas realizan en su día».

 

La sigla UHP (Unión de Hermanos Proletarios) es una sigla historica que en Asturies está relacionada con la revolución de Octubre de 1934, revolución derrotada y aplastada por el fascismo español, que aunque en aquellos años el estado era una republica (burguesa) echó mano de sus militares más reaccionarios para aplastarla. Capitaneaba las fuerzas militares que acudieron a aplastarla un tal Francisco Franco que hizo correr la sangre por los valles mineros astures. Poco después lo hizo en la totalidad del estado. Que más vamos a contar de este criminal.

Hoy día UHP es un colectivo que hace (que sepamos…) estupendos análisis y con el que hemos querido charlar para dos cosas. Que nos hablen de aquella experiencia revolucionaria astur y que nos hablen de ellos y su labor en la Asturias de 2023.

Eskerrik asko camaradas por el tiempo que vamos a estar con esta entrevista y vuestra amabilidad en las diferentes conversaciones que hemos tenido previas a la misma.

A Lógicamente hemos hablado desde el escaso conocimiento….ponednos en situación…¿Qué fue la revolución de 1934 en Asturies?

La Revolución de 1934 en Asturies debe ser consideraba en primer término como un levantamiento generalizado por todo el Estado de las fuerzas obreras y populares, tanto políticas como sindicales, contra la entrada de la CEDA en el Gobierno de la II República. Lo cierto es que este levantamiento fracasó en todo el Estado, menos en Asturies, explicaremos más adelante las razones para que ello fuera así.

En noviembre de 1933 las derechas ganan las elecciones, el presidente de la República Alcalá-Zamora hace el encargo a Alejandro Lerroux (del Partido Republicano Radical) de formar un gobierno, pero sólo la CEDA de Gil Robles podía darle a Lerroux los números suficientes para ello. Así pues, si bien la CEDA no era un partido puramente fascista, sí que era una derecha sumamente reaccionaria y que asumía ciertos rasgos que se daban en la Italia de Mussolini y también miraba mucho hacia la Dictadura del Estado Novo que se había impuesto en Portugal poco antes.

En este contexto, con el anuncio de la entrada de la CEDA de Gil Robles en el Gobierno, las fuerzas obreras y populares asumieron el compromiso de frenar la deriva que se venía y empezaron a crear un movimiento huelguístico insurreccional para frenar a Lerroux y la CEDA en todo el territorio republicano. Lo cierto es que este movimiento, planificado para octubre de 1934, quedó en nada en buena parte de España pero en Asturies desencadenó en los hechos que se vienen a llamar la Revolución de Octubre.

Es cierto que en toda España hubo zonas como Catalunya, Madrid y buena parte de las zonas más industriales de Euskadi en las que el levantamiento, aunque brevemente triunfó y logró confrontar con el Estado y el Gobierno derechista, pronto fue reprimido y sofocado. Miles de represaliados de octubre de 1934 de hecho no eran asturianos. Pero también es cierto que en Asturies el movimiento huelguístico acabó derivando en una Revolución Social de importante calado. ¿Por qué esto fue así?

Las razones son varias y de diversa índole para determinar por qué en Asturies el movimiento acabó desencadenando toda una Revolución Proletaria. Lo primero de todo tenemos que tener en cuenta la geografía y la concentración industrial de Asturies como país. Si bien quizá Bizkaia y parte de Catalunya estaban más industrializadas en aquel momento, Asturies tenía en el centro de su territorio una gran concentración de explotaciones mineras, talleres e industrias, mientras que las alas territoriales (oriente y occidente) eran eminente rurales y más bien enfocadas a la producción en el sector pesquero y agroganadero, como lo son hoy si obviamos la turistificación de estas zonas.

Los proletarios asturianos tenían además de relaciones de camaradería con el factor de vecindad, por lo que el territorio de las cuencas mineras y el centro del país eran un territorio muy cohesionado y el centro de Asturies era el motor de todo el país. La concentración demográfica en estas zonas en aquel momento era brutal, incluso para estándares de la época.

Además, debemos de tener en cuenta dos cuestiones clave: la experiencia en la lucha del proletariado en Asturies y su alta moral. La clase obrera asturiana ya había protagonizado largas huelgas revolucionarias como la de 1917, además de estar acostumbrada a hacer huelgas sectoriales muy duras. En este sentido, es fundamental hablar del llamado obrero mixto, una peculiaridad asturiana de gran importancia para entender el aguante del obrero asturiano en situaciones difíciles. No toda la generalidad, pero sí una gran parte de la clase obrera asturiana, alternaba labores industriales o extractivas con labores agrícolas, lo que daba a las familias un fondo de reserva. En Asturies nunca ha destacado el latifundio agrario y en este sentido muchos obreros tenían una pequeña hacienda agrícola en su casa, que suministraba comida a su familia y aparte de la vecindad.

Sobre la moral alta, el porcentaje de proletariado en Asturies sindicado para la época, era mucho más elevado que la media de toda Europa. Los obreros en la década de los años 30 estaba altamente politizados y tenían ya un sustrato de lucha que les hacía autopercibirse como una vanguardia proletaria consciente y capaz de marcar el curso de la historia. Aunque la Revolución de 1934 y lo que pasó años después tuvo el desenlace que tuvo, lo cierto es que la clase trabajadora en Asturies en aquella época era una clase para sí y con una alta moral revolucionaria, determinada esta por diversos factores. Las particularidades del territorio, el acceso a la dinamita por las minas y la ausencia de ideologías y corrientes políticas de carácter interclasista hicieron el resto.

Así pues, la madrugada del 5 de octubre de 1934 los trabajadores, mineros, la mayoría, toman las calles y van asaltando los cuarteles de la Guardia Civil con unas pocas armas y con explosiones de dinamita. Ese mismo día 5 los huelguistas insurrectos han tomado cuarteles, se han hecho con buena parte del armamento que tenían las fuerzas del Estado y controlaban la situación en los valles mineros. Concejos como Llaviana, Samartín del Rei Aurelio, Llangréu, Mieres, L.lena o Ayer son ahora controlados por las fuerzas obreras y populares y deciden impulsar el movimiento tomando por las armas concejos vecinos. Xixón, pasó a ser controlado poco después también por las fuerzas populares, al igual que el Concejo de Grao. La toma de la fábrica de armas de Trubia fue en este sentido un punto de inflexión, pues facilitó la creación del Ejército Rojo Asturiano, que contó con 30.000 milicianos.

A los pocos días de iniciarse el levantamiento, buena parte del territorio estaba bajo control de las fuerzas proletarias. Se formó un Comité Revolucionario y el movimiento se vino a llamar la Comuna Asturiana, en alusión a la de París. En función de la fuerza que tenían en cada concejo, mientras se defendía el Poder Popular y se planificaba la toma de la capital, Uviéu, CNT, PSOE o PCE empezaron a desarrollar diversas formas de autoorganización social en cada pueblo. Todas estas formas de organización social tenían algunas divergencias en función de la fuerza popular principal de cada zona, pero estaban en coordinación el Comité Revolucionario. Hay cosas simbólicas, en Xixón se funda la República Socialista Asturiana, mientras que en Turón se lanza un bando con la formación de la República de Obreros y Campesinos de Asturies.

A los pocos días de que comenzara la insurrección Uviéu es también tomado, pero el día 11 de octubre la II República adopta una postura para reprimir el movimiento revolucionario como si se tratara de una guerra civil y las fuerzas se repliegan. Después de días de combates a la ofensiva se comienza a plantear una táctica más bien en clave defensiva. A partir de esta fecha el Estado toma la iniciativa y forma varias columnas que por oriente, sur y occidente de la geografía y moviliza artillería naval en la costa para sofocar el movimiento. Fueron días de resistencia armada y consolidación de experiencias de Poder Popular, pero a partir del día 15 de octubre el ejército ya controlaba la situación y se comenzó a sistematizar la represión. Ese mismo día Belarmino Tomás y el General López Ochoa, representando al Comité Revolucionario uno y al ejército otro, en Mieres, se reunieron y Belarmino acordó una paz con condiciones que luego poco se cumplirían, pero eso es otra historia.

En síntesis, la Revolución de Octubre de 1934 fue una de las últimas revoluciones puramente proletarias que se dieron en Europa Occidental. Unos días en los que la política del tablero de la II República se desbordó en Asturies y llevó al proletariado de nuestro pueblo a soñar despierto con un horizonte emancipatorio que vieron cerca y por el que la clase trabajadora aquí lo dio todo. Evidentemente, fue un movimiento popular que no midió bien su fuerza real frente a todo un Estado , pero que sí demostró que cuando se dan las condiciones objetivas y subjetivas los estados de la burguesía pueden verse superados por los trabajadores, aunque sea de forma efímera. Es una gran epopeya de la historia de Asturies, que marca nuestra forma de ser hoy en el mundo y una de las otras muchas banderas rojas que el proletariado mundial puede ondear para reafirmar su orgullo de clase.

¿Y dentro de ese contexto qué fueron las UHP?

Bueno, UHP no dejó de ser una mera consigna, la consigna de Uníos Hermanos Proletarios, ideada por Amador Fernández. Ya en marzo de 1934 hay un documento conjunto de la CNT y UGT con esta consigna. Como curiosidad decir que la consigna surge de forma espotánea, pues buena parte de la maquinaria con la que se trabajaba en esa época tenía origen inglés y estaba marcada su capacidad de caballos de vapor con el UHP. ¿Qué era UHP?, pues “Union Horse Power”, el desconocimiento del inglés y la retranca asturiana hizo el resto.

Los revolucionarios asturianos adoptaron esta consigna por la sencilla razón de que ya era popular en las calles de las comarcas mineras y la elevaron cuando se pactó la Alianza Obrera entre socialistas, anarquistas y comunistas. Decir que la llamada Comuna Asturiana contó con la filiación de la UGT, la CNT, el Bloque Obrero y Campesino, el PSOE y el PCE. Fue la consigna que primero en Asturies y después en toda España vino a ocupar el famoso proletarios de todos los países, uníos. Decir que después de la Revolución de 1934 fue una consigna muy recurrida en toda España para acompañar a las peticiones de amnistía del Frente Popular y luego durante la Guerra Civil como elemento aglutinador del bando antifascista.

Decíamos que pese a la bravura del pueblo astur….la revolución fué derrotada y bañada en sangre…¿Qué datos nos podríais facilitar al respecto?

Puntualizar que no fue una cuestión de bravura o no bravura, anteriormente nos hemos extendido sobre los factores que determinaron que el movimiento insurreccional se tornara en Revolución en Asturies. A partir de ahí, sí, la represión hay que decir que fue inmisericorde. Desde un primer momento la II República trató de censurar a todo el Estado lo que estaba pasando en Asturies y durante algunos días se dio un verdadero bloqueo informativo.

Para seguir decir que la Guardia Civil y las Fuerzas de Asalto (algo sí como la Policía Nacional ahora) se vieron desbordadas y forzadas a ir hasta las últimas consecuencias para sofocar la revolución, aunque sin éxito. Por ello se tuvo que movilizar la represión alrededor del Ejército Regular y la Legión de Marruecos, más propensos al combate abierto en el norte de África. Se organizaron cuatro grandes columnas militares que cercaron a los revolucionarios comandados por Yagüe, Lopez Ochoa, Solchaga y Bosch.

Las muertes de inocentes y violaciones fueron una constante, ocupando los moros una posición fundamental en este papel de verdugos. Mientras se sofocaba la revolución se desencadenó un terror blanco abierto contra la población asturiana. Se habla de entre 1200 a 2000 revolucionarios muertos en combate y más de 500 ejecutados una vez acabado el conflicto, otros tantos de torturados de la forma más canalla. Los desterrados y encarcelados se cuentan por miles, llegando a ser alrededor de 50.000 los represaliados de distinta forma en todo el Estado.

Se diría que el criminal fascista Franco hizo una especie de ensayo general de los que despues haria en todo el estado….

Franco ya había intervenido en la represión de movimientos huelguistas en Asturies previos a 1934 y tenía cierta relación con nuestra tierra por haberse casado con una asturiana en Uviéu. En aquel tiempo venía de tener una carrera impecable en el ejército y creemos que era el general más joven de Europa.

El gobierno parece que ordenó a Francisco Franco la coordinación de la represión contra la revolución y no parece ser que Franco fue especialmente laxo a la hora de evitar carnicerías, por decirlo de forma suave. De hecho, parece que fue Franco quien planificó la represión como una suerte de conquista militar de un territorio a colonizar. Los generales que se coordinaron con Franco, anteriormente mencionados, y el propio Franco desde Madrid, actuaron en Asturies bajo un rol de conquista y guerra total. Años después, el Frente Norte de la Guerra Civil, Asturies volvería a ser golpeada de forma durísima por el futuro dictador.

Asturies fue un país en el pasado siglo y en parte todavía lo es vertebrado por el movimiento obrero. Ya en Dictadura, Asturies, pagó un alto precio también por defender conquistas económicas y democráticas. “Asturies si, Franco no” fue una consigna que se oyó en las calles de Europa durante la década de los 60 y 70 del siglo pasado, lo que nos da una idea de la inquina de Franco para con Asturies y el desprecio generalizado que le tuvo el Pueblo Asturiano durante toda su vida.

Bueno, volvamos al 2023….¿Qué es hoy día UHP y cuál vuestro campo de trabajo?

UHP es hoy como lo fue ayer, una consigna para juntar a la clase obrera e incentivar su capacidad para transformar la sociedad. Si os referís a nuestro proyecto, UHP Asturies es un modesto proyecto nacido de la frustración militante en los últimos años, en los que no ha quedado más remedio para algunos que “irnos a nuestras casas” y alejarnos de la política orgánica, aunque sigamos participando en algunos espacios unitarios.

No se viene de la nada como os podréis imaginar por lo dicho anteriormente, pero el ciclo político que vino después del llamado 15-M nos dejó en una situación de prédica en el desierto. Después de un breve tiempo de cierta desconexión, nos decidimos a lanzar este modesto proyecto para retomar cierta actividad y aportar en lo que se pueda dentro del contexto actual, de ausencia de una verdadera vanguardia revolucionaria.

Así pues, UHP es un espacio de reflexión, opinión y también formación con el que complementar la actividad militante que muchas personas honestas realizan en su día a día, aunque a veces entendamos que erran en el espacio en el que luchan. UHP Asturies quiere recuperar cierta actividad de reflexión teórica sobre los principales problemas de nuestro tiempo. No somos una organización política ni pretendemos serlo, sólo queremos ser un altavoz con voz propia con el compromiso de la independencia política e ideológica de nuestra clase. Una pequeña trinchera de agitación y propaganda frente a los tiempos que nos toca vivir.

Llevamos ya un tiempo elaborando diversos discursos frente a problemas actuales y nos gustaría seguir aportando en este sentido mientras no se den las condiciones propicias para volver a la militancia orgánica tradicional. En definitiva, somos un espacio más de los que hay para exponer ideas que consideramos justas para nosotros mismos y puedan servir al colectivo. En el futuro nos gustaría abrir nuestra agitación a otros formatos más innovadores que el puro artículo en un blog, pero por el momento esa es nuestra principal herramienta.

Nos podriaís hacer una radiografia de la actual Asturias? ¿ Como valorais actualmente su lucha de clases?

Haceros una idea, 40 años de franquismo extractivo y 40 del PSOE desmantelándolo todo y creando redes clientelares. Realmente la Asturies de hoy es una Asturies totalmente distinta a la de los años 80 del pasado siglo, tierra que todavía mantenía una importante red industrial y en la que emigrar para tener un trabajo era más una anécdota que una constante, que es lo que lleva pasando desde los últimos años de esa década, cuando se comenzó a llevar adelante la reestructuración productiva que impuso la Europa del Capital.

Hoy en día, en nuestro país todo está determinado y sujeto a la resaca de lo que popularmente se vino a llamar reconversión industrial. Tanto el PSOE estatal como la Federación Socialista Asturiana (FSA) fueron firmes e implacables ejecutores de los dictados de la Comunidad Económica Europea y así dejaron todo como un solar. El fin de todas las industrias estatales que impulsó el Instituto Nacional de Industria (INE), relacionadas con la metalurgia y la minería, arrastró luego a la quiebra o deslocalización de muchos talleres y grandes complejos industriales de capital privado.

A finales de la década de los 90 y comienzos del 2000, la antaño pujante industria asturiana ya era un cadáver. El centro de Asturies es de hecho un solar lleno de ruinas industriales. La Europa del Capital en este sentido golpeó con fuerza a la estructura económica y productiva asturiana y por ello a las condiciones sociales y económicas de nuestro pueblo. Los gerentes en Asturies de los burócratas de Bruselas, de signo “socialista” mayoritariamente, prometieron un plan de reindustrialización, pero los fondos europeos se perdieron en redes clientelares, obras faraónicas pero inútiles y empresas que vinieron a por subvenciones y luego se fueron.

En este sentido la integración en el capitalismo europeo también fue extremadamente dañina para el sector primario, sobre todo en pesca y ganadería. Son sectores que por nuestras propias características geográficas y paisajísticas han tenido siempre gran influencia en nuestra economía pero las cuotas establecidas desde Bruselas hacen que se trabaje a pérdidas y las cuotas que se establecen evidentemente son abusivas para el mercado que podría generar Asturies.

Ahora lo que hay es una tercerización mayoritaria de la economía, con trabajadores accediendo a puestos precarios en empresas medianas y un auge de todo lo que gira alrededor del sector hostelero. Del modelo de turismo natural y rural tradicional que tenía Asturies y que era positivo y sostenible, estamos pasando a ser un gran parque temático, de turismo verde pero totalmente insostenible y masivo. Esa es la ingeniosa salida económica que la FSA ofrece a Asturies, ser un gran chiringuito de una tierra que venden como bellísima, y es verdad que es un privilegio lo que tenemos a nivel natural y patrimonial, pero que dejará de ser así si se sigue apostando todo a esta carta.

Sobre la lucha de clases en Asturies ahora, pues evidentemente, como en todos los sitios, sigue marcando los grandes conflictos de intereses soterrados en la sociedad, pero también con la clase trabajadora cada día más desideologizada y menos concienciada de sus intereses. Todo lo referente al combativo proletariado asturiano, que hizo la Revolución Social en 1934 o que fue el primero en plantar cara a la Dictadura Franquista, se ha ido perdiendo, ya sólo queda un tibio folclore alrededor de aquello.
 

Evidentemente, todo lo que acabamos de explicar sobre el proceso de reconversión no le salió gratis a la burguesía y al Estado, ciertamente se plantó cara durante los años 80, 90 y comienzos bien entrado el siglo XIX. La mayor combatividad que demostró la clase obrera asturiana en buena parte del siglo XX obviamente también fue referencial a la hora de replegarse y tomar una posición defensiva, en este sentido los conflictos de Naval Xixón, Duro Felguera o las duras huelgas mineras para parar el cierre del sector son bien conocidas por todos. Pero esto no quita que en la sociedad de la alienación individualista en que nos desarrollamos hoy todo eso se haya perdido ya casi por completo.

De hecho, en una tierra como la nuestra, en la que las ideas revolucionarias como el marxismo siempre han tenido cierta implantación, se han comprado los marcos del sistema por buena parte de la izquierda “alternativa”, recubiertas con ese folclore del que hemos hablado antes, un obrerismo identitarista que no va a ningún lado. Hoy la tarea fundamental es volver a formar cuadros capaces de entender la realidad y hablar al pueblo trabajador sobre ideas concretas, sin obviar por supuesto el componente pedagógico. En este sentido, aquí en Asturies, como en cualquier pueblo, es necesario recomponer la independencia política e ideológica de la clase obrera.

Viendo vuestro blog esta claro que sois comunistas….¿Os encuadrais en alguna forma de entender el comunismo? ¿Como entendeis hoy dia el marxismo-leninismo?

Efectivamente, somos marxistas, comunistas y defendemos el comunismo científico. Eso no quiere decir que en nuestro espacio dejemos de lado otras posturas de progreso que no pasen el filtro marxista, un ejemplo es que hacemos reseñas de libros que nos parecen de interés pero no entran en los presupuestos teóricos del marxismo per se. Pero sí, evidentemente nos definimos como comunistas y creemos que en los tiempos que corren, de sociedad líquida y desorientación sociopolítica, es importante tener cierta claridad ideológica para hacer un análisis de la realidad concreta.

Sobre el marxismo-leninismo, fuera de interpretaciones vulgares de este, creemos que es la alternativa comunista de nuestros días y no lo negamos, más bien queremos empoderarlo. Creemos que las aportaciones que Lenin y sus continuadores hicieron al marxismo son universales y siguen la cadena del hilo rojo de la historia.

La teoría y práctica marxista sin el aporte de Lenin hoy en día estaría vacía en muchas cuestiones: el papel del Estado; el imperialismo; la necesidad de una vanguardia; los límites del sindicalismo; la determinación, la táctica y estrategia; el papel y rol del Partido, etc. Por ello, sí, asumimos el marxismo-leninismo como la ideología política del proletariado en nuestros días, estando abiertos a otras corrientes y aportaciones teóricas que puedan venir, pero es el m-l el que debe seguir siendo nuestra guía para la acción. Como dice la canción popular, Lenin es joven de nuevo.

¿Cómo entendéis la autodeterminación de los pueblos? ¿Consideráis el estado español una cárcel de pueblos?

El derecho de las naciones a la libre autodeterminación lo entendemos en términos de clase. Creemos que es justo en este sentido analizar la postura de Lenin al respecto en su globalidad, no absolutizar lo que dijo en determinado momento e ignorar lo que expresó en otro contexto concreto diferente. ¿Qué queremos decir con todo esto?, pues ni más ni menos que no creemos que se pueda aplicar de forma mecánica a cualquier contexto por el mero hecho de lo que dijera una figura de autoridad como Lenin.

La autodeterminación nacional entendemos que ha de ser aplicada siempre y cuando se dé una correlación de fuerzas que pueda llevar a un proceso de independencia de un Estado, pero ese proceso ha de estar liderado siempre por el proletariado y otros sectores populares. No vamos a defender nunca un proceso de autodeterminación y la posibilidad de separación si el proceso está comandado por una burguesía igual o más reaccionaria de la que se supone ese determinado pueblo se quiere escindir.

Evidentemente, en contextos dónde la dicotomía es colonizado VS colonizador o imperialismo VS soberanía nacional, sí que defendemos la autodeterminación, aunque detrás pueda incluso haber una burguesía nacional con un papel temporal progresivo. Pero en síntesis, la autodeterminación debe de ser analizada siempre por los comunistas en términos de clase, de la correlación de fuerzas y la posible o no vía que puede abrir para un proceso de construcción del socialismo. Un comunista no puede abrazar pasiones nacionales y banderas, las que sean, para analizar los conflictos nacionales y obviar la base económica, política o ideológica que estos conflictos encierran en sí mismos. No somos nacionalistas, somos internacionalistas.

Sobre la cuestión del Estado Español es un tema de enorme complejidad. No abrazamos la idea que España de por sí sea una cárcel de pueblos oprimidos, aunque sí que es una cárcel para el pueblo trabajador en su conjunto desde 1939. Pero evidentemente en España, gracias a las fuerzas que representaban el Antiguo Régimen durante el siglo XVIII y sobre todo XIX, hubo una burguesía incapaz de solucionar este problema y lo cierto es que aquel era el momento y el contexto histórico para hacerlo. Esto explica muchos problemas actuales alrededor de esta cuestión.

Para entendernos, con la consolidación del capitalismo y la pérdida de poder e influencia de la aristocracia, los países de Europa fueron quién a imponer una política de unificación nacional para favorecer la creación de mercados más amplios para las respectivas burguesías. Estos estados en muchos casos, no sin problemas y sin ejercer mano dura sobre minorías nacionales, fueron capaces a consolidar de forma transversal cierta conciencia nacional y eliminar particularidades culturales. No estamos afirmando que esto sea algo positivo en sí, pero las revoluciones liberal-burguesas en aquel momento fueron así y en términos globales el poder burgués supuso una evolución respecto al feudalismo y sus restos.

¿Qué pasó en España?. Pues pasó de todo, hubo impulsos nacionalizadores y repliegues, hubo una influencia muy importante en determinados momentos de un liberalismo radical y revolucionario que fue aplastado por los defensores del Antiguo Régimen. Lo cierto es que la burguesía fracasó a la hora de crear el Estado-Nación y nunca pudo afianzarlo del todo, en parte por presión de sectores más reaccionarios y en parte por ignorar un movimiento tan fuerte como el republicanismo federal en siglo XIX. De hecho, como asturianos que somos, una tierra en la que el republicanismo federal fue hegemónico hasta bien entrado el siglo XX, no acabamos de entender como esta corriente no fue capaz de influir más en la burguesía “estatal” que se estaba gestando. Es evidente, por ejemplo, que el proceso de nacionalización que por ejemplo surge en Francia en 1789 respondió a los intereses de la burguesía, pero tuvo que ceder ante determinadas proclamas y exigencias populares.

Lo cierto es que España sigue teniendo en el horizonte solucionar la cuestión de su composición nacional, pues arrastra muchas taras en este sentido por cosas como las que antes hemos comentado. Si bien este tema, el de la cuestión nacional aplicada en el contexto del Estado Español no lo hemos abordado, sí que nos gustaría desarrollarlo en el futuro con más rigurosidad. De hecho, ya estaba en mente, por ejemplo el de analizar la condición o no nacional de Asturies dentro del Estado. Lo que sí podemos afirmar ya son varios puntos sobre la cuestión nacional en España:

– El Reino de España es hoy una realidad plurinacional, no comprender esa realidad es no comprender España ni querer poner solución a los problemas que se pueden derivar de ello.

– El único proceso de unificación nacional que sí quiso homogeneizar todo el Estado fue un desastre. Nos referimos obviamente a la Dictadura de Franco, ni ya era el momento de esa empresa, ni la represión cultural y política de los pueblos pueden llevar a ningún buen puerto. Los reaccionarios son una máquina de crear independentistas desde siempre. Esto en Asturies lo entendemos muy bien con nuestra cuestión lingüística, que sufre una situación de anormalidad democrática, incluso dentro de los parámetros del Régimen de 1978.

– El Estado Español ha de tener un futuro en clave de federación de pueblos. Insistimos, el republicanismo federal fue la fuerza hegemónica entre las clases populares en el siglo XIX, debemos apostar por un modelo federal a futuro. Sólo una situación revolucionaria momentánea y concreta podría en España justificar un Estado de tipo centralista, pero claro, esto es mucho suponer.

– No nos asustaría la idea de que en el seno del Estado Español se den procesos de autodeterminación y dichos procesos determinen una salida democrática para determinado pueblo o realidad nacional. Pero a la vanguardia de ese proceso ha de estar la clase obrera, sí o sí.

Evidentemente, a la pregunta queremos responder como habréis podido advertir con cierta cautela y con una serie de generalidades. No es que nos parezca un asunto peliagudo, pero debemos estudiar más esta cuestión desde nuestra posición ideológica y analizar cada realidad concreta en su justo momento, por supuesto. Pronto haremos análisis sobre la realidad nacional en el Estado que estaremos encantados de haceros llegar.

Ya la ultima pregunta….¿Cómo veis el estado del comunismo a nivel mundial en esta ofensiva del imperialismo y de la banda criminal OTAN?

Lo vemos mal, no podemos hacernos trampas al solitario y obviar los problemas y la realidad, está en la propia ideología la importancia de hacer un análisis justo y concreto de los problemas. Bueno, el movimiento comunista internacional comenzó a tomar un camino peligroso ya en la década de los 60 del año pasado, contrariamente a lo que mucha gente dice sobre que el desplome llegó con la caída del llamado Socialismo Real. La caída del Muro de Berlín no se explica sin la infiltración que hizo el revisionismo moderno en los partidos comunistas hermanos, con el hito en este sentido en el XX Congreso del PCUS. Desde ahí vinieron muchas renuncias, muchos enfrentamientos estériles y muchas claudicaciones frente al imperialismo.

Con esto no queremos decir, como muchos dogmáticos dicen, que desde que se celebró el XX Congreso y sobre todo el XX Congreso del PCUS esto haya sido la nada y no se haya construido el socialismo. Pero sí fue un mal precedente para crear un marco para todo lo que vino después, tanto en los países capitalistas como en los autodenominados socialistas. Lo cierto es que el vacío político e ideológico, la ausencia de creatividad revolucionaria y las concesiones al capital previas a la caída de la URSS y las democracias populares hicieron que el golpe fuera todavía más duro.

Y hasta aquí hemos llegado ciertamente. Nos seguimos orientando más a una nostalgia hacia un mundo que ya no existe y a asimilar el shock de comienzos de los 90 que en centrar nuestras fuerzas militantes a construir una alternativa de futuro de garantía. En esto, además, creemos que cayeron todos los colectivos que se llaman marxistas, en mayor o menor grado. Debemos hacer un balance rigoroso y serio sobre los procesos revolucionarios del pasado siglo, señalar sus aciertos, logros y errores y comenzar a mirar más hacia el futuro. Podría decirse que en parte seguimos presos de un luto y una “viudedad” sin darnos cuenta que los trabajadores tenemos un mundo por ganar.

Todo el proceso anteriormente citado ha venido en dar una serie de problemas extra a combatir. La influencia cada día mayor de un socioliberalismo imperante que muchos disfrazan de rojo, el auge de las ideas postmodernas que abrazan el sentimentalismo frente al racionalismo y la incapacidad de explicar a la clase obrera que hay vida más allá del economicismo. Hoy en día la mayoría de los comunistas siguen caminando a rebufo del camino y los límites que marca la democracia burguesa, sin ofrecer discursos soberanos a la lógica del capital, sólo ofrecen propuestas para parchear dicha realidad. No se trata de ser más o menos radicales, pero es momento de romper con el baile que nos marca la oligarquía y construir sinergias de que respondan a los intereses de clase propios.

Todo apunta a que el capitalismo comienza a entrar en una fase terminal, una fase en la que vemos muy complicado que puedan solventar o mejor dicho reinventar los conflictos y problemas que generan sus propias contradicciones. Esto no quiere decir que el capitalismo vaya a caer mañana, pero lo que llamó Lenin, la fase superior del capitalismo, el imperialismo, se encuentra hoy en una posición complicada. Si bien el capitalismo en su momento, frente al Antiguo Régimen, fue un sistema progresivo, después ese mismo capitalismo se tornó por su propio desarrollo interno, en algo reaccionario para la historia humana. Pero aun así, sabía reinventarse, vender falsas victorias y seguir adelante con otro proceso de acumulación, previas crisis generadas.

Hoy vemos poca continuidad a que esta lógica se siga reproduciendo con facilidad. La prueba de ello, entre otras cosas, es cómo los estados imperialistas están apostando por una militarización extrema de las relaciones internacionales, como formuláis en la pregunta, el imperialismo está a la ofensiva, pero muerto de miedo, lo que explica la reactivación de la OTAN a niveles de la Guerra Fría. Por ello, el escenario actual nos debería invitar a reflexionar sobre el papel que ha de jugar el movimiento comunista a escala internacional.

Nuestra actual situación de debilidad se explica por cuestiones tan simples como que no estemos haciendo huelgas y quemando las calles contra la ofensiva militar que estamos viviendo. Los diversos conflictos armados que se dan en el mundo y sobre todo la Guerra en Ucrania, nos tendrían ya que haber servido para recuperar un movimiento popular por la paz, la soberanía de los pueblos y contra el imperialismo. Pero esto no ha ocurrido, ni parece que vaya a ocurrir a medio-largo plazo, por lo menos en la dimensión que debería darse.

Se da una paradoja coyuntural además en nuestro tiempo. Los procesos emancipatorios, tradicionalmente, se han aferrado a una dicotomía de encuentro entre las condiciones objetivas y subjetivas para que se diera algún tipo de transformación social. Hoy las condiciones objetivas están dadas. El cuerpo de protección social del que los estados burgueses se dotaron para evitar la amenaza bolchevique, los llamados estados del bienestar, está en descomposición por no ser ya útil para la reproducción social capitalista. En consecuencia, la depauperación de las condiciones de vida de la clase obrera y los sectores populares va en aumento mientras la concentración del capital no deja de aumentar. También el equilibrio geopolítico hoy se ve salpicado por un auge del militarismo y las futuras barbaries que nos quedan por ver. Ante este estado de las cosas, podemos decir que las condiciones objetivas están ya dadas.

¿Pero qué pasa con las condiciones subjetivas?. Pues lo que pasa es que el sistema capitalista ha sabido dotarse de una supraestructura que si Gramsci viviera creemos que saldría directamente corriendo si tuviera que analizarla. Han convertido en útil cualquier cosa para mantener su control ideológico sobre la sociedad. Debemos comenzar a estudiar a fondo este proceso y comenzar a darle réplica, es una tarea de gran complejidad pero que no podemos seguir obviando, necesitamos una Gran Revolución Cultural Proletaria incluso antes de asaltar el poder, y esperemos que se tergiverse lo que acabamos de decir.

Pero aunque pequemos de repetitivos, creemos que la tarea fundamental es hoy en día dejar de seguir, aunque muchos erroneamente quieran asumirlos para en teoría combatirlos, los marcos del capital y su sistema democrático-liberal, y después generar un discurso propio, independiente y emancipatorio. Los comunistas hoy en día han de comenzar a hablar más entre ellos, olvidar viejos conflictos históricos y comenzar un debate general “a muerte” para establecer unos puntos de convergencia que permitan la reconstrucción de la propuesta comunista. Coordinar células y comenzar a construir alternativas teóricas a la putrefacción en la que vivimos, pero también con el ejemplo de la práctica y el espacio físico real.

Bueno…pues eskerrik asko, por el tiempo que habeis dedicado, felicitaros por los estupendos analisis que realizais y estamos en contacto.

Mila esker por vuestra atención, por seguir nuestros análisis y por concerdernos esta entrevista. Es un honor haber podido compartir reflexiones y por supuesto estamos en contacto y totalmente abiertos a futuras colaboraciones. ¡Nin guerra ente pueblos, nin paz ente clases!


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