Julio Pacheco
Primera vez que una magistrada llamaba a declarar a un querellante por torturas durante la dictadura y ordenaba otras diligencias de prueba. Y es que nunca en el estado español un represaliado de la dictadura se ha sentando en un juzgado para denunciar las torturas y maltrato a los que el aparato de estado sometió a miles y miles de personas
Suspendida la primera declaración de un torturado por el franquismo, la Judicatura nos decepciona ¡pero seguimos!
Faltan unos minutos para las nueve de la mañana y por allí aparecen Julio Pacheco y Rosa García, compañeros de lucha, de vida, de destino. Diversos medios de comunicación ya están a la espera de los protagonistas de esta jornada festiva para los Derechos Humanos en una mañana en la que todavía se respira el frescor del amanecer.
Y amanece en el sentido amplio de la palabra, para Julio como declarante, y para Rosa como testigo. Estamos a las puertas de los madrileños juzgados de Plaza Castilla, entre foto y foto, despliegue de la pancarta y carteles, la plazoleta se va llenando. ¡Hay ilusión! Es la primera vez que un juzgado del estado español admite una querella de este tipo, la escogida entre más de cien querellas por torturas presenadas anteriormente. Julio, tranquilo; para quien no le conozca, es que él es así: posee la magia de controlar siempre el momento, los tiempos. Rosa, siendo la testigo, está más agitada, y es que ella también es así.
Un aplauso inmenso es el abrazo colectivo para arroparles a su entrada en los juzgados, flanqueados por las abogadas Begoña Lalana y Jacinto Lara.
Se abre el paréntesis de la espera, momento para saludos, pláticas e intercambio de cariños entre represaliadas y defensores de Derechos Humanos, y es que entre las personas asistentes sale una larga suma de años en cárceles franquistas y días de torturas. Quienes forman la congregación encarnaron la resistencia contra la dictadura y la conciencia de la palabra democracia. A ellas les debemos lo que tenemos, a su valerosa lucha.
Algo más de media hora y de nuevo nuestras protagonistas asoman por la puerta de los Juzgados, aplauso cerrado, abrazo sonoro y colectivo para Julio y Rosa, entre gritos de ¡No hay memoria sin justicia!
Jarro de agua fría. Jacinto Lara, el abogado de CeAQUA, toma la palabra y nos comunica la suspensión de la toma de declaración de Julio y Rosa por las torturas sufridas durante el franquismo: “se ha asignado un nuevo juez de instrucción al caso, un juez de refuerzo, que considera que la causa tiene ‘aristas’ y que tiene que reconsiderar el caso”.
Explicaciones judiciales que Jacinto Lara califica de “peregrinas e improcedentes” y añade que, si no reconsidera continuar con la investigación judicial, interpondrán “los recursos correspondientes para que la situación pueda ser revertida”. Sin embargo, ha admitido que “esta música suena muy mal; suena a los marcos de impunidad que mantiene el Estado español, que está impidiendo la investigación de este tipo de crímenes”.
Os dejo el vídeo de nuestra dicharachera reportera @pancartera https://twitter.com/pancartera y cada cual que saque sus conclusiones…
La lucha sigue, hoy se ha subido un peldaño más ¿podría haber sido mejor? Sí, pero se hace camino al andar. ¡Caminamos!
¡Seguimos, compañeras!
PD: No me puedo resistir a colectivizar por su belleza plástica la foto de Alvaro Minguito, de El Salto, para cerrar esta nota…
* Miembro del Colectivo LoQueSomos. Otras notas del autor En Twitter: @IkaiAlo
Fuente → loquesomos.org
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