Hallan restos de la Columna Minera de Huelva que fusiló Queipo de Llano en la mayor fosa común abierta en Europa

Hallan restos de la Columna Minera de Huelva que fusiló Queipo de Llano en la mayor fosa común abierta en Europa / Juan Luis Valenzuela 

Pico Reja (cementerio de San Fernando, Sevilla) es la mayor fosa común abierta en Europa occidental desde Srebrenica (Bosnia y Herzegovina). Hasta el momento ya han sido exhumados un total de 4.453 individuos. Más de mil podrían ser víctimas de la represión franquista.

 

La Asociación de Memoria Histórica Comisión por el Derecho a las Exhumaciones, ha comunicado los avances en los trabajos de exhumación de esta inmensa fosa común enclavada en el cementerio sevillano de San Fernando, una fosa en los que los trabajos de exhumación se iniciaron en enero de 2020. Los profesionales de la empresa Aranzadi Sociedad de Ciencias, realizan esta labor impulsada por el Ayuntamiento de la capital andaluza.

 Identificados los cuerpos de una gran parte de los mineros

La importante noticia es que recientemente se han identificado los cuerpos de una gran parte de la Columna Minera de Huelva. Mineros onubenses y republicanos que se desplazaron a Sevilla para combatir contra los militares del sanguinario Queipo de Llano. Los restos hallados en los cadáveres de los mineros (alta concentración de cobre y metales pesados) han sido pista fundamental en la definición de este hallazgo. Para el co-coordinador de estos trabajos, Jesús Román, “la mayoría de los cuerpos están bocabajo y murieron violentamente”.

 Columna minera de Riotinto

Según Juan Manuel Guijo, director del equipo encargado de los trabajos de exhumación de Aranzadi y en declaraciones a Huelva Información, “el grupo apareció en marzo del año pasado. Ya entonces, todas las hipótesis señalaban en una dirección. Los resultados de los análisis realizados por el equipo de técnicos del laboratorio de la Universidad de Santiago de Compostela, dirigido por el antropólogo y forense Fernando Serulla, fueron contundentes. La transferencia de metales pesados como el aluminio, cobre, manganeso y arsénico en el sustrato biológico de los restos óseos era más que evidente. Además, la evidencia se completaba con la aparición de dos cajas de madera con trozos de los restos de varios cuerpos de personas afectadas por fuego, metralla incrustada en la masa ósea y granada de mortero que coinciden con los hechos históricos que narran la emboscada perpetrada por Queipo de Llano a la Columna Minera en La Pañoleta. No podemos asegurar que estén todos los integrantes de la columna, pero sí una gran parte. Las características del enterramiento lo dejan muy claro, aparte de los restos de balística encontrados, etc.”

Cuando un equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi comenzó los trabajos en enero de 2020, las investigaciones previas –tanto desde el punto de vista documental como arqueológico– citaban 1.103 personas inhumadas en el enterramiento ilegal entre julio y agosto de 1936. Y sumaban al menos dos víctimas sepultadas entre los años 38 y 39. 

 Presos llevados desde la cárcel para asesinarlos tras 1936

La realidad oculta en la tierra durante décadas supera tales previsiones. Las perspectivas de partida quedaron pronto relegadas, puesto que, desde el primer momento, la tarea de campo constató la existencia de grandes depósitos datados a finales de los años 30 y entrada la década de los 40. Para la Sociedad de Ciencias Aranzadi, estas fosas resultan compatibles con albergar sujetos víctimas de ejecuciones (muy limitadas) y con depósitos de personas probablemente procedentes de cárceles. Unas referencias que amplían el marco cronológico inicial que situaba la actividad en Pico Reja y estos asesinatos en masa solo tras el golpe de Estado, en el “verano caliente” de 1936.

 Emboscada letal a los mineros

La columna minera de Riotinto era una agrupación de combatientes voluntarios formada el 18 de julio de 1936 en las cuencas mineras de la provincia de Huelva. Uno de sus objetivos era el transporte de dinamita a Sevilla. El general Gonzalo Queipo de Llano difundió por radio el bulo de que venían a “volar la Giralda y la catedral”. La mentira se extendió masivamente entre la población de Sevilla, aunque en forma de revisionismo histórico también se ha mantenido incluso hasta nuestros días. Lo cierto es que los mineros deberían encontrarse en La Palma del Condado y unirse a un grupo de guardias civiles y de asalto al mando de comandante de la Guardia Civil Gregorio Haro Lumbreras, quien se mantuvo leal Gobierno legítimo. Estos habían sido enviados desde la capital onubense para entrar juntos en Sevilla. Ocurrió que el comandante de estos guardias traicionó a sus mandos uniéndose a los sublevados. Finamente, en la mañana del 19 de julio, tendió una emboscada a la columna minera en La Pañoleta, a la entrada de Sevilla. Los guardias ametrallaron a los mineros y estallaron la dinamita, matando y haciendo cautivos a muchos de ellos. Todo finalizó con el vil fusilamiento colectivo perpetrado e ideado por el genocida Queipo de Llano.


Fuente → elplural.com 

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