Plomo y gualda. Entierro mexicano de Azaña en Francia

La novela gráfica “Plomo y gualda. Entierro mexicano de Azaña en Francia” se presenta en Zaragoza, Chaca y Uesca

La última novedad de la editorial aragonesa GP Ediciones, escrita y dibujada por Juanarete y Manuela Granell, se presenta este próximo jueves 1 de junio en el Museo de Zaragoza, al día siguiente se presentará en el Casino Unión Jaquesa de Chaca y el sábado 3 de junio en la Feria del Libro de Uesca.

 

Las novelas gráficas se han convertido en una excelente manera de mostrar nuestra historia. Y así lo entienden en la editorial aragonesa GP Ediciones, que destaca que “en este nuevo mundo de la información, donde la imagen predomina sobre todas las demás formas de comunicación, la combinación de textos y dibujos que ofrece el cómic, sirven acertadamente para acercar al público lector fragmentos de la historia de una manera atractiva y documentada”.

GP Ediciones siempre se ha destacado por publicar cómics “que recuperan parte de nuestra memoria histórica, hemos viajado a campos de concentración del régimen franquista o al interior de la República Dominicana, desde las cumbres de Ordesa a las profundidades del mar. Siempre con la intención de poner en valor pequeños fragmentos de nuestro pasado para que no se olviden y permanezcan en el tiempo”.

Su última novedad es “Plomo y gualda. Entierro mexicano de Azaña en Francia”, escrita y dibujada por Juanarete y Manuela Granell, que se presenta este próximo jueves 1 de junio en el Museo de Zaragoza, al día siguiente se presentará en el Casino Unión Jaquesa de Chaca y el sábado 3 de junio en la Feria del Libro de Uesca.

 México abrió los brazos a todas aquellas personas refugiadas que Europa se negaba a acoger

 Plomo y gualda. Entierro mexicano de Azaña en Francia: En 1940 el embajador mexicano Luis I. Rodríguez, llega a Francia con la encomienda del presidente Lázaro Cárdenas, de retomar el embarque para México de las refugiadas y refugiados españoles. Rutas que con el inicio de la Segunda Guerra Mundial se habían detenido.

Los terribles acontecimientos de la época, desde la caída de Catalunya, hasta las invasiones alemanas en Europa, agitan las penurias de los miles de hombres y mujeres exiliados en Francia, a quienes, Rodríguez trata de amparar aportando los recursos diplomáticos mexicanos.

Tras la firma del armisticio franco-alemán, la falange exterior española, comienza la persecución de figuras destacadas de la política republicana en el exilio. Juan Negrín, jefe de Gobierno y Manuel Azaña, presidente de la República son piezas de caza mayor.

Solo la integridad y humanidad de las personas de la legación mexicana, impedirán que ambos sean capturados y entregados al régimen de Franco, en un acto de valentía y honor ante la pasividad de las autoridades francesas.

Aún hoy estremecen las palabras del embajador mexicano al prefecto francés, después de que el mariscal Petain, prohibiera que el presidente Manuel Azaña fuera enterrado con la bandera republicana española: “Lo cubrirá con orgullo la bandera de México. Para nosotros será un privilegio, para los republicanos una esperanza, y para ustedes, una dolorosa lección”.


Fuente → arainfo.org 

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