Los asesinatos en Asturias, "el primer experimento de la guerra sucia"
Los asesinatos en Asturias, "el primer experimento de la guerra sucia"  
 
El 20 de mayo de 1974, la policía española mató a tiros a los jóvenes José Luis Mondragón y Xabier Roke en la playa de Asturiasaga en Hondarribia. La asociación conmemorativa de Asturiasaga 1974 trabaja para desmentir la versión oficial de que eran etarras y que las muertes fueron consecuencia de un tiroteo.

Este sábado se cumplirán 49 años desde que la Policía española asesinó a los jóvenes refugiados vascos Xabier Roke y José Luis Mondragón en la playa de Asturiasaga en Hondarribia. Xabi Bengoetxea, miembro de la asociación conmemorativa Asturias 1974, ha explicado en NAIZ Radio el trabajo que están realizando para esclarecer lo sucedido.

En la versión publicada por la policía y reproducida por los medios de comunicación de la época, se informó que iban armados, que una tercera persona logró escapar y que otra persona fue detenida en el Estado francés. La información difundida por la Policía en su momento dice que estos dos, Roke y Mondragón, se acercaron en una pequeña lancha, que la Policía los detuvo y, además de ignorarlos, comenzaron a disparar.

En respuesta, la asociación conmemorativa Asturias 1974 ha realizado varios estudios. “En todas las notas analizadas, el mensaje era el mismo. La policía decía exactamente lo que decía. Cómo aparecieron los cuerpos, que había bastante gente en la playa, que algunos no se dieron cuenta cuando se produjo el tiroteo, que eran miembros de ETA... En los reconocimientos que hicimos nos dimos cuenta de que había Eran mareas altas aquel 20 de mayo. La marea sube y baja mucho. Aparece en toda la prensa franquista que los hechos tuvieron lugar a las 17.00 horas y la pleamar fue a las 16.30 horas. Con mareas fuertes, muy arriba, apenas se veía la playa”, explica Bengoetxea.

En opinión de la asociación, "el franquismo trató de difundir una historia". Incluso intentaron encubrir "uno de los primeros experimentos de guerra sucia".

ETA emitió dos comunicados declarando que Mondragón y Roke no eran miembros de la organización. Berasategi ha explicado que, según la información que tienen, Mondragón estuvo involucrado en movimientos nacionalistas en Arrasate, se fue un tiempo y luego se refugió en Bayona. "Cortó lazos con la organización". Roque, por otro lado, había estado en el frente cultural. "Tenía una gran pasión por la poesía", señaló. Dejó el frente cultural y se unió al ejército. Tenía una relación con Eustakio Mendizábal 'Tchikia' y lo intentaron detener mientras repartía propaganda para denunciar su asesinato. Se refugió en Donibane Lohizu, habiendo ya cortado lazos con la organización.

'Cocoliso' infiltrado

El otro nombre que aparece en esta historia es el del policía encubierto Jesús Arrondo Marín 'Cocoliso'. "Dos fueron asesinados a tiros y uno escapó. 'Cocoliso' se hizo popular entre los refugiados", recuerda Bengoetxea. Arrondo era uno de los infiltrados que había en ETA y entre los refugiados. “Varios informes de la policía dicen que no se quemaron demasiado pronto. Un arma fue atrapada en su automóvil, junto con una pila de fotos de refugiados. Después de este incidente tuvo que irse. Unos años después apareció muerto en Andalucía tras recibir un disparo", explicó el diputado asturiano.

El otro, el cuarto y supuestamente detenido, era Pierre Irigoien. “Eso se difundió, pero no hay información que explique qué le pasó. Su nombre está ahí para dar peso a lo que dice la policía. Era un montaje importante y para ello, al ser una operación diseñada en Madrid, encontraron varias piezas para completar este puzzle.'

El 21 de mayo, 'ABC' publicaba que las brigadas político-sociales llevaban mucho tiempo preparando este operativo, que llevaban días en esa costa. "Se suponía que había 50 policías. Dado donde estamos, si aquí hay una ráfaga de disparos , es incomprensible que los policías no salgan heridos”, ha dicho Bengoetxea.

Heridas profundas

Una de las luchas de la asociación es conseguir las autopsias de los dos jóvenes. Según explicó Bengoetxea, la hermana de Mondragón les dio mucha información que ellos no tenían. “Con él vimos la soledad y lo que significa ser víctima en el olvido”. También mantuvieron una relación con Ainhoa, la hija de Roke. Entre los montones de informes que guardaba estaba la autopsia. "Cuántos detalles se mencionan allí. El médico que realiza la autopsia menciona varias lesiones. Uno en la frente, que habría coincidido con un disparo a quemarropa. Aplastó su cerebro. Otros, hechos a distancia. Realiza todos los tiros con la mano derecha, excepto el de media cabeza. Otro tiro en la axila, debió tener las manos en alto para recibir ese tiro”, dice, haciendo un gesto de rendición.

La asociación encontró información oficial solo cuando buscaba información. "Nos sorprendió la falta de otra información sobre tal evento. Pero encontramos que la Oficina de Prensa Euskadi, la oficina de prensa del Gobierno Vasco en el exilio, menciona los hechos en un comunicado del 24 de mayo, donde menciona 'un intento de reunión para encubrir el asesinato de dos ciudadanos vascos'.

Bengoetxea señala que estos asesinatos se llevaron a cabo "con total impunidad". “Estas familias no son reconocidas como víctimas”, recuerda.


Fuente → irratia.naiz.eus

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