Un rey emérito antipatriota, avaro y defraudador
Un rey emérito antipatriota, avaro y defraudador
Fran J. Pérez Esteban

Defraudó a Hacienda 56 millones de euros. Solo pagó 5 millones, y fuera de plazo, para eludir varios delitos fiscales. Ahora lo que pretende es no pagar nunca más.
 
Como una noticia no por esperada más indignante, en febrero hemos conocido que Juan Carlos de Borbón pretende ser de manera permanente rey emérito de España y ciudadano extranjero de su patria y residente en Abu Dabi. Ambas cosas legalmente no son posibles. Además, no pagar impuestos en España tras ser jefe del estado y jefe del ejército durante 39 largos años no resulta ni patriota ni ejemplar.
 

Amigo de dictadores del Golfo Pérsico, tenía donde elegir en 2020 cuando decidió exiliarse tras los escándalos de corrupción, pero escogió Emiratos porque allí no existen impuestos sobre la renta ni sobre el rendimiento de capitales. Es mentira que pretenda dejar de pagarlos en España para pagarlos allí.

Juan Carlos de Borbón es incorregible en su avaricia y en su irresponsabilidad. Y su desfachatez, como ha escrito Javier Pérez Royo, no tiene límites. Ya no le importa nada, salvo seguir viviendo a cuerpo de rey emérito, pero mantener ese título tiene unas obligaciones legales y unas contrapartidas que no puede saltarse.

¿Se puede ser rey emérito de un país residiendo en un país extranjero? La respuesta es no. Y si no quiere pagar impuestos en España que renuncie a la nacionalidad española.

Recordemos que la Fiscalía del Tribunal Supremo elevó a 56 millones de euros lo que defraudó a Hacienda, que somos todos. Pero pagó solo 5 millones de euros fuera de plazo en dos pagos a tocateja para eludir varios delitos fiscales. Ahora lo que pretende es no pagar nunca más.

Pero para poder fijar su residencia en el extranjero y dejar de pagar impuestos, necesita autorización de las Cortes Generales, según el Real Decreto 470/2014 y según la Ley Orgánica 4/2014. El decreto citado fue el que aprobando una modificación al Real Decreto 1368/87 sobre el Régimen de títulos, tratamientos y honores de la familia real, estableció que Juan Carlos continuara vitaliciamente en el uso con carácter honorífico del título de rey.

La ley 470/2014, aprobada solo con los votos del PP, mantuvo su aforamiento ante el Supremo. Decreto y ley están en vigor y el emérito no es un ciudadano normal sino que mantiene un estatus especial, sujeto a las Cortes. Si no quiere pagar impuestos en España que renuncie a la nacionalidad española y que deje de ser rey emérito. Entretanto, si tiene títulos, patrimonio y cuentas en España debe tributar aquí. Urge y mucho tras dos años, conocer también, qué coste está teniendo para el Estado su actual residencia en hoteles, escoltas y viajes, que puede ser escandaloso.

Debemos reclamar que las declaraciones de la renta del Jefe del Estado y familia sean públicas. Como en las repúblicas. Si nada hay que ocultar, ¿cuál es el problema?

Debemos reclamar que las declaraciones de la renta del Jefe del Estado y familia sean públicas como las del resto de ciudadanos. Como en las repúblicas. Si nada hay que ocultar, ¿cuál es el problema? Basta de privilegios antidemocráticos y que sean ejemplares de verdad, aunque sea obligados. Solo así existirá un control público y transparencia sobre las finanzas de la casa real. Hay que establecer vacunas contra la corrupción monárquica.

Y para concluir: ¿se puede ser rey emérito de un país residiendo en un país extranjero? La respuesta es no. Si tiene alguna función oficial, no podrá ejercerla desde Abu Dabi. Juan Carlos de Borbón debe ser controlado por las Cortes, que deben obligarle a elegir entre mantener el título vitalicio y sus funciones , o ser un ciudadano normal, en cuyo caso, debe serle retirado el título y desde luego, ya podría residir en Abu Dabi o donde le petara, aunque lo haga, avaro y defraudador, para no pagar impuestos.

(*) Secretario General de Izquierda Republicana


Fuente → mundoobrero.es

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