Munguia (Vizcaya), 1975, sin mediar ningún motivo, la guardia civil franquista asesinó de un disparo a Alfredo San Sebastián Zaldívar
Munguia (Vizcaya), 1975, sin mediar ningún motivo, la guardia civil franquista asesinó de un disparo a Alfredo San Sebastián Zaldívar

La noche del 14 de Junio de 1975, un grupo de personas se dirigieron a tomar una copa a la Sala de Fiestas Zigor de Munguia, pero estaba cerrada aunque se notaba que había gente. Llamaron insistentemente y salió a la puerta el dueño, Agustín Gamboa, que les dijo que ya era tarde y que no podía dejarles entrar. Entonces aparecieron 2 guardias civiles de paisano del servicio de información de Munguia, en actitud husmeante y observadora. Martín García, que formaba parte del grupo, dijo a los guardias civiles: “Aquí no pasa nada”. Un guardia civil le propinó un culatazo en la cabeza, y Martín cayó al suelo con el cráneo abierto. 
 
Alfredo San Sebastian Zaldívar, sorprendido e indignado por lo que acababan de hacer con uno de sus compañeros, les dijo a los guardias civiles: “…pero qué es lo que pasa aquí?… No hay derecho a esto”. Acto seguido uno de los guardias civiles le disparó, y cayó desplomado al suelo. (Algunos señalan que se oyeron 3 disparos). La bala entró por detrás de su cuerpo, atravesándole de parte a parte. La guardia civil impidió todo tipo de auxilio. Agustín Gamboa se ofreció a llevarlo al hospital, pero la guardia civil respondió: “A quien se acerque lo matamos”. Los jóvenes veían cómo respiraba sin que pudieran echarle una mano. Alfredo estuvo cerca de una hora moribundo en el suelo, desangrándose. En esta situación se le dejó morir. A las 4:30 de la madrugada un jeep de la guardia civil cogió su cadáver y lo trasladó al cementerio. 
 
A primeras horas del dia 15, dos guardias civiles de paisano se presentaron al domicilio de la esposa de Alfredo San Sebastian, en Algorta (Vizcaya), y le comunicaron que: «Su marido está detenido en Munguia”. Acompañada de otro persona se presentó en el cuartel de la guardia civil de Munguia y es aquí donde recibió la noticia de que su marido estaba muerto. La impresión le causó un trastorno tan fuerte que fue internada en la Clínica del doctor San Sebastian en Bilbao. La madre de Alfredo San Sebastian se presentó inmediatamente en el cuartel de la guardia civil de Munguia gritándoles: «Asesinos, criminales, nos van a matar, a toda nuestra juventud… a todos nuestros hijos…». Alfredo San Sebastian Zaldívar tenía 24 años, dejaba esposa y un niño de 6 meses. 
 
El día 16 todos los bares, tiendas, empresas, talleres mecánicos, garajes de Plencia, se sumaron a un paro general. La policía y guardia civil franquista patrullaban las calles, horas antes habían cerrado todas las entradas y salidas del pueblo y pedían documentación a quien se acercaba a la casa de Alfredo o a la iglesia. Al funeral acudieron unas 10.000 personas, y eso que se había impedido la entrada a numeroso público. Después del funeral el cadáver de Alfredo fue sacado a hombros de sus amigos y llevado hasta el cementerio de Plencia acompañado por todo el pueblo en un impresionante silencio.
 

Documentos: Biblioteca de Comunicación y Hemeroteca General (Universidad Autónoma de Barcelona). Noticias de Álava (Txus Díez). La Vanguardia. Archivo de la transición. Políticas de Olvido.


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