
Los Monge, la familia aniquilada por Franco
Cristina Fanjul
Los Monge fueron una familia totalmente masacrada por la represión. Su figura más representativa fue Teresa, de la que prácticamente no se sabía nada. Hasta ahora. Victor del Reguero y Wenceslao Álvarez Oblanca han buceado en archivos oficiales para dar con información precisa de una mujer que se ha convertido en el emblema de la represión en León. «Ni siquiera eran correctos la fecha y el lugar de nacimiento. Por primera vez se dirá que nació en León en 1913, y no en Monforte de Lemos en 1914 como hasta ahora se ha publicado, errónea y repetidamente», destaca Del Reguero.
Cuatro fueron asesinados y los demás sufrieron cárcel y trabajos forzados. reportaje diario de león ofrece hoy a sus lectores un nuevo volumen de la colección ‘de la dictadura de primo de rivera a la guerra civil en león’ en la que revela detalles de la vida y la brutal muerte de teresa monge y su familia durante la contienda en león
Los Monge fueron una familia totalmente masacrada por la represión. Su figura más representativa fue Teresa, de la que prácticamente no se sabía nada. Hasta ahora. Victor del Reguero y Wenceslao Álvarez Oblanca han buceado en archivos oficiales para dar con información precisa de una mujer que se ha convertido en el emblema de la represión en León. «Ni siquiera eran correctos la fecha y el lugar de nacimiento. Por primera vez se dirá que nació en León en 1913, y no en Monforte de Lemos en 1914 como hasta ahora se ha publicado, errónea y repetidamente», destaca Del Reguero.
Tercer volumen
La verdad sobre la
familia Monge aparece hoy en el tercer volúmen de la colección De la
dictadura de Primo de Rivera a la Guerra Civil en León y provincia y
revela datos inéditos que dan un vuelco a la historia oficial.
De
sus pasos se conoce muy poco. Entre 1924 y 1927, fue alumna de la
Escuela de Sierra Pambley. Siguiendo los pasos de su padre, y en tónica
general con sus hermanos y primos, participó en las organizaciones
socialistas. Durante 1935, cuando su padre estaba preso por los sucesos
de octubre, fue una de las impulsoras de la Asociación Pro-Infancia,
creada para atender a los huérfanos e hijos de presos por los sucesos
revolucionarios, y organizó también junto a otros compañeros la recogida
y distribución de ropas para los presos. En abril de 1936, fue decisivo
su empuje para la conformación de la sección femenina de las Juventudes
Socialistas, de la cual fue presidenta. Sus textos fueron habituales en
el semanario Iskra, órgano de las Juventudes, que se publicaba entonces
en León. Detenida y presa en San Marcos, en octubre de 1936 fue
torturada y paseada en el campo de Fresno, uno de los lugares habituales
de las sacas, ubicado entre Valverde y La Virgen del Camino. Su
asesinato conmocionó a la ciudad, convirtiéndose desde entonces en un
símbolo
Sus familiares corrieron un destino mucho más feliz.
Ignacio Monge, fusilado al principio de la guerra,fue detenido el 21 de
julio por la Guardia Civil, un día después de la sublevación. Durante
los interrogatorios, le obligaron a tragarse el carnet de la Corporación
de Antiguos Alumnos de la Escuela de Sierra Pambley, como recoge el
atestado de su detención.
Su hermano Juan Monge Antón y su primo,
Eliseo Monge Antón, murieron como consecuencia de las torturas que
recibieron en San Marcos. Afiliado al sindicato de la Madera de la CNT y
a las Juventudes Socialistas, Juan fue detenido el 20 de julio de 1936
en Puente Castro, a donde había ido para refugiarse en casa de unos
primos. Según el testimonio del también preso Ricardo Presa, varios
falangistas obligaron en San Marcos a Juan Monge a «comer una vela de
espelma y también a tomar medio litro de aceite de ricino y limpiar con
la lengua las tablas del piso», prolongándose las torturas y malos
tratos hasta que fue paseado el 17 de diciembre de 1936. «En medio de
este drama, dos de los hermanos, Ángel Monge –nacido en 1913, y que
había estudiado delineación en Gijón– y Justo, el menor, fueron
internados en batallones de trabajadores para prestar trabajos forzados
durante la guerra», añade el historiador. Juan Monge, padre de Teresa,
apareció una década después de terminada la guerra. Se encontraba en
casa de Matea Moro Martínez, que le había escondido por indicación de su
hermano León y había estado en varias casas más, incluido el caserío de
Marzanas, en el que su propietaria, María Sánchez Miñambres, le dio
cobijo una noche. «Llegó en estado bastante deplorable, muy viejecito,
demostrando ser un mendigo que imploraba la caridad».
El consejo
de guerra, celebrado el 22 de marzo de 1949, terminó en absolución, y en
los años sucesivos Juan Monge intentó sin éxito recuperar su casa, su
carpintería y sus bienes, que habían sido embargados y subastados,
cayendo en manos del comerciante Cesáreo Lobato y de algunos militares.
Fuente → diariodeleon.es
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