Al menos 33 republicanos fueron Víctimas  mortales en el campo de concentración franquista Santa Espina
Al menos 33 republicanos fueron Víctimas mortales en el campo de concentración franquista Santa Sspina (Valladolid) / Tulio Riomesta


El campo de concentración ubicado en el monasterio de la santa espina, en Castromonte, fue uno de los más de 300 campos que los franquistas instalaron por toda España. Las bandas armadas franquistas ocuparon el edificio religioso, originario del siglo XII, en agosto de 1937 sin importarles que una parte del inmueble fuera la sede de un orfanato repleto de niños. Los propios documentos militares franquistas reconocían las limitaciones del recinto, “solo hay capacidad para unos 600 prisioneros”. Fue utilizado hasta noviembre de 1939.

Esa capacidad se sobrepasó en un 700%, ya que en su interior llegaron a hacinarse 4.300 cautivos, que padecieron enfermedades, malos tratos, mucho frío, y hambre, mucha hambre. Los responsables del campo utilizaron también los claustros inferiores del monasterio, donde los prisioneros no podían protegerse del frío, la lluvia y la nieve. Los ingenieros del ejército sublevado lo consideraban “inhabitables” durante los duros meses del invierno, recomendando el cierre del campo si no se tapiaban esos claustros.

Las enfermedades, los malos tratos y la parasitación de los prisioneros fueron otras de las consecuencias de la enorme masificación. La alimentación siempre fue insuficiente, la comida dejaba mucho que desear, un chusco de pan y caldo de huesos de caballo; algunos reclusos murieron de hambre. Los malos tratos eran costumbre, al salir al patio les pegaban con correas. El tifus exantemático, provocado por el piojo verde, se cebó con los forzados huéspedes del monasterio. La sarna y las enfermedades del aparato digestivo se propagaron debido a la mala alimentación y a las condiciones insalubres del agua. Además, la falta de asistencia sanitaria y la carencia de medicinas.

83 años después, Malena y Óscar, 2 voluntarios de la ARMH, recorrieron el cementerio del monasterio buscando alguna fosa. En el archivo y el registro civil de la localidad de Castromonte encontraron 33 nombres de prisioneros que habían perecido en el campo y fueron enterrados en ese cementerio. Fallecieron por enfermedades atribuibles a un trato ignominioso y cruel», señalan desde la ARMH. Entre las causas oficiales de sus muertes, un tercio de ellos murió de “bronconeumonía”. El resto, de entre 17 y 40 años de edad, fueron registrados como víctimas de “endocardiatis”, “paro cardiaco”, “conmoción cerebral”, “anemia cerebral”, “congestión pulmonar” o “insuficiencia cardiaca”, entre otras supuestas dolencias.

No aparece ninguna víctima en 1937, hubo 2 en 1938, el resto entre febrero y mayo de 1939. Pudo haber muchos más fallecidos que no fueron registrados, con la metodología del fascismo español nada es descartable. Hay serias dudas de que todos los fallecimientos hayan sido causados por las condiciones de higiene o las enfermedades. La congregación religiosa que gestionaba el monasterio, los hermanos de la Salle, no han colaborado para aclarar otras muertes aunque eran los propietarios de ese cementerio. Es imposible pensar que no hubiera un libro de defunciones y enterramientos.

Estos son los nombres, edades y localidad de origen de las víctimas documentadas del campo de concentración de la santa espina:

Marcos de la Vega Cruz, 28 años, natural de Aranda del Duero; Pedro Monuera Sánchez, 27, Águilas; Rafael Rodríguez; Diego Ferris Marcos, 27, Yecla; José ¿Planavella? ¿Casamoras?; Florencia Ruiz Mateo, 31; Pedro Gallardo Díaz, 27, Campanario; Enrique Lafer García, 24, Yecla; Francisco Pérez Durán, 20, Rabat; Jacinto Blancaflor Bosch, 37; Félix Laurel Castell, 36, Martorell; José Fabré Solé, 36, Tarradell; Jorge Lafuer del Hierro, 25, Casarrubios del Monte; José Flores García, 38, Mojácar; Tomás Vilella Fruel, 23, Roses; Miguel ¿? Lafer, 29, Brihuega; Juan Martín Silvent, 20, Hinojosa del ¿?; Salvador del Río Méndez, 40, Madrid; Antonio Pareja Campello, 18, Santa Pola; Juan Flores Flores, 22, Alcadazo; Fermín Mulla Hernández, 33, Alicante; Francisco Sánchez Poveda, 19, Lorca; Mariano Riba de la Cruz, 19, Caspe; José Aladero Albiol, 30, Badalona; Enrique Montreal Boada, 37, Barcelona; Francisco Ortega Fernández, 28, ¿La Iruela?; Manuel Fuentes García, 29, Felix; David García García, 21, Madrid; Miguel Lafer Cayuela, 29, Vélez Rubio; Gaspar Setar ¿Fores?, 19, San Lorenzo de la Muga; José Mulet Pascual, 18, Murla; Joaquín Armengol Bergante, 17, Figueres; Miguel Morales Reig, 24, Madrid; Antonio Rodríguez Blanco; José Flores García.

Referencias: Eldiario.es (Carlos Hernández). Diario de Valladolid (Paloma Revilla)


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