Por un frente antifascista

 

Desde la irrupción de los 52 diputados de VOX en el Congreso de los Diputados en noviembre de 2019, se vio claramente su estrategia, venían a la casa de la soberanía nacional a destruir todo lo que significa debate político, el respeto a la institución parlamentaria, y el respeto a las personas que detentan la representación ciudadana para provocar que la ciudadanía acabe viéndolos a todos por igual para deslegitimar la propia institución para crear las condiciones que justifique la intervención armada, ésta es la estrategia de la extrema derecha mundial (fascismo), la última sonada de estos movimientos fascistas fue, en enero de 2021, el asalto al Capitolio de EEUU. En resumen han venido a destruir nuestra democracia. Desde el principio de la constitución del Gobierno de coalición los ataques basados en «mentiras» se han sucedido casi en todas las sesiones parlamentarias. Han fabricado desde sus agencias «bulos» de todo tipo, han llamado asesino al presidente de gobierno, han intentado conseguir forzar situaciones que acabaran volviéndose contra las ministras del gobierno, han conseguido sacar a Pablo Iglesias del Congreso de los Diputados, han intentado cargarse a Alberto Garzón en su tarea de Ministro de Consumo, así uno tras otro y otra, centrando sus ataques en calificar a los partidos de la coalición y de la investidura, llamando terroristas y asesinos a todo político nacionalista periférico. Ahora ya han llegado a límites inaceptables con el energúmeno eunuco de Sánchez del Real, diputado de VOX, en el debate parlamentario sobre la ley de SI ES SI. Un ataque a muerte (política) contra la Ministra Irene Montero. Un ataque a todas las diputadas y mujeres de nuestro país, así como a los diputados de izquierdas y progresistas, con palabras donde ellos se creen seres superiores al resto de los españoles. La primacía de ser franquistas hasta la médula.

Hay que recordar los colaboradores necesarios para blanquear al fascismo desde los medios de comunicación de la derecha mediática mediaset y atresmedia, mañana y tarde regalándoles platós de programas específicos de elevada audiencia. Y la derecha política de PP y Ciudadanos que les abrieron las puertas de las instituciones y se convirtieron en sus lacayos.

Una vez más han sacado a la luz su estrategia y su fascismo galopante acompañado de sus miserias, reflejado en un odio visceral hacia todo lo que representan los derechos humanos, sociales y de igualdad. De momento ya van consiguiendo que una parte (15%) de la ciudadanía haga suyas esas miserables consignas para romper los derechos adquiridos y detrás imponer sus leyes fascistas. Como piensan hacer si consiguen el próximo gobierno, derogando la ley de Memoria Democrática para sustituirla por otra que llaman la ley de la Concordia. Paralelo a esto han actuado agrediendo a las sedes políticas y personas de izquierdas.

El fascismo ha venido para quedarse. Y los que miraban para otro lado en el 2019 ya pueden asumir su responsabilidad. En esa primera fase, la izquierda española «la ha cagado». ¿Cuántos votos han recibido los de VOX por la complicidad del centroderecha y la derecha, y el silencio de la izquierda?. Ese silencio ha sido el cómplice que los ha colocado en los parlamentos autonómicos, y ahora los veremos en casi todos los ayuntamientos de España.

¿Qué pasa con esta izquierda que mira este proceso desde la mayor pasividad,? dejando que se carguen a los nuestros, como pasó con Pablo Iglesias. Los partidos como Podemos e IU y los grupos surgidos de las desavenencias dentro de la misma izquierda deberían repasar la historia de Europa para ver que pasó en Alemania, cuando desde marzo de 1933 hasta septiembre de 1945, construyeron más de mil campos de concentración​ en su propio territorio y en partes de la Europa ocupada. Los primeros campos se establecieron en marzo de 1933, en Alemania, inmediatamente después de que Adolf Hitler se convirtiera en Canciller de Alemania. Y muchos comunistas, socialistas, socialdemócratas, eran deportados a los campos para ser eliminados. ¿De qué les valió mantener las diferencias ideológicas si todos acabaron en hornos crematorios?. Esa izquierda que ha transformado a los sindicatos en gestores administrativos. La clase obrera está totalmente desarmada orgánicamente, pero la propia inercia de la confrontación de clases lleva a toma de conciencia para estar mínimamente organizados en los movimientos sociales (las mareas).

Mientras la izquierda constitucional caía en los brazos del sistema desde las posiciones reformistas del poder que conquistaban en las instituciones, los conflictos permanentes en la defensa de los derechos humanos y sociales que, los gobiernos del PP y nacionalistas, fueron restando, transformando o simplemente eliminando, obligaron a estar en movimientos sociales a los que querían recuperar lo que les estaban robando.. Esto reconfiguró el contenido de los objetivos a perseguir en la lucha política, perdiendo la esencia que nos enseñó la lucha antifranquista.

Este vacío ideológico que se incrustó en las personas que por su capacidad personal inciden en la defensa de los objetivos propuestos, pero lo hacen desde posiciones que para nada tienen en su proyecto de lucha derribar este estado dominado por el capital financiero. Eso lo sabe el propio capital y por ello les va dando migajas en las reivindicaciones que se han ido recuperando, pero perdiendo por el camino parte de esos derechos anteriormente conquistados.

Desde que estamos desmovilizados, el fascismo no para de crecer. El domingo dia 27 sacaron a 25.000 personas a la calle en Madrid. Es la hora de orqanizarnos por todo el Estado español creando mesas antifascistas participadas por todas las fuerzas democráticas. en 1978 fruto de la Transición política hacia la democracia, las bases que se aprobaron en la estructura del Estado, dieron pie a que se diera el cambio económico y político que acabara produciendo la pérdida de conciencia en la clase obrera. El capital necesitaba desmontar aquel partido comunista y aquellas CCOO que habían sido el alma de la lucha contra la dictadura. La situación actual nos demuestra que al final este podrido sistema lo ha conseguido. Han conseguido además que el genocidio español del golpe estado, que costó 150.000 asesinados, sea solamente una cuestión burocrática a resolver. La probación de la ley de Memoria Democrática debería haber servido para que la ciudadanía avanzara en su conocimiento de aquella realidad que sigue siendo una vergüenza nacional desde hace 82 años. Pero no, sólo fue una noticia más en los informativos, mientras la España democrática se mantenía en silencio.

La realidad sobre la ley de memoria democrática se vio el día 3/11/2022, a las 2:20 de la madrugada, cuando se retiraron los restos mortales de Queipo de Llano de la Macarena, se realizó con nocturnidad y alevosía, y había una mujer esperando en la puerta, era Paqui Maqueda, presidenta de la asociación memorialista Memoria Nuestra de Sevilla, acompañada de los familiares de los fascistas que de allí se trasladaban a otro lugar. Esa mujer en su soledad demostró una firmeza digna de reconocimiento público frente a los fascistas allí presentes de donde recibió duros insultos. El lugar debía haber estado abarrotado de sevillanos demócratas arropando a Paqui. Esa escena reflejó nuestra triste realidad.

Estos frentes antifascistas serán fuertes en la medida que agrupe a la mayoría aplastante de las organizaciones políticas y sociales de cada municipio. Y debería ser el órgano promotor de actividades antifascistas por todos los barrios. Mientras no enseñemos lo que significa el fascismo a la mayoría de la población, los de VOX continuaran en las instituciones y pueden que lleguen a gobernar en próxima legislatura junto a PP. ………DESPERTAD COJONES.