Españoles en la Resistencia francesa
Españoles en la Resistencia francesa
Francesc Sánchez

 

Hay momentos en la historia que son recurrentes. Por los hechos y por su carga simbólica, porque fueron momentos decisivos y porque se convirtieron en un mito. El momento recurrente que hoy traemos a estas páginas es de un sabor agridulce. La participación española en la Resistencia francesa contribuyó a la derrota de los nazis alemanes, y sus colaboradores franceses, pero no pudo hacer lo mismo con el Régimen franquista. Los maquis querían derrotar a los fascistas en España, pero el mundo libre por el que habían luchado en las montañas francesas les dejó de lado. Daba igual que la dictadura en España fuera una pieza que no encajaba en una Europa liberada de las fuerzas del Eje, el éxodo de la mayoría de los combatientes unos años antes, sus ideas políticas radicales, y los nuevos tiempos santificados en Yalta, no sólo olvidaron este país, si no que pronto le encontraron un lugar en el nuevo escenario internacional, en el que las dos superpotencias, defendiendo el capitalismo y el comunismo, se dividieron el mundo, sacrificando un pueblo entero hasta que el dictador murió en su cama, y por convencimiento dejamos atrás esa ignominia.

Esta es la historia de unos hombres que salieron del fuego para caer en las brasas. Cuando se produce la Retirada de más de medio millón de españoles hacia la frontera francesa, todos los combatientes son desarmados y detenidos en multitud de campos de concentración en condiciones insalubres porque son una molestia. Hitler y Stalin han pactado, muy pronto empezará la guerra cuando los nazis rompen el pacto e invaden Polonia, y poco después derrotan sin paliativos al Ejército francés. Los españoles pues huyen de España y se encuentran sin quererlo con la invasión alemana de Francia, que durante los primeros años divide al país entre la Francia ocupada, y la Francia libre del régimen de Vichy del mariscal Pétain. Estos hombres molestos son carne de trabajos forzados y también de la maquinaria de aniquilación alemana con su red de campos de concentración y exterminio. Frente a esto se presenta pues el frente infinito. Una continuación de la guerra contra los fascistas que se había iniciado en la Guerra Civil española y que ahora continúa en la Segunda Guerra Mundial.

La Resistencia fue esto. La oposición al fascismo. Los españoles en Francia que empuñan de nuevo las armas son socialistas, comunistas y anarquistas, que frente a la disyuntiva de sucumbir deciden defenderse, contribuyendo a la liberación del país que tan mal les ha acogido. Tienen experiencia de combate y organización. Crean organizaciones que ayudan a multitud de personas a cruzar furtivamente la frontera para salvar su piel, como lo fue la red Ponzán, y establecen grupos de combate al lado de los franceses que deciden rebelarse contra el invasor. Este ejército informal, esta guerrilla, que será conocida como el maquis, funcionó hasta el final de la guerra: los bosques de Aquitania, las montañas de Glières, la batalla de La Madeleine, los combates de Ariège, y la liberación de Paris, fueron algunos momentos significativos en los que se vieron involucrados. En el momento en que se produce el desembarco aliado en el norte de África toda Francia es ocupada por los alemanes. De ahí en adelante se espera lo propio para Francia. Los aliados lo harán masiva y decisivamente entre el 6 de junio y 30 de agosto de 1944 en las playas de Normandía. Poco después, entre el 19 y el 25 de agosto se libera Paris, también con una avanzadilla de españoles encuadrados en la Compañía Nueve de la División Leclerc.

Faltaba una cosa muy importante. Liberar España. Y hubo una intentona y una leyenda. La Operación Reconquista de España pretendía invadir el país por el Valle de Aran con unos cuantos miles de guerrilleros, bajo la esperanza tanto de que un pueblo aniquilado se alzará y de que los aliados entraran posteriormente España, pero termina siendo un auténtico desastre. El mito fue que algunos combatientes españoles continuaron la guerra siendo molestos para el régimen franquista, pero terminaran aniquilados. Hay que ver la película Y llegó el día de la venganza de Fred Zinnemann para captar este sentimiento. No hay ninguna queja. El pasado es el que es y ya forma parte de eso mismo, el pasado. Por suerte hemos dejado atrás esos hechos ¿verdad? Pero va bien a veces recordarlos, como hizo finalmente el Estado francés, porque muchas veces se nos muestra la historia de una forma exquisita, con el triunfo del bien sobre el mal, y como hemos visto eso en ocasiones más que por decisiones de los Estados, viene de la mano de hombres como estos que hoy hemos querido traer aquí que lucharon por lo que consideraron justo. Nuestro deber como historiadores es sin más contar su historia. El libro, Y ahora, volved a vuestras casas. Republicanos españoles en la Resistencia francesa de Evelyn Mesquida.



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