
La actividad de los diferentes grupos terroristas de extrema derecha tuvo lugar principalmente entre 1974 y 1982. Enfocando sus actos posteriormente en reventar actos públicos o dar palizas. Según un informe del Gobierno del Pais Vasco se llevaron a cabo 74 actos terroristas que tuvieron un total de 66 víctimas, pero tal como se recoge en la entrevista realizada al terrorista del GAS en Interviu en 1977 “los ataques y atentados realizados por el GAS (y otros) fueron numerosos. Muchos más de los que en la nota policial decía en su detención se enumeraban. Los proyectos de atentados también son escalofriantes”.
Entre sus ataques podemos apuntar los que se llevaron a cabo contra librerías progresistas o salas de fiesta como la librería Mugalde, la librería Ruedo Ibérico (París), la librería Nafarroa (Biarritz), la Editorial Ebro (París), la revista satírica “El Papus” en Barcelona o las salas de fiestas de Le Bataclan (París) o sala Scala en Barcelona. Pero estos no fueron sus únicos objetivos, también asesinaron al empresarios, taxistas o familias.
En 1976 tuvieron lugar los Sucesos de Montejurra, donde 2 simpatizantes carlistas de izquierdas, mueren asesinados por disparos durante la celebración de la tradicional romería carlista de Montejurra. Por estos sucesos se detuvieron a los neofascistas Stefano delle Chiaie, Rodolfo Almirón, Jean Pierre Cherid y Pier Luigi Concutelli, y a Guerrilleros de Cristo Rey que habían acudido a la cita a boicotear la presencia de los carlistas de izquierdas.
Cualquiera que no reuniera los estándares ideológicos o estuviera “en el sitio equivocado” era un potencial objetivo de los grupos y comandos ultraderechistas. Un ejemplo de ello, es el acto terrorista contra Norma Menchaca, José Unamuno y Sebastián Soria. La actuación policial se lo atribuyó a pistoleros de extrema derecha. El caso fue sobreseído y archivado.
Otros casos similares a los de Menchaca, Unamuno y Soria, fueron los que se llevaron a cabo contra el estudiante Carlos González Martínez, ejecutado por los guerrilleros de Cristo Rey durante una manifestación en Madrid, donde le asestaron varios disparos por la espalda, o contra el estudiante andaluz de 19 años, Arturo Ruiz García, mientras participaba en una manifestación. Entre los pistoleros implicados se encontraban Jorge Cesarsky y José Ignacio Fernández Guaza, ambos vinculados con la Triple A.
Esta Tribuna se queda pequeña para hacer referencia a todas las personas asesinadas por el terrorismo tardofranquista que la derecha extrema y la extrema derecha quieren silenciar para siempre.
En la mayoría de los casos, los modus operandi de los movimientos terroristas de ultraderecha eran los mismos que los que llevaban a cabo otros grupos terroristas como ETA, como es el caso del secuestro y asesinato, llamadas telefónicas para asumir autoría, o pedir la libertad de terroristas que estaban procesados por su participación en otros actos terroristas. Pero es llamativo, que esos periodistas y políticos no hagan alusión nunca a esto.
En España hay víctimas de terrorismo de 1ª y de 2ª, y a la vista están con las declaraciones de los hermanos de Arturo Ruiz “Nunca nadie jamás hizo nada ni se ha dirigido a nosotros”. Sólo lograron que su hermano fuera considerado víctima del terrorismo, y una indemnización, en el año 2000. Pocas han sido las victimas reconocidas por el terrorismo tardofranquista y aún menos los hechos investigados, así como los autores materiales e intelectuales juzgados por dichos actos.
La actuación de los diferentes partidos políticos ha consistido durante décadas en silenciar y tapar el terrorismo tardofranquista, bien por la vinculación de estos movimientos con partidos que venían y representaban a la dictadura franquista, y que si se actuaba contra ellos podían dinamitar la débil transición, o porque esos actos casualmente, están bajo la Ley de Amnistía de 1977.
Durante cinco décadas se ha silenciado el terrorismo de extrema derecha, y actualmente se sigue silenciando, buscando que las nuevas generaciones no conozcan qué en España, los salvapatrias y patriotas, asesinaban a personas por su ideología, mientras estos luchaban por la consecución de derechos y libertades que hoy son pisoteados, manoseados y vendidos al mejor postor.
Hoy como ayer, esos grupos y representantes de la ultraderecha, campan a sus anchas por el territorio español, y siguen chantajeando, amenazando, coaccionando y amedrentando a quienes no piensan como ellos.
Fuente → cordopolis.eldiario.es
No hay comentarios
Publicar un comentario