Elda (Alicante), 1976, el trabajador Teófilo del Valle Pérez fue asesinado impunemente por la policía de la transición franquista durante una manifestación

Elda (Alicante), 1976, el trabajador Teófilo del Valle Pérez fue asesinado impunemente por la policía de la transición franquista durante una manifestación

Teófilo del Valle Pérez nació en Silleda (Pontevedra) en 1956, llevaba desde los 6 años viviendo en Elda, donde trabajaba como oficinista en la empresa de calzado Gómez Rivas. El gobierno franquista de Arias Navarro había decretado la congelación salarial, la dictadura ponía una vez más en evidencia su subordinación a una clase social. El sindicato vertical franquista hacía aguas y nuevos sindicalistas, aun en la ilegalidad, reclamaban en cada movilización participar en la negociación del convenio colectivo exigiendo mejores salarios, libertades, sindicatos obreros, freno al despido libre.

Todo el corredor del Vinalopó, núcleo de la industria alicantina del calzado, estaba movilizado. Teófilo participaba activamente en las asambleas y concentraciones que se realizaban para defender un convenio digno. En Febrero de 1976, en Elda, 10.000 trabajadores fueron a la huelga. El gobernador civil Benito Sáez, a las órdenes del ministro de gobernación Manuel Fraga Iribarne, había ordenado a la policía armada franquista actuar libremente. Durante 2 días, en Elda y Petrer, ciudad colindante y también zapatera, los grises cargaron una y otra vez impidiendo concentraciones y asambleas informativas. El lunes 23, miles de trabajadores de Elda se dirigieron en manifestación hasta Petrer. Al llegar a la sede del sindicato vertical los grises disolvieron la marcha con extrema violencia resultando en decenas de heridos y contusionados.

El 24 de febrero de 1976, hacia las 11 de la noche, unos coches y autobuses de la policía se toparon con un grupo de jóvenes que regresan de una asamblea y una manifestación. Al grito del sargento «¡A por ellos!», los mercenarios franquistas bajaron del autobús policial pistola en mano, los jóvenes manifestantes se dispersaron inmediatamente y corrieron por las estrechas calles del casco de Elda, los policías les persiguieron, dieron el alto y dispararon contra ellos.

Las balas disparadas por el policía Daniel Aroca Rey, alcanzaron a Teófilo, una en el tobillo y otra, mortal, le ocasionó la muerte al entrar por la parte de atrás de su cabeza. Se recogieron 6 casquillos de bala cerca de donde cayó herido mortalmente Teófilo. Los forenses extrajeron la bala alojada en su cabeza y el informe de balística confirmó la autoría, descartó que fuera un rebote, el policía disparó directamente a Teófilo para que parara en su huida. Teófilo tenía 20 años.

El 26 de febrero amaneció de luto en las ciudades de Elda y Petrer con un paro general. Por la tarde una gran manifestación de duelo recorrió las calles de Elda hasta el cementerio, más de 20.000 personas, acompañaron el cuerpo de Teófilo y a su familia. Más de un millar de personas se dirigieron en manifestación al ayuntamiento a reclamar la libertad de los otros jóvenes detenidos. La guardia civil vigilaba con metralletas los accesos al lugar donde estaban detenidos.

Para juzgar el caso de Teófilo, a los 4 meses se formó un tribunal exclusivamente por militares, 2 de ellos de la policía armada. El tribunal militar tuvo que reconocer que las pruebas eran contundentes, sin embargo eximió de la responsabilidad criminal al policía Daniel Aroca por obrar en cumplimiento de un deber, quedando absuelto penalmente y también de responsabilidad civil. Se le negó la indemnización y los gastos del entierro a la familia. La sentencia no abordó la responsabilidad del sargento Ballesteros que ordenó perseguir a los jóvenes, del capitán Carlos Holgado que cumplió las órdenes del gobernador, ni del ministro Martín Villa que sustituía ese día a Manuel Fraga en el Ministerio de la gobernación. Impunidad para todos ellos.

La transición no fue modélica ni pacífica, estuvo protagonizada por el terrorismo de Estado, el terrorismo incontrolado de la extrema derecha y la represión policial. Hoy en 2022, 46 años después un sentimiento de desazón alberga a su hermano mayor José Antonio que considera que aquel asesinato quedó impune y sigue reclamando justicia. Una plaza lleva el nombre de Teófilo del Valle en Elda, desde 2019, y otra en Petrer desde 2002.

Documentos: Revista LA COMUNA, incluye imagen (Javier Fernández Rincón), Público (Manuel de Juan). Wikipedia


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