Las sanciones económicas a Rusia por su intervención militar en Ucrania se han demostrado como un boomerang contra los ciudadanos occidentales, entre ellos los del Estado español y sus clases trabajadoras que están empezando a sufrir las consecuencias de estas sanciones, como es el aumento del IPC, una creciente y desmesurada inflación, el aumento del coste de la cesta básica, el incremento del precio de la energía y combustibles, etc., lo que está provocando una enorme pérdida de poder adquisitivo.

Las sanciones económicas que los intereses políticos y económicos de EE.UU y de la OTAN están aplicando a Rusia, las están pagando los pueblos y sus clases más oprimidas, mientras que las oligarquías económicas occidentales están obteniendo multimillonarios beneficios de ellas: bancos, industria militar, oligopolios energéticos, industria alimentaria… están incrementando beneficios.

Pero no solo hay un coste económico motivado por las repercusiones de las sanciones en las economía del Estado español: también hay unas sanciones directas que la banca española está aplicando a ciudadanos del Estado español como son los llamados “niños de la guerra”, aquellos niños que durante el golpe fascista del 36 fueron evacuados a la URSS y que tras una vida de trabajo volvieron al Estado español cobrando una pequeña pensión que les otorgó el Estado ruso en acuerdo con el español.

La miseria moral de la banca española ha llegado a límites insospechados, negándose a pagar estas pensiones y en muchos casos devolviendo el dinero a los bancos rusos que emiten los pagos. La banca española está “sancionando” a ciudadanos del Estado español que cobran una pensión por el acuerdo entre los Estados de España y Rusia; unas sanciones a personas jubiladas, humildes y de pocos recursos económicos, que tras sufrir dos guerras, la de los fascistas en el Estado español y la de los nazis en la II Guerra Mundial, son sancionados quitándoles las pensiones.

Simón Cano

Las pensiones de nuestros mayores
Nota de prensa de la Asociación “Niños de Rusia – Niños de la Guerra” - 9 de julio de 2022

Un colectivo de unas veinte personas en Asturias, junto a otros grupos similares en Madrid y en el resto de España, han dejado de percibir de los bancos españoles las moderadas cantidades que recibían trimestralmente del fondo público ruso de pensiones. Algunas entidades bancarias han devuelto a Rusia el dinero. Otras, por el contrario, continúan pagando las pensiones con regularidad.

La Asociación “Niños de Rusia – Niños de la Guerra”, que remite este comunicado, está constituida por quienes fueron evacuados de España a la antigua URSS, durante la Guerra Civil española, y por sus descendientes, muchos de ellos ya mayores y jubilados. La Segunda Guerra Mundial y la dictadura de Franco impidieron su regreso a España hasta 1956, veinte años después. Durante las décadas siguientes, y hasta la actualidad, continuaron los retornos, acentuados con la crisis de la antigua URSS. Por ello, los retornados reciben de Rusia pensiones muy moderadas.

Ahora, y tras haber sufrido dos guerras y las calamidades asociadas a ellas, algunos miembros de este colectivo han dejado de recibir los modestos pagos trimestrales remitidos por el fondo público ruso de pensiones. El dinero ha salido de Rusia pero algunos bancos que operan en España -no todos- han retenido e incluso devuelto las pensiones, impidiendo el cobro del trimestre esperado en mayo. Desearíamos saber cómo han abordado Unicaja, Abanca, Bankia o ING Direct la situación, a la vez que aprovechamos para recordar que el BBVA y el Banco Santander abonan las cantidades con la regularidad de siempre.

Nuestra Asociación entiende que retener o devolver las pensiones es una interpretación errónea y torpe de las medidas de presión sobre la Federación Rusa. A nuestros mayores les asiste el convenio gubernamental entre países, el propio derecho constitucional español y el sentido común más elemental. Y es urgente el esclarecimiento de esta cuestión, así como su reparación, porque algunas residencias geriátricas han comenzado a repercutir en sus cuentas personales el porcentaje de la pensión no recibido.

Confundir la presión sobre el gobierno ruso con el bloqueo de pensiones vitales es injusto. Hacerlo a costa de personas de avanzada edad e ingresos muy modestos, es un acto indigno.

Nuestra Asociación está considerando poner esta situación en conocimiento del “Defensor del Pueblo”, pues tratar a nuestros mayores como si fueran potentados es imperdonable.

La Asociación de los “Niños de Rusia – Niños de la Guerra”