Por la gracia de su católica majestad. El poder de la Iglesia en España

Por la gracia de su católica majestad. El poder de la Iglesia en España, de Isabelo Herreros (Editorial Mong, Madrid: 2022)

De los talleres de la Revista Mongolia, de la que es colaborador habitual, nos llega el último libro de Isabelo Herreros. En él nos vamos a adentrar de la mano de su creador en el complejo entramado de la Iglesia Católica en España, en su modus vivendi y su modus operandi, en su proximidad a los órganos de poder. En el libro se reúnen artículos ya publicados en la propia revista satírica, así como algunos de reciente creación, todo ello revisado y unido para que tenga la consistencia intelectual de un ensayo, pero de ágil lectura.

Dice la Constitución de 1978 en uno de sus apartados más importantes, que “Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.” (Art. 16) Aquí ya vemos cómo se articuló legalmente la continuidad de la Iglesia en el poder. Un fragmento muy bien hilvanado para que el estamento del clero siguiera con los privilegios heredados del franquismo.

En el texto se apunta también la relación de la Monarquía española y la Iglesia. De hecho, el rey posee un tratamiento que es el de “su católica majestad”. Ver a los reyes bajo palio es algo habitual y todo ello quedó perfectamente apuntalado durante la Transición, que como podemos ver cuarenta años después, más que una transición fue una continuidad blanqueada de lo que ya existía entre 1939 y 1975.

La firma del concordato el 3 de enero de 1979 se puede atribuir al rey, puesto que las Cortes Generales aún no habían negociado dicho acuerdo, claramente contrario al texto constitucional. Herreros habla de un acuerdo “preconstitucional”, que a pesar de las buenas palabras del PSOE a lo largo de todos estos años prometiendo derogarlo, no sólo no se ha llevado a cabo dicha derogación, sino que el poder de la Iglesia ha ido creciendo con los sucesivos gobiernos, tanto del PSOE como del PP.

El libro se inicia con un sustancioso prólogo, donde se nos pone en antecedente del estado de la cuestión, para después pasar a hacer un poco de historia, con un amplio análisis de la relación República-Iglesia, campo en el que Isabelo Herreros es especialista; merece la pena detenerse en ver cómo el intento de ruptura Iglesia-Estado, le costó a la República un desgaste incalculable.

Más adelante se hablará del posicionamiento de la Iglesia durante la Guerra civil y el surgimiento de la entidad que posee actualmente el mayor poder dentro del estamento eclesiástico: el Opus Dei. De ahí, el autor nos hablará del negocio de las inmatriculaciones, un privilegio surgido en el franquismo y que los gobiernos del PP alentaron haciendo la vista gorda, para que el poder de la Iglesia siguiera aumentando. Por suerte, tal como se indica en estas páginas, por sentencia del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos van a tener que revisarse una a una dichas inmatriculaciones.

Hay otro capítulo interesantísimo que se dedica a los privilegios de la Iglesia cuando hablamos de impuestos. La Iglesia disfruta de una exención total sobre sus posesiones, que se ha llegado a cifrar en unos 700 millones de euros al año. Y no contentos con eso, también se benefician del turismo de iglesias y catedrales, antes propiedad del Estado (que sigue costeando los gastos de mantenimiento y restauración), hasta que la Iglesia las puso a su nombre con las inmatriculaciones. De ahí se crea un potente negocio con los accesos a los templos y fiestas litúrgicas. Se pierden fieles día a día, pero se ganan turistas, con lo que el negocio es más fructífero aún si cabe. Y si le sumamos la partida que recibe gracias a los que marcan la casilla de la Iglesia en la declaración de la Renta año tras año, se mantiene toda la Diócesis, así como el Canal 13 de televisión, famoso por su ideología de extrema derecha.

También se detiene Herreros en un somero análisis del blindaje que se hizo durante la transición de esas relaciones Iglesia-Estado, evidentemente heredadas del franquismo y que como figura de poder enmarcaron a un Juan Carlos de Borbón, tan cercano él a los presupuestos franquistas y a los privilegios de una Iglesia marcada por el ansia de poder y, aún más, por las ganas de acumular riqueza.

La economía, como eje principal en el que giran las actuaciones de la Iglesia española, pasa de ser gestionada por los jesuitas a que sea el Opus Dei el encargado de levantar una economía vaticana muy cercana al crash. Estafas, quiebras, obispos que acumulan un poder inmobiliario de incalculable valor, el manejo de las famosas Cajas de Ahorros locales, todo ello se quedará corto frente a un nuevo nicho de negocio que acapara la Iglesia: los hospitales y las residencias de ancianos. Unidos a grupos privados de gran poder, la Iglesia se hará con el control de Hospitales, Residencias, Centros de Día, donde no prima la calidad asistencial, sino el resultado económico. Hasta de la propia muerte se van a ir adueñando, sigilosamente, en un entramado que queda al descubierto en este libro y que logra dejarnos con la boca abierta.

El texto se cierra con una parte denominada “Miscelánea”, donde se van a abordar otros aspectos relacionados con la Iglesia, como la reciente salida del Obispo de Solsona, o un homenaje a Jesús Ynfante, periodista y escritor ya fallecido, quien fuera autor de un importante libro sobre el tema que aquí nos ocupa: La prodigiosa aventura del Opus Dei: génesis y desarrollo de la Santa Mafia (Ruedo Ibérico, 1970) o La cara oculta del Vaticano (Editorial Foca, 2004).

En definitiva, un libro muy recomendable para descubrir que la inocencia que se nos vende en los actos litúrgicos más simples, acarrea tras de sí todo un negocio, un entramado que se teje hilo a hilo en las altas esferas del poder y que, a la vista está, no tiene pinta de querer ser transformado por ninguno de los gobiernos que se van sucediendo en España.

ALEJANDRO M. GARCÍA SAN JOSÉ


Fuente → manuelazana.org

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