Emérito return
Emérito return
Puño en Alto
 

¿Recuerdan el regreso de aquel otro delincuente, Luis Roldán, que fuera director de la Guardia Civil, aquel que para huir de la Justicia huyó a un país asiático con el que España no tenía acuerdo de extradición, llevándose todo lo que pudo robar de los fondos reservados, originando una importante crisis en el Gobierno de entonces? Pues ni siquiera aquel regreso ha levantado tanta expectación como el regreso del Rey de emérita desvergüenza.

Forzado o no, Roldán vino y se puso a disposición de la Justicia, fue juzgado, condenado y cumplió condena. El aún llamado emérito, ha regresado, no para ponerse a disposición de la Justicia, ya que se ha salvado de sentarse en el banquillo gracias a la prescripción de los delitos y a la sacro santa inviolabilidad inherente a Jefe de Estado, lo que no implica que no los cometiera, tampoco ha venido para dar explicaciones de su conducta in moral, ni mucho menos para pedir algo de perdón. Esta vez, al menos nos salvaremos de tener que oír algo parecido a aquello de “me he equivocado, lo siento mucho, no volverá a ocurrir”.

Con emérita desvergüenza, su regreso ha sido para participar en una regata en la localidad gallega de Sanxenso, más bien para ver, porque ya no está para muchos trotes, aunque con la misma desvergüenza manifiesta que no participa porque está desentrenado.

Si el regreso es causa de vergüenza, no menos vergüenza causa los esfuerzos de justificarlo por parte de políticos de la derecha, así como, ese PSOE que se pone de perfil. Aunque lo que produce verdadero sonrojo es el recibimiento y el supuesto baño de masa que está pretendiendo darse en la localidad gallega, creyendo que de esta manera hacer ver a quienes le exigen explicaciones, que aquellas veleidades en su conducta, más allá de no ser cosa juzgada, el pueblo no se le tiene en cuenta, lo que de alguna manera constituye un mensaje a su propio hijo, el actual monarca.
Lo único que hubiese faltado es sobre el alborozo del gentío que alborozado le recibieron en el aquel club náutico, se hubiese escuchado gritos de: “róbanos más, emérita majestad”

Con este regreso y el circo que han montado a su alrededor, se está pretendiendo blanquear las andanzas del sátrapa real, de sus inmoralidades, de su conducta licenciosa, de sus trapicheos económico-financieros, del mismo modo, blanquear a su familia real que nunca han entendido que al menos deben responder con ejemplaridad a la viva regalada que han recibido, ellos y sus descendientes.

Lo quieran admitir en Zarzuela o no, con este vergonzoso regreso, se quiere normalizar una situación, aunque pretendan dar la impresión de que perturba en cierto modo al actual monarca. Esta es la primera visita después de su huida cobarde y será la primera de otras próximas, con las que se pretende llegar a esa normalización, que implica la recuperación de la imagen del emérito desvergonzado y del resto de su no menos familia y, por ende, de una monarquía de capa caída, cuesta abajo y sin frenos.

Del previsto encuentro familiar, poco sabremos de como será y de que se hablará, aunque nos lo podemos imaginar gracias a la saga de películas de «El Padrino», fundamental se hablará de la “cosa nostra”.


Fuente → punoenalto.com

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