Secretos Oficiales, la ley franquista que sobrevive gracias al bloqueo del PSOE

Hace seis años que el PNV llevó al Congreso su primera propuesta y los socialistas, por orden de Defensa, maniobran para aplazar la reforma 'sine die' mientras desarrollan su propia ley

Secretos Oficiales, la ley franquista que sobrevive gracias al bloqueo del PSOE / Adrián Lardiez

El ordenamiento jurídico español tiene una ley de esas anacrónicas que tiempo ha que debió haberse reformado. Se trata de una ley franquista (1968), la de Secretos Oficiales, una norma a la que varios partidos han señalado en no pocas ocasiones por tratarse de un articulado surgido en el seno de un régimen dictatorial. ¿Por qué sigue vigente? El Gobierno lleva seis años obstaculizando su reforma. En 2022 Moncloa ha incluido su ley de Información Clasificada en el calendario legislativo, pero la inflación, el Plan de choque contra las consecuencias de la guerra en Ucrania y el tapón provocado por la Ley Mordaza, la Ley de Vivienda y la de Memorias Histórica disponen una excusa perfecta para volver a aplazarla.

En el año 2016 la primera propuesta para reformar la ley franquista de Secretos Oficiales llegó al Congreso a lomos del PNV. PSOE y PP se encargaron de bloquear su tramitación en la Mesa. Al finalizar la legislatura, los nacionalistas vascos tuvieron que volver a registrarla y, ya en junio de 2020, la Cámara Baja dio su visto bueno. Sin embargo, los socialistas aplazan sine die los plazos de enmiendas, dejando la ley en una suerte de limbo. Todas las leyes que no han completado su camino hacia el BOE en la legislatura en que fueron votadas decaen con la disolución de las Cortes Generales. De cumplirse las previsiones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la legislatura se agotará en 2023. El tiempo corre y, pese a que el Ejecutivo tiene agendado abordarla este año, no sería la primera vez que se extrae del calendario legislativo. Si se diera el caso de que se disuelvan las Cortes y se convocaran elecciones antes de concretar la iniciativa del PNV, la formación vasca habrá de volver a registrarla y cumplir todos y cada uno de los pasos nuevamente.

Las maniobras de Defensa y “otras prioridades”

Desde que el Congreso aprobara la ley en junio de 2020, la Mesa amplía sistemáticamente los plazos para presentar enmiendas, condenándola al limbo. El Ejecutivo la incluyó en su calendario de 2021, pero tal y como explicaron fuentes de Moncloa consultadas por ElPlural.com, se aparcó porque había “otras prioridades”, a saber, la recuperación y consolidación económica.

Ahora, las “otras prioridades” del 2022 son los fondos europeos, el Plan de choque, medidas económicas para paliar los efectos de la inflación, intervención del mercado energético, Mordaza, Vivienda, Memoria Histórica, la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)… Todo lo que no sea Secretos Oficiales. Y es que, según ha podido confirmar este periódico, los socialistas, por orden de Defensa, son los artífices de este filibusterismo parlamentario cuyo objeto es aplazar la reforma mientras trabajan la suya propia.

Desde Unidas Podemos admitieron que la prórroga “tiene que ver con la voluntad del Ministerio de Defensa”. De hecho, la postura de los morados es clara: “Pensamos que esta ley del año 68, de la dictadura franquista, tiene que ser evidentemente modificada para ponerla en línea con los países más avanzados y que los españoles puedan conocer los detalles de lo que ha ocurrido en España en nuestro pasado ya no tan reciente. Por ejemplo, cuál fue el papel de cada uno en el golpe de Estado del 23F. Si el relato de que el rey salvó la democracia es cierto, ¿qué miedo hay a que se conozcan los documentos de aquella época?”. El PSOE justificó que “no es una ley fácil” y, en paralelo, armó un grupo de trabajo comandado por la entonces vicepresidenta Carmen Calvo que integra al Ministerio de Defensa, al de Exteriores y a Interior para desarrollar su propio articulado.

El ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, heredó el grupo de trabajo de Calvo, pero al estar centrado en otros asuntos más acuciantes, no se han producido avances.

PP y Ciudadanos, abiertos a la reforma

Fuentes parlamentarias del Partido Popular han asegurado a ElPlural.com que están preparados para afrontar el debate y que “se tramite en cuanto se pueda”. “Tenemos nuestras propuestas y estamos decididos a presentarlas en cuanto se pueda”, agregan.

Ciudadanos, en la misma tónica, lamenta que el Gobierno continúe aplazando su tramitación, aunque no consideran que abordar esta ley sea urgente dada la actual situación epidemiológica. Los naranjas propondrán situar en 20 años el límite para desclasificar documentos e incluir “mayores cambios en los plazos transitorios de desclasificación de estas materias en el momento en que entre en vigor esta ley, haciéndolos más extensos, con el fin de proteger la seguridad del Estado y los intereses de la sociedad”.

Una ley franquista

La reforma de la ley de Secretos Oficiales es una de las asignaturas pendientes de la democracia española. La vigente data de abril de 1968 y fue firmada por Francisco Franco y Luis Carrero Blanco. Tal es la anacronía que otorga a un organismo que ya no existe como es la Junta de Jefes de Estado Mayor la potestad de clasificar documentos.

La norma únicamente prevé dos categorías, a saber, secreto y reservado, y no contempla otras habituales como confidencial o de difusión limitada. Tampoco la de muy secreto.

Uno de los aspectos más lesivos es que los documentos únicamente podrían ser desclasificados por el órgano que los clasificó. En este sentido, la propuesta del PNV pretende que el límite para desclasificar archivos pase de 25 a 10 años mientras que la idea del Gobierno es que no existan plazos, sino que estén sujetos al grado de protección y el nivel de secreto. En otras palabras, habrá archivos que por su sensibilidad no verían la luz.


banner distribuidora