'El país de la desmemoria' insta a cumplir los derechos humanos con las víctimas del franquismo

A través de los 12 capítulos del libro, donde une testimonios y datos, Baquero pretende “hacer una radiografía de todas las asignaturas pendientes que tenemos en España” con el objetivo de que “algún día dejemos de ser este país de la desmemoria” y que “se cumplan los derechos humanos con las víctimas del franquismo”.

Para el escritor, la dictadura española fue “el preámbulo de la Segunda Guerra Mundial” con “bombardeos a ciudades como Guernica”. Baquero ha aprovechado las declaraciones del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski sobre esta localidad vasca para comparar ambas situaciones: “son crímenes contra la humanidad lo de allí y lo de aquí. Y están por resolver. En ese sentido somos una anomalía absoluta en el contexto de las naciones democráticas que debemos resolver. No es una cuestión partidista, ni de cuatro rojos, ahí está la declaración universal de los Derechos Humanos, la convención internacional contra desapariciones forzadas, e incluso en un contexto de guerra el derecho humanitario internacional que protege a la protección civil”.

Como sociedad, Baquero señala que quedan “muchos deberes por hacer” y pone como ejemplo “conflictos actuales que están en carne viva” como Etiopia o Ucrania: “imagínate que dentro de muchísimos años las familias siguieran buscando a sus seres queridos y que el país no hubiera hecho memoria y todo se hubiera tapado sin contar en las escuelas lo que ha ocurrido. Todo eso es lo que ocurre aquí”.

Realidad desconocida

Ese silencio se produce por los “casi 40 años de dictadura donde se establece su propio relato” y eso llega “a día de hoy como el franquismo sociológico”. “No saber mirar esa realidad o no conocerla porque nos han amaestrado en el olvido”, según ha explicado Baquero en la presentación celebrada en el Episcopio, organizada por la Fundación Jesús Pereda, de CCOO.

“Esta realidad no la hemos estudiado en las escuelas, ni en los institutos, tampoco en las universidades o las propias facultades de Historia. No se han visto campos de concentración, fosas comunes y todo eso nos hace una sociedad donde la base democrática cojea como una mesa que no está bien hecha. Y eso es un peligro, porque el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”, afirma.

El autor determina como dos “grandes pilares para la impunidad del franquismo” en la educación, ya que si “no se conoce no se puede definir”, y en el aspecto económico, pues “las grandes fortunas de este país son las mismas que en la dictadura”.

‘El país de la desmemoria: del genocidio franquista al silencio interminable’ cuenta “muchos aspectos muy desconocidos” como los esclavos del franquismo, que “eran presos políticos, pues el delito que podrían haber cometido era el pertenecer a un sindicato o a un partido político” y “trabajaron para grandes empresas con mano de obra gratuita”.