El borrado del franquismo sigue bloqueado en las calles de Santander / Javier Díez

El proceso de eliminación en Santander de los nombres de sus calles que conmemoran a figuras que ostentaron altos cargos durante el régimen dictatorial de Francisco Franco en España continúa en un estado de parálisis. Después de 15 años, cuando se produjo la retirada del primer símbolo franquista (la estatua ecuestre de Francisco Franco que se encontraba situada en la Plaza del Ayuntamiento), la tarea sigue bloqueada y todavía 15 calles tienen que realizar un cambio en su nombre.

Hace unos días, desde la Dirección General de Cultura que encabeza Eva Fernández, dependiente de la Concejalía de Cultura, Deportes y Transparencia asumida por Ciudadanos, se mantuvo una entrevista con la alcaldesa de Santander, Gema Igual, del Partido Popular. En ella, la directora general trató de desbloquear el asunto para conseguir acabar con el proceso de borrado del franquismo en el callejero de la ciudad que obligan la ley autonómica aprobada hace unos meses o la futura ley estatal de Memoria Histórica.

Pasados tres años de legislatura con un Gobierno de coalición de Partido Popular y Ciudadanos, este último partido reclama ahora terminar esta tarea a su socio de gobierno, pero la alcaldía que preside la popular Gema Igual no toma la iniciativa. Un portavoz de la formación naranja asegura a elDiario.es al respecto que “Ciudadanos está interesado en cumplir la ley y nosotros no vamos a ser un obstáculo para que se hagan los cambios”.

Pese a las leyes vigentes y al empuje del partido minoritario en el consistorio, la capital de Cantabria aún conserva 15 nombres franquistas en sus calles, como el Paseo del General Dávila, aunque son casi la mitad de las que había cuando en 2008 se produjo la retirada de la estatua ecuestre de Franco, primera eliminación de un símbolo franquista. De hecho, hace dos años PSOE y Unidas por Santander solicitaron una sesión extraordinaria y urgente de la Comisión de Acción Cultural y Promoción Educativa del Pleno del Ayuntamiento, pero todavía no se ha celebrado.

Además de que el Ayuntamiento no ha retirado las últimas nomenclaturas franquistas que quedan en Santander desde hace 15 años, la incorporación de nombres de mujeres para alcanzar la paridad tras el acuerdo unánime de 2017 también sigue bloqueada. Los últimos movimientos en este sentido en la ciudad fueron la adopción de medidas para determinar qué símbolos o nombres de calles se debían retirar o cambiar, labor que el pleno del Ayuntamiento encomendó al Consejo Municipal de Cultura en 2015.