Un día después del asesinato de Arturo Ruiz por fascistas, el mismo día que la policía asesinaba a quemarropa a Mari Luz Nájera, el mismo día que los fascistas perpetraban la matanza de Atocha en un bufete de abogados laboristas, en ese día, a la noche, en triste paralelismo, se produjo la muerte de Eduardo Serra Lloret, alias Rubén, joven xativí, jugador de fútbol, militante del PCE (m-l) y activista de movimientos antifranquistas desde 1973.
Eduardo Serra Lloret fue detenido a finales de 1975 acusado de pasar información al FRAP. Durante su detención en la Jefatura Superior de Policía de Valencia pasó por las manos de Benjamín Solsona Cortés*, ‘El Galletas’, jefe de la Brigada Política de Valencia de exaltada chulería falangista y reputado torturador. Serra Lloret fue sometido a brutales palizas que le dejaron irreparables secuelas en el cuerpo. Hecho una piltrafa acabó en la cárcel, sin ninguna prueba, se le mantuvo diez meses en prisión, donde desarrolló un cáncer, le negaron la excarcelación para bien morir junto a los suyos, finalmente le concedieron la libertad condicional. Sólo sobrevivió un mes en libertad, las secuelas de su paso por comisaría dejaron su cuerpo demasiado débil y totalmente destrozado físicamente para siquiera vivir, el 24 de enero del 77, moría.
Al día siguiente, se llevó a cabo en su Xàtiva natal el entierro de Eduardo Serra Lloret. Las fuerzas de orden público acompañaron su funeral, en un despliegue sin precedentes en el se prohibieron lucir enseñas republicanas en su corona de flores.
¡No olvidamos!
Fuente → loquesomos.org
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